Indivisibilidad de los Derechos Humanos.

Partimos para nuestro exámen de situación, del principio de que los Derechos Humanos son universales, interdependientes e indivisibles y consideramos que sin el goce de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos no puede garantizarse el desarrollo social, también derecho universal e inalienable.

Estos principios, además de estar reconocidos en el Preámbulo del Pacto, están aceptados por la comunidad Internacional. Así, la Declaración de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos realizada en Viena en Junio de 1993, expresa en su párrafo 3: apodos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre si La comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en forma global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso ..". O sea, que ese carácter de inescindibilidad del conjunto de los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, individuales y colectivos, necesariamente está presente en nuestras consideraciones, ya que la violación de unos lleva a comprometer la garantía de los demás.

En la situación particular de nuestro país, es fundamental para nuestro pueblo, partir de la estrecha e indisoluble relación entre democracia, desarrollo y derechos humanos.

La política económica y social implementada en la Argentina está llevando a grandes masas de la población a niveles antes nunca conocidos de desocupación (12% de desocupados totales y aproximadamente 10% de subocupados) y en consecuencia a la marginación y hambreamiento y se arrasa con los derechos sociales y las prestaciones estatales; todo ello se refleja en la vigencia y efectivo ejercicio de los derechos civiles y políticos. A este respecto el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ha manifestado: "En relación con los programas de estabilización [...] están causando la violación de los derechos económicos, sociales y culturales".

Las politizas económicas de corte neoliberal, en la Argentina, así como en otros países, producen exclusión de amplias mayorías de la población del uso y goce de sus derechos y las margina de la participación tanto en el proceso productivo como en las decisiones sociales y políticas. Se produce así una desciudanización, ya que no vale como título democrático la sola participación en los procesos electorales (que en nuestro país se cumplen en sus términos y plazos), sino que los hombres tienen que poder ejercer sus derechos humanos fundamentales, tales como el de trabajar; esto debilita también el sistema democrático.

A la resistencia natural a ese avasallamiento de los niveles de vida y trabajo de la población, el Estado opone medidas represivas que implican un recorte de las libertades públicas que se van incrementando: desalojos compulsivos de gente sin techo, impedimentos de distinto tipo en relación a manifestaciones, huelgas, y persecuciones a jóvenes, inmigrantes y otras se encuentran expuestas a Continuación de esta introducción. También institucionalmente el Gobierno, no olvidando la nunca abandonada doctrina de la "seguridad nacional", ha creado una Secretaría de Seguridad, constituida con el expreso fin de enfrentar los ase considerados "previsibles estallidos sociales".

Aunque no es este un tema específico, ya que el Comité de Derechos Económicos, sociales y culturales es el encargado de evaluar la vigencia de estos derechos, no podemos dejar de hacer una breve mención del estado de estos derechos en nuestro país.

El seguro nacional de desempleo beneficia sólo a un 11% de los desocupados. El 30,5% de los desempleados son menores de 20 años (correlativamente el número de causas abiertas en la justicia de menores aumentó un 135% en los últimos años).