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02mar23


La Fiscalía italiana denuncia al ex primer ministro Conte por las muertes del Covid


Bergamo (norte de Italia), marzo de 2020. Los muertos eran tantos que no daban abasto con los ataúdes. El ejército italiano tuvo que enviar sus camiones para recogerlos y trasladarlos para ser incinerados en otras ciudades del país. Aquella silenciosa y terrible procesión de cadáveres es desde entonces la imagen demoledora de la pandemia de Covid 19 en Italia.

Bérgamo, marzo de 2023. Tres años después, en el mismo lugar, la Fiscalía acaba de concluir que se podrían haber evitado 4.000 de esas muertes. Y ha denunciado a una veintena de presuntos responsables. Entre ellos, el ex primer ministro y líder del Movimento 5 Stelle, Giuseppe Conte, y el ex ministro de Sanidad, Roberto Speranza.

Las conclusiones de la Fiscalía de Bérgamo cierran la primera y más importante de las diversas investigaciones abiertas en Italia sobre la gestión de la pandemia del Covid. Y son muy relevantes porque aquel fue el primer gran foco de coronavirus de Europa, porque por primera vez confirma indicios de responsabilidad política en los fallecimientos y porque los delitos de los que acusa a los denunciados son muy graves: homicidio múltiple y epidemia agravada.

Esto es, las decisiones o la falta de medidas que atribuye a los investigados la Fiscalía han provocado presuntamente la muerte de miles de personas en el norte de Italia y quizá favorecido la propagación del virus a otras partes del país.

5.100 muertos sólo en un mes

Entre el final de febrero y el inicio de abril de 2020 se contabilizaron 6.200 fallecidos en toda la provincia de Bérgamo; 5.100 sólo en marzo. La media del mismo mes en los años anteriores era de 800.

Se perdió el tiempo y se subestimó el riesgo, sostiene la Fiscalía. De sus investigaciones se deducen varios errores, a pesar de que en los hospitales se verificaba cada día el aumento exponencial de los casos.

Por ejemplo, en varios municipios de la provincia, el Gobierno italiano (Conte estaba entonces al frente) no ordenó la declaración de 'zona roja', que los aislaba completamente (nadie podía entrar ni salir) y prohibía cualquier contacto entre los vecinos.

El 21 de febrero de 2020 se notificó la primera muerte por Covid en Italia. La investigación destaca que el Ejecutivo de Conte aisló entonces una docena de municipios del norte del país, pero no lo hizo con Nembro y Alzano, donde el virus circuló en libertad durante casi dos semanas.

En este último municipio, la situación se agravó por un inexplicable cambio de planes de su hospital. El 23 de febrero de 2021, cuando ya había dos casos confirmados de Covid, decidieron cerrar, pero pocas horas después volvieron a abrir. Se calcula que sólo aquel día decenas de pacientes y acompañantes que pasaron por allí salieron con el virus en el cuerpo.

Según el estudio llevado a cabo por la Fiscalía en colaboración con la Fundación Bruno Kesslersi, si se hubiera decretado una zona de cuarentena en ambos municipios el 27 de febrero, se habría evitado la muerte de cerca de 4.000 personas, mientras que su imposición el 3 de marzo habría salvado 2.600 vidas.

Presiones políticas

Ahora se ha sabido que el presidente regional de Lombardía, Attilio Fontana (acaba de ser reelegido con las siglas de la Liga de Salvini) presionó al Gobierno central que mantuviera la 'zona amarilla', con medidas de contención mucho más laxas.

Fontana también está en la lista de denunciados por la Fiscalía. "Me he enterado por la prensa, es una vergüenza", ha protestado este jueves. Se suman a los acusados ilustres el presidente del Instituto Superior de Sanidad, el doctor Silvio Brusaferro, y el presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, los rostros públicos de los datos que se ofrecían en las comparecencias diarias (los Fernando Simón italianos).

En total son 19 los denunciados. El fiscal encargado del caso ha ordenado a la Guardia di Finanza que notifique la decisión a 17 de los acusados, mientras que la situación de Conte y Speranza deberá ser evaluada por el Tribunal de Ministros, una corte especial encargada de juzgar a los miembros y ex miembros del Gobierno.

Entre las pruebas de la Fiscalía hay miles de documentos oficiales requisados, correos electrónicos y chats telefónicos, además de las declaraciones de centenares de personas relacionadas con lo ocurrido y un informe epidemiológico encargado a un microbiólogo.

Ahora serán los jueces que se encarguen de la instrucción previa del caso quienes, después de escuchar la defensa de los acusados, decidan si se convierten en imputados.

Casi 26 millones de casos

De momento, Conte ya ha manifestado su "máxima disponibilidad para colaborar con la magistratura. Estoy tranquilo frente al país y a los ciudadanos italianos por haber trabajado con el máximo compromiso y con pleno sentido de la responsabilidad durante uno de los momentos más duros que ha vivido nuestra República".

También el ex ministro de Sanidad, Roberto Speranza, se ha declarado "sereno y seguro de haber reaccionado con disciplina y honor en el exclusivo interés del país". Una de las cosas que deberá explicar es por qué desde 2006 no se había actualizado el plan de emergencia para actuar en caso de pandemia.

En realidad, Sanidad lo renovó cada año hasta el 2017, pero nunca se cambió ni una coma y eso, según la Fiscalía, es importante para determinar las responsabilidades de la gestión sanitaria y las responsabilidades penales.

Italia fue el primer país europeo que confirmó los contagios por Covid. Desde aquel febrero de 2020, se han diagnosticado casi 26 millones de contagios. Los datos oficiales de Sanidad hablan de casi 187.000 fallecidos hasta hoy.

[Fuente: Por Isabel Longhi Bracaglia, República de las ideas, Madrid, 02mar23]

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