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21ago08


Críticas al fiscal Moreno Ocampo por sus denuncias sobre Sudán


Un mes después de salir en los diarios de todo el mundo por su pedido de arresto contra el presidente sudanés, Omar Hassan Al Bashir, a quien acusa de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), el argentino Luis Moreno Ocampo, enfrenta ahora una andanada de críticas. Académicos y abogados de derechos humanos cuestionan su decisión y uno de ellos hasta llamó a la Corte a analizar su destitución.

Algunos de sus críticos temen que el estilo de Moreno Ocampo pueda dañar la credibilidad de la CPI, con sede en la Haya, y su capacidad de para juzgar a los responsables de crímenes contra la humanidad. Además, lo acusan de ignorar a altos miembros del tribunal y de haber interpretado muy mal la situación en Sudán.

El 14 de julio pasado, Moreno Ocampo pidió la detención del presidente sudanés, al que considera responsable de matar a 35.000 personas y provocar "la muerte lenta" de otras 265.000 en la región de Darfur, una zona desértica en el oeste del país, inmersa en una sangrienta guerra civil desde hace cinco años, que ha dejado cerca de 300.000 muertos y unos 2 millones de desplazados, según la ONU. El presidente Al Bashir rechazó enseguida todas las acusaciones y aseguró que no se presentaría ante la Corte. Ayer mismo lo reiteró en Estambul, donde asistió a una cumbre de cooperación económica Turquía-Africa.

La inédita decisión del fiscal -es la primera vez que la Justicia internacional pide el arresto de un presidente en ejercicio- generó cierta preocupación en algunos organismos internacionales. Observadores internacionales temieron que esta medida desencadenara actos de venganza contra la misión de paz conjunta de la ONU y la Unión Africana en la región.

Tiempo después aparecieron duras críticas contra el fiscal. "Salí de la conferencia de prensa (de Moreno Ocampo) en estado de shock", dijo Alex de Waal, un académico británico que ofició de mediador en la Unión Africana para la crisis de Darfur, según citó el diario británico The Guardian. "Pintó una situación que ningún académico reconocería. Básicamente estaba pidiendo un cambio de régimen, haciendo un discurso político, algo sorprendente por parte de un fiscal jefe de la CPI", agregó.

Según De Waal, "presentando el caso en esos términos tan crudos, el fiscal hizo más fácil a sus críticos tildarlo de mal informado y movido por el deseo de publicidad. Y complicó a quienes persiguen la justicia en Darfur que logren llevar a juicio a los responsables de crímenes atroces como genocidio".

El académico sueco Mark Klamberg, quien trabajó en la Corte de La Haya, fue aún más allá. Dijo que habría que considerar la posibilidad de destituir a Moreno Ocampo, según The Guardian.

Pero el fiscal está bien seguro de lo que hizo y defiende su postura. "La gente puede decir lo que quiera. Pero lo cierto es que hay dos millones y medio de personas atacadas en Darfur y el responsable máximo, según descubrimos en nuestras investigaciones, es el presidente Al Bashir. Tenemos evidencias que les presentamos a los jueces. Ellos lo van a resolver", señaló Moreno Ocampo a Clarín.

"Supe siempre que iba a recibir críticas, por el solo hecho de meterme con gente de poder", afirmó. Y recordó que vivió una situación similar cuando fue fiscal adjunto del Juicio a las Juntas de la última dictadura militar en la Argentina, junto al fiscal Julio Strassera.

Pero no sólo su accionar en el caso de Darfur lo puso en aprietos. El fiscal argentino quedó envuelto en la polémica después de despedir a un asesor de prensa que lo acusó de abuso sexual contra una periodista sudafricana. La denuncia fue rechazada por Moreno Ocampo y por la mujer en cuestión, y fue descartada por tres jueces que la consideraron "manifiestamente infundada".

Según Moreno Ocampo, el hombre, Christian Palme, habría inventado esa historia "porque sabía que pensábamos echarlo. Su desempeño era deficiente".

El caso ocurrió en 2006, pero ahora volvió a escena porque un tribunal de la Organización Internacional del Trabajo ordenó indemnizar al asesor por haber sido despedido sin causa demostrada.

"El tribunal laboral dice que no se comprobó la malicia de este asesor", explicó el fiscal. Lo único que se me puede criticar es haberlo despedido. Pero los que me critican son personas cercanas a él. Yo voy a seguir actuando de acuerdo a mis convicciones", concluyó.

[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 21ago08]

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