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Muerte y Desaparición Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica

Efectos psicosociales e interpretación sociocultural de la represión política vivida por los familiares de detenidos-desaparecidos y ejecutados mapunches y no-mapunches.

IX Región. Chile. (1973-90)




CAPITULO 4

El contexto represivo en la araucanía

(Nota: Este capitulo remite a un mapa en un fichero aparte)

Visión general.

La Región de la Araucanía tiene una distribución geográfica en tres grandes áreas que se escalonan. Por una parte la zona cordillerana, con las cumbres de los volcanes Lanin, Llaima y Lonquimay dominando el conjunto. Es una zona de acceso difícil, con caminos de ripio no siempre transitables, donde predominan las poblaciones pequeñas y las comunidades rurales. El valle central, atravesado por la carretera panamericana, eje viario de la región, y donde está Temuco, la capital, y las principales ciudades (Angol, Collipulli, Victoria, Lautaro, Pitrufquén, Gorbea, Loncoche). La zona de los lagos (Villarrica, Calafquén, Caburga) es un escalafón intermedio entre la cordillera y el valle central. Por último las zonas bajas de costa, poco fértiles y escasamente habitadas. Varios ríos de gran volumen atraviesan la región. Destacan por su importancia el Cautín y el Toltén.

El mapa de la distribución geográfica de los casos de desapariciones y ejecuciones en función de la etnia muestra que hay una agrupación alrededor de varios puntos: por un lado la comuna de Temuco donde predominan las ejecuciones de personas hispanochilenas, más al sur Freire, Pitrufquén y Gorbea, con un grupo importante de desaparecidos hispanochilenos. Hacia el norte Lautaro y sus alrededores, y especialmente las comunidades que están en los caminos rurales de Lautaro a Galvarino y de Lautaro a Curacautín, donde se da el mayor núcleo de desaparecidos de la región, casi tan alto como los registrados en el propio Temuco. En esta zona se trata sobretodo de población mapunche. Fuera de este eje hay un grupo de desaparecidos en la zona que depende de Cunco: las comunidad de Los Laureles y el camino hasta Melipeuco. En Villarrica se produjo el 13 de septiembre de 1973 la desaparición y probable muerte en un solo operativo de ocho militantes de las juventudes socialistas de entre 16 y 23 años, en la que ha sido la mayor masacre colectiva de la región.Por último en Puerto Saavedra y Carahue se produjeron diversas ejecuciones entre 1973 y 1974.

Los factores que determinan esta distribución son los siguientes:

a) El tipo de centro de reclusión. Así, el Regimiento Tucapel y la Base Aérea Maquehue en Temuco funcionaron como centros de detención y tortura, produciéndose en su interior las ejecuciones de los detenidos. Los casos de desaparición de personas son muy raros en la ciudad de Temuco. En cambio si la detención se producía en un Reten rural (o Comisaría de carabineros) era más probable que tras la tortura se produjera la desaparición de la víctima.

b) La proximidad de ríos. Puede observarse como predominan los desaparecidos en aquellas poblaciones atravesadas por ríos importantes. Así en la zona de Lautaro o en el eje Cunco-Melipeuco.

c) El origen de la muerte. Las desapariciones son más frecuentes en las zonas en que se produjo una 'limpieza social' a manos de grupos paramilitares de personas acusadas de robo de ganados o de haber participado en tomas de tierra. Así, en el eje que va de Lautaro a Galvarino.

Areas geográficas especificas.

Además de Temuco, vamos a analizar con algo más de detalle las circunstancias de las dos pequeñas localidades de Lautaro y Galvarino, donde está el principal núcleo de ejecutados y desaparecidos de la región, y los operativos realizados en Kurarrewe, representativos de las acciones en zona cordillerana y similares a los que tuvieron lugar en Lonquimay o Llaima.

1. La zona de Lautaro, tanto en el casco urbano como en las comunidades de alrededor (Comunidades Manuel Levinao, Brasil, Quiñacó, Curañilaue).

Desde antes del golpe de Estado, los sectores derechistas y los dueños de fundos se habían agrupado en la organización Patria y Libertad que mantenía estrechos vínculos con el Regimiento de Lautaro desde antes del golpe militar. Lautaro fue además una zona en la que las tomas de fundo por parte de sectores afines al MIR tuvo su máxima expresión. No quedó prácticamente ningún fundo que no fuera colectivizado. Los mapunche eran dueños de esas tierras hasta los años 20-30. Después el Estado chileno las vendió a particulares y se constituyeron los grandes fundos. Durante la UP esos fundos fueron expropiados u ocupados y los mapunches volvieron a trabajar en ellos. Después del golpe las tierras volvieron a los particulares. El litigio (que ahora parece ya definitivamente cerrado a favor de los dueños de fundo) venía, por tanto, de antiguo.

En esta zona se produjeron 2 tipos distintos de actuaciones:

a) Ejecuciones sumarias de campesinos sin móviles políticos reales, en su mayoría mapunches, algunos de los cuales se rumoreaba que se dedicaban al robo de ganado. Nuestro equipo no ha podido constatar, investigando en los juzgados de la región, que se tratara de personas que hubieran sido condenadas por abigeato antes del golpe militar. En los casos en que tenían antecedentes por delitos comunes, nunca fueron juzgadas o condenadas por ello. En opinión de una dirigente habría un componente cultural importante a considerar en este tema, ya que sería una práctica habitual entre los mapunche del sector el cosechar una parte de los cultivos de los fundos y faenar algún vacuno de los mismos. Así se han manejado habitualmente las tierras y los animales desde la cultura mapunche, sin que se haya interpretado como delito desde su lógica cultural de compartir recursos. La comprensión de este aspecto es difícil para la gente no mapunche(A).

En todo caso, una buena parte de los DD-EP de Lautaro no tenía ningún tipo de afiliación política, y sólo participaron de manera marginal en alguna toma de fundo. Las desapariciones tuvieron lugar en operativos relativamente discretos realizados por civiles y uniformados que se desplazaban en una o dos camionetas de propiedad de civiles de la zona. Los civiles, y en ocasiones los uniformados, utilizaban capuchas para evitar ser reconocidos después.

Algunos de los sobrevivientes lo describen así:

'Los carabineros iban en camioneta de los dueños de fundo, unos García... varios había. Ellos le pagaban a los carabineros para que eliminaran a la gente. A veces llegaban 'curados'. Era Domingo Campos siempre. Él era el que siempre iba, y ahí sigue, libre, riéndose. Igual que Ferrier. Con ese señor Poo, Campos hacía la lista de la gente en el Club Social de Lautaro. Le decían: A fulano de tal, te pago tanto pero mata a ese huevón. A mí me tomaron varias veces para preguntarme quienes robaban en la zona. Quienes eran comunistas... ¿Para qué me preguntaban si ellos sabían? (Ch1901)

'Nosotros no teníamos nada que ver con política. A mi hermano lo acusaban de robarse un caballo. Vinieron a la casa a desordenar todo, a tirar todo. Yo tenía doce años, y vi como se lo llevaban, como lo golpeaban. Se iba lleno de sangre, yo creo que ya casi muerto. Nunca hablé de esto en la escuela. Ni después. Nunca he hablado de esto más que ahora cuando me han llamado a declarar contra Ponce y Campos. De hecho ni siquiera a mi marido le he contado lo que vi. Para evitar que se interprete mal y puedan pensar que una estaba en política. (M1003)

'Yo no sé por qué tomaron a mi papá, él nunca se metió en el tema de los asentamientos. Incluso hablaba mal de Allende, decía que era un mal gobierno. Pero a cualquiera lo tomaban en ese tiempo. Cuando se lo llevaron, él había bajado a Lautaro por unas semillas, y ya no volvió. Nunca reclamamos, es mejor no haber reclamado. Yo nunca he querido participar en nada. Ahora soy presidente de la comunidad. Yo no quería, porque algún día puede cambiar la cosa. Siempre lo engañan a uno'.(M0803)

'Yo también estuve detenido, me tomaron por el nombre, por el apellido. Los mismos ricos le 'metían pica' a los carabineros. Me tuvieron en la Plaza de Armas de Lautaro los carabineros. Me golpeaban, me gritaban. Habían varios. Era el puro griterío adentro. Se me llevaron el carné, tuve que ir a buscarlo al escuadrón. Me mandaban que me cortara el pelo: 'Tú, mirista, córtate el pelo'. A todos los llamaban miristas. Las patrullas andaban deteniendo a todos y llevándolos para abajo'. (M2801)

En todos los testimonios se identifica siempre a las mismas personas: los carabineros Campos, Ponce y Ferrier acompañados, según los casos, por unos u otros civiles. Se trata de carabineros que conocían personalmente a todas las familias y mantenían vínculos incluso de parentesco con muchos de ellos. Esto hizo que la represión fuera aún más incomprensible, porque nadie entendía lo que ocurría. En cuanto conocedores del terreno fueron así localizando y ejecutando a los mapunches en una operación de 'limpieza moral':

'No sé por qué buscaban a mi padre. Él se entregó reclamando a su hijo, pero no lo tomaron. Mi papá era socio con el suegro del carabinero. Tenían ovejas a medias. Hacíamos asados juntos en la casa. El suegro le dio incluso una carta de recomendación para que los carabineros no lo molestaran. Pero no sirvió de nada. El suegro nos dijo: 'Estamos en estado de guerra. Ahora no hay perdón y no se respeta a nadie. Ahora mandamos nosotros'. Cuando él (el carabinero) se ponía el uniforme cambiaba. Mi hermano no fue denunciado, ni mi padre tampoco. El nunca intervino en ninguna gestión porque tenía animales, no podía dejarlos solos'. (M1001)

'A mi padre lo detienen volviendo de Santiago, de acompañar a alguien a la Embajada francesa. Y mi padrino de bautizo era Mario Ponce. Él fue el que detuvo y entregó a mi padre. Fue a buscarlo a la casa y le dijo que fuera con confianza, que sólo tenía que firmar unos papeles y volvería a la casa. Incluso estuvo en la ejecución. ¿Cómo pudo ese hombre matarlo dejando una niña de dos años huérfana?. Era gente sin conciencia, tenían el cerebro lavado. Muchos años después no pude resistir y fui a verlo a su casa. Llamé a la puerta y él no se atrevió a abrir. Le temblaba la voz cuando, haciendo como que no me conocía, me dijo -'vuelva otro día, que la señora de la casa no está'. No fue capaz ni de abrir la puerta'. (Ch1401)

Parece tratarse, por tanto, de un clima de impunidad en el que los carabineros locales tenían el beneplácito para crear una atmósfera de miedo dirigida desde elementos de Patria y Libertad. Entra en juego, por tanto, un poder local como el brazo ejecutor de unas instituciones que son en definitiva las responsables del clima de terror e impunidad. Los asesinos no habrían actuado si el Estado no hubiera decidido convertirlos en tales.

Esta misma situación que estamos describiendo en Lautaro se produjo en otras zonas de la IX Región. Así, los casos estudiados en Melipeuco parecen responder a un esquema similar:

'Mi hermano se había pagado en el trabajo y fue a tomarse unas cervezas. Pagó con un billete grande. El otro no quería darle vuelto. Discutieron. El dueño del restaurante fue a carabineros y les dijo que mi hermano lo había amenazado con un cuchillo y que era comunista. Esa misma noche se lo llevaron.'(Ch3801)

b) Actuaciones de carácter específicamente político. En otros casos la represión se ejerció sobre connotados elementos políticos de la región. La tortura y muerte de Julio Hadad, la desaparición de Pedro Millalen o la persecución sistemática de diferentes miembros de las familias Catalán Lincoleo y Levinao se inscribirían en este segundo grupo. En este caso se trata de operaciones diseñadas desde 'estratos superiores', en ocasiones con personal especialmente desplazado desde Santiago.

2. La zona de Kurarewe, cercana a la frontera con Argentina

Aquí se realizaron operativos similares a los descritos en el estudio realizado por el CODEPU en la X Región, que citábamos en la sección anterior. Se trata de espectaculares exhibiciones de fuerza, con gran despliegue de medios terrestres y aéreos y decenas de soldados que llegaban a las casas. Los siguientes testimonios describen cómo se realizó el amedrentamiento en esta zona cordillerana:

'Era un gran miedo. Salíamos temprano de la casa al monte y no regresábamos hasta la noche para comer algo y dormir. Las mujeres quedaban en la casa, pero los hombres temprano se iban. Llegaban los carabineros, muchos, y revolvían todo o asustaban a la gente'. (M0306)

'Desde que ese mal vecino nos denunció por quedarse con la tierra, los militares llegaban constantemente a las casas. Mi primo tenía veinticuatro años y trabajaba en el campo. Por el miedo salíamos todo el día al monte, cargando a los niños. Quedaban las mujeres. Nosotros sólo íbamos a la casa en la noche, a buscar algo que comer, y a saber cómo estaban ellas. En la mañana y en la tarde llegaban los militares y lo botaban todo. A la gente que pillaban se la llevaban al monte con los ojos vendados. Eran como cinco o seis casas con ese problema. En ese lugar no se conocía política. Era toda gente incrédula y seguro que no participaban en nada. Mi tío no sabía leer ni firmar. Los militares lo fueron a ver una mañana y le llevaron a dos hijos. Él fue a reclamar y en eso lo tomaron a él y ya no volvió. Después de eso no fuimos más a preguntar. No se podía reclamar.' (M0301)

'El 11 de Septiembre yo estaba en la montaña cuando escuché un tiroteo, retumbaban los cerros. Dejé los animales y me vine a la casa. Llegando vi un militar. Me gritó -'Manos arriba. Bote esa arma que lleva'. Yo no llevaba arma sino el machete de monte y lo boté. -¿Y su papá -me dijo- dónde está escondido su papá?-. Eran un grupo grande de gente que lo andaban buscando. Preguntaban y como no tenían respuesta pensaban que estaba escondido en alguna parte y era por ganar tiempo. Por eso el que mandaba ordenó ametrallar toda la parte de arriba de la casa por si acaso él estuviera allí escondido. Aún se pueden ver las balas. Mi madre estaba abrazada con los niños, esperando a que pasara. Por fin se fueron. Desde lejos volvieron a ametrallar la casa. Los militares les habían dicho a los carabineros que mi papá tenía más de 200 hombres armados y que le tuvieran miedo. Pura mentira, sólo tenía una escopeta vieja y un revólver. Pero durante dos años siguieron viniendo a preguntar por las armas, hasta que se convencieron de que allí no había nada'.(Ch1501)

En la misma línea está el espectacular operativo en helicóptero realizado en Lonquimay para detener a los dirigentes comunistas Jorge Ayllón Lara, Julio San Martín y María Arriagada Jerez.

3. En Temuco se combinan las muertes por discrecionalidad de los carabineros con la detención de elementos connotados de los partidos de izquierda:

'A él llegó a buscarle la policía de investigaciones. Hace tiempo que lo tenían vigilado. Él creo que sabía lo que le iba a pasar porque un día me dijo: 'Usted, madre, no le converse a nadie si le preguntan por mí. Y si algún día yo faltara, cuídese mucho'. Eso es porque él ya había visto que habían detenido a varios de su mismo partido y pensaba que quizás le tocaría también' (Ch1001)

'Mi padre realizaba trabajo sindical obrero. Una vez estábamos quemando papeles y un vecino nos denunció diciendo que eran libros. Carabineros llegó a la casa. Sin esa llamada no habría primera detención. Después de eso lo vigilaban'.(Ch0501)

'La muerte de él es cosa que no se entiende. Lo balearon por caminar por la calle con el toque de queda. Nunca se metió en política, ¿qué iba a saber?. Así fue que lo mataron'. (Ch2601)

'Desde la ventana de mi casa se veía perfectamente como los carabineros se tomaban sus tragos y después le tiraban a la gente a las piernas por divertirse, o a los perros. Se reían de ellos, o de la gente si salía corriendo. A veces tenían a mucha gente botada en la calle con las manos en la cabeza por puro gusto...' (M2503)

En las muertes en el Complejo Maderero Panguipulli hubo casi un tercio de ejecutados que pertenecían al MIR o a alguna de sus ramas (especialmente el MCR). En nuestro estudio, en cambio, la mayoría de las víctimas con filiación política conocida eran militantes del Partido Comunista. Ello no significa que no hubiera presencia del MIR (que protagonizó buena parte de las tomas de fundos que acabarían en masacres), sino que probablemente no había una militancia abierta, o, especialmente en el caso de los mapunches rurales, habría un seguimiento de los líderes miristas con participación activa en tomas de tierras, sin llegar necesariamente a integrarse en la estructura partidaria.

En resumen, en la IX Región hubo varios niveles de intervención. Por un lado una guerra moral impulsada desde sectores de la derecha y ejecutada por los uniformados de la zona. Estos daban rienda suelta a sus posibilidades de protagonismo ante los señores locales, y de venganza con las personas de la comunidad en el contexto de una anuencia permisiva de los superiores. Esta estrategia obedecía, en realidad, a un diseño planificado desde niveles superiores de amedrentamiento colectivo y de terror. Junto a ello hubo una represión selectiva dirigida a los militantes de partido y a connotadas personalidades que simpatizaban con la izquierda. Al igual que en el estudio de Neltume, hubo connivencia entre carabineros y militares y participación directa de civiles con afinidad ideológica con la dictadura, algunos de los cuales señalaban las personas a desaparecer. Es decir, estamos ante un proceso represivo amplio en el que se mezclan como causas los factores sociales (antiguos problemas familiares por tierras o ganado dentro de las comunidades), culturales (problemas inter-étnicos) y políticos (militancia y actividad reconocida). [volver]


Notas

  • (A) Respecto al tema del denominado robo de animales por parte de personas mapunches José Quidel, Gabriel Llanquinao y Clodovet Millalen consideran que deben hacerse las siguientes puntualizaciones: (1) El robo de animales era generalizado. El PC lo estimulaba como una "restitución de algo propio", y hay gente que asumió esa explicación y estuvo de acuerdo con ella. No fueron sólo personas mapunches quienes adhirieron. (2) Tras las tomas de fundos las personas celebraban la toma durante mucho tiempo. Cuentan los peñis que estuvieron en esa época que se mataba a las mejores vaquillas del fundo y se carneaba para celebrar,y que a veces las celebraciones duraron varias semanas. Los dueños de fundo entendían que se les estaba robando sus animales. (3) Dentro de nuestra cultura el robo se usa como prueba para hacer leso al otro, para demostrar ante los demás su falta de habilidad e inteligencia. Esta es nuestra interpretación tradicional y antigua. Se podía hacer con las mujeres, los animales etc y tiene que ver con la alerta, con la necesidad de todo hombre mapunche de mantenerse despierto. Por ejemplo, si un hombre pacta con una mujer y la roba sin que su familia se de cuenta, o si llega a la casa y tiene relaciones con ella, eso es una viveza. No se puede tomar represalias. No es robo, sino viveza, y esta en lo que la comunidad considera adecuado. Si se da cuenta, entonces es cuando se castiga. La importancia de 'estar alerta' es tan importante como cualidad del hombre Mapuche que a partir del momento en que el hombre mapunche empieza a ser ganadero y no nómada aparecen modos de buscar el apoyo de los elementos sobrenaturales para que ayuden a 'estar alerta' y vigilar. Así por ejemplo, el uso de piedras Küra para evitar que otros puedan llevarse el ganado de uno. (4) Siempre se mantuvo la idea de que a los ricos hay que robarles, pero entre nosotros no deben tocarse los animales. Sería delito robar entre iguales. No sería delito tomar animales de la gente rica. Esto tiene que ver con el Principio de Reciprocidad que rige el funcionamiento mapunche. Si en alguna ocasión se toman animales de un igual, eso debe tener una causa. Algo debió hacer la persona rompiendo su relación de equilibrio con los demás (no acudir a funerales, no visitar a los demás, no compartir en ciertos momentos). (5) Antiguamente hubo ciertos troncos familiares que entre los mapunches identificamos como Weñefe que basaban su sustento en la consecución de animales. Este término tiene un sentido peyorativo negativo y en general las comunidades están rechazando a quienes reciben ese calificativo. Estas familias han desaparecido prácticamente en el actual contexto chileno.



  • Citar como: Durán Pérez, Teresa et al. Muerte y Desaparición Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica KO'AGA ROÑE'ETA se.x (2000) - http://www.derechos.org/koaga/x/mapuches/

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