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13ene10


Garzón desvió 100.000 dólares del Santander a la universidad de EEUU que pagó su sueldo


Baltasar Garzón desvió supuestamente 100.000 dólares de los fondos que obtuvo del Banco Santander en concepto de patrocinio del ciclo de coloquios que dirigió en Nueva York entre 2005 y 2006 a la universidad que pagó su salario durante su estancia académica en Estados Unidos. Así se desprende de la documentación aportada por la entidad financiera al Tribunal Supremo tras la querella presentada por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea contra el magistrado de la Audiencia Nacional por los presuntos delitos de cohecho y prevaricación.

Ambos letrados sostienen, según consta en las alegaciones formuladas ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que esos 100.000 dólares -de los 302.000 aportados por el Banco Santander para financiar la organización de los coloquios por el Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York- "seguramente" sirvieron en realidad para "sufragar el sueldo" que la Escuela de Leyes de esa misma universidad pagó a Garzón. El juez simultaneó la dirección de los coloquios -no retribuida- con la docencia en ese centro universitario.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) concedió a Garzón una insólita licencia de estudios retribuida para impartir clases en la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York como "visitante distinguido" entre marzo de 2005 y junio de 2006. El centro universitario le pagó un sueldo de 10.689 dólares mensuales, cantidad a la que Garzón sumó durante esos 15 meses su salario íntegro como juez de la Audiencia Nacional, pese a que no ejerció funciones jurisdiccionales.

Tras obtener el permiso del CGPJ para su año sabático en la Escuela de Leyes, el magistrado logró que el Centro Rey Juan Carlos I, adscrito a la Universidad de Nueva York pero jurídicamente independiente -y cuya fundación preside con carácter honorífico el monarca español-, le encargase dirigir dos ciclos de coloquios denominados Diálogos trasatlánticos y Derechos humanos y seguridad jurídica en Iberoamérica. Garzón se puso entonces en contacto con el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, para que patrocinase esos coloquios, a los que la entidad financiera aportó 302.000 dólares.

Cheques nominativos

Esa cantidad fue abonada por el Banco Santander en cuatro pagos mediante otros tantos cheques nominativos. Los tres primeros -por importe de 169.000 dólares, 20.400 dólares y 12.600 dólares, respectivamente- se libraron a favor del Centro Rey Juan Carlos I. Pero el cuarto talón, por valor de 100.000 dólares, se abonó a la Universidad de Nueva York -y no al Centro Rey Juan Carlos I, destinatario de los fondos concedidos por el Banco Santander- por petición expresa de una estrecha colaboradora de Garzón.

Según las alegaciones presentadas por Mazón y Panea ante el Tribunal Supremo, ese cheque de 100.000 dólares supuestamente probaría que una parte de los fondos concedidos por Botín a Garzón se desvió a una entidad jurídica -la Universidad de Nueva York- distinta de la beneficiada por el Banco Santander, y que "curiosamente era la que pagaba el sueldo al querellado".

Los abogados sostienen en su escrito de alegaciones que "es falso que el Centro Rey Juan Carlos I recibiese y administrase íntegramente los fondos del patrocinio", y aseguran que el centro universitario "mintió" a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo "al afirmar categóricamente que únicamente el Centro Rey Juan Carlos I había gestionado" la donación del Banco Santander.

En efecto, Laura Turégano, directora asociada del Centro Rey Juan Carlos I y colaboradora de Garzón -a cuyas órdenes trabajó en la organización de los dos ciclos de coloquios- pidió expresamente al Banco Santander que el dinero para financiar el seminario Derechos humanos y seguridad jurídica en Iberoamérica lo abonase a la Universidad de Nueva York. Así consta en un correo electrónico que Turégano envió el 2 de febrero de 2006 a Gonzalo de las Heras, entonces director general del Grupo Santander en Estados Unidos, y a Rodolfo Icaza, responsable de la sucursal del banco en Nueva York.

Pendiente la decisión del Supremo

El correo electrónico, incluido en la documentación entregada a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo por la entidad financiera, reza así: "Siguiendo nuestra conversación de hace un par de días, quería pediros que por favor nos hagáis un cheque inicial de 100.000 dólares a nombre de New York University, no a nombre del Centro [Rey Juan Carlos I]. En cuanto pueda te dejaría saber cómo y cuándo transferir los 25.000 dólares restantes, si no hay ningún problema con vosotros". Esos 25.000 dólares, sin embargo, nunca fueron abonados por el Banco Santander.

El 8 de febrero de 2006, sólo seis días después de recibir el correo electrónico remitido por la colaboradora de Garzón, la sucursal del Banco Santander en Nueva York libró un cheque por importe de 100.000 dólares a favor de la Universidad de Nueva York.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo deberá decidir en las próximas semanas si admite o no a trámite la querella presentada por Mazón y Panea contra Garzón por los presuntos delitos de prevaricación y cohecho. De los 302.000 dólares que éste obtuvo del Banco Santander para patrocinar los ciclos de coloquios en el Centro Rey Juan Carlos I, 33.000 dólares fueron destinados a sufragar el sueldo de la asistenta personal que el juez se llevó a Estados Unidos y el alquiler del apartamento que ésta ocupó durante su estancia en la ciudad de los rascacielos.

[Fuente: José Lobo, El Confidencial, Madrid, 13ene10]

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