Indice Volumen I

Colombia Nunca Más


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Yondó


En la lucha por la tierra el oro negro se mezcla con la sangre campesina

Capítulo IV

El municipio de Yondó pertenece al departamento de Antioquia y está ubicado en la margen izquierda del río Magdalena, frente a la ciudad santandereana de Barrancabermeja.

Hasta allí llegaban los indios Yariguíes que pasaban de Tora, su territorio, a explorar nuevas tierras para la caza y la pesca, encontraban cómo el petróleo, que aún no se conocía con este nombre, brotaba espontáneamente de los suelos de esas tierras y se empapaban en él para evitar las picaduras de los mosquitos.

Yondó era corregimiento del municipio de Remedios hasta 1978, año en que pasó a ser municipio. Fue, hasta que llegó la Shell, asentamiento de las haciendas propiedad de la familia Ospina (de la cual es descendiente el ex presidente Mariano Ospina Pérez) que era propietaria de casi la mitad de este territorio. Los Ospina son descendientes del conquistador Francisco Martínez de Ospina. Esta familia de conquistadores y colonos alternaron sus actividades con la explotación minera.

El territorio de Yondó, cercano a río, fue aprovechado por los Ospina para enviar ganado desde Montería para que fuera cebado allí y comercializarlo posteriormente en Medellín. (1) En este territorio esa familia tenía establecida la Compañía Pecuaria del Cimitarra Ltda. que estaba integrada por varias haciendas destinadas al engorde de ganado; entre éstas estaban San Miguel del Tigre, San Luis Beltrán y la Cimitarra. Las dos primeras se convirtieron posteriormente en corregimientos del municipio.

Esta compañía operó como empresa comercial hasta mediados del siglo XX, cuando a raíz del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, debieron emigrar debido a su pertenencia al partido conservador. Los antiguos trabajadores se quedaron en la región como colonos.

En Yondó se han vivido tres procesos de colonización: entre 1915 y 1950, éste fue incipiente y los propietarios de la tierra eran los Ospina; entre 1950 y 1970, periodo que permaneció la SHELL explotando el petróleo y que intensificó la llegada de colonos; y a partir de 1970 cuando la Shell se retira de la concesión y revierte los campos al Estado colombiano.

A principios del siglo XX, José Joaquín Bohórquez, poblador de la región informó a Roberto de Mares sobre los brotes de "aceite negro" en ese territorio. De Mares se desplazó hasta el lugar y comprobó la riqueza de los yacimientos de petróleo, ante lo cual gestionó con el gobierno la concesión de la explotación del mineral. Esta fue otorgada efectivamente en 1905, pero solo hasta 1938 se estableció en la margen izquierda del río Magdalena, en Yondó, la compañía anglo holandesa SHELL, filial de la Royal Dutch de Holanda. Empezó a comprar los terrenos a la familia Ospina, hasta adquirir un total de 58.000 hectáreas por un valor de ocho millones de pesos. Todas las tierras pertenecientes a los Ospina quedaron integradas en la concesión Yondó que

abarcó una extensión de 146.000 hectáreas en total. Esta concesión se pactó el 6 de junio de 1945, fecha en que la SHELL inició el proceso de comercialización del crudo y se fijo por 40 años. (2)

Así se selló el destino de Yondó y sus pobladores, que pasaron de vivir en medio de grandes extensiones de tierra dedicadas a la ganadería en beneficio de una sola familia a depender de la explotación petrolera en manos de una compañía extranjera.

Los trabajadores que empezaron a ser contratados por la Shell, debían trabajar en condiciones infrahumanas, con el agua a la cintura y las piernas llenas de sanguijuelas; debían permanecer durante toda la jornada de trabajo así e incluso almorzar allí ya que las condiciones de transporte no les permitían ir a los casinos a medio día.

Aún en medio de esas difíciles condiciones de trabajo, llegaron a Yondó muchas personas provenientes de Córdoba, Sucre, Bolívar y de las partes bajas del río Magdalena, los que llegaban con la esperanza de que al engancharse con una petrolera internacional, irían a cambiar sus condiciones de vida.

Fue precisamente en medio de esas condiciones de trabajo como se popularizó entre los obreros de la SHELL el término Casabe (3) para de manera irónica graficar la dureza del trabajo que allí se realizaba. El término se popularizó de tal manera que cuando la empresa logró perforar su primer pozo en 1941, lo denominó Casabe 1 y así sucesivamente hasta llegar al pozo Casabe 470 en 1965. Igualmente al campo en que se encontraban estos pozos se le denominó Campo Casabe.

Los trabajadores de la SHELL organizaron, a finales de 1940 su sindicato, SINTRA SHELL, el que tuvo que funcionar en sus comienzos en la clandestinidad ya que la empresa despedía a quienes se afiliaban a él o tenían la intención de hacerlo, acusándolos de comunistas. Las reuniones sindicales entonces se realizaban después de la jornada laboral en los montes cercanos al campamento. De esta forma levantaron su acta de constitución y eligieron Junta Directiva, cuyo primer presidente fue Antonio Pérez, afiliado al Partido Comunista. (4)

A pesar de la jerarquizaron que la SHELL estableció entre sus trabajadores, rodeando de lujos a directivos y algunos empleados, la lucha del sindicato logró que la empresa les fuera otorgando a sus obreros condiciones de vida favorables y la prestación de servicios de salud, educación y recreación. Esto en contravía a otro tipo de atención que prestaba la misma empresa en otros países donde también tenía inversiones.

A pesar de esto las relaciones obrero patronales eran frías y distantes y se limitaban al aspecto laboral solamente.

En 1948 ocurrió el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán; éste gozaba de gran simpatía entre los trabajadores petroleros tanto de Barrancabermeja como de Yondó, lo que hizo que, enterados de su asesinato, los trabajadores de la SHELL se unieran a las protestas por este asesinato y conformaran, a manera de resistencia, un Comité Revolucionario integrado mayoritariamente por liberales, pero que contaba con el apoyo de los obreros comunistas, unos diez o quince, entre ellos el presidente de Sintra Shell. Este Comité se limitó a encarcelar a los pocos conservadores que había en Yondó, sin embargo no se presentaron muertes ni atropellos. Tampoco se paró la producción de crudo.

En los talleres de la empresa se fabricaron armas y la dirección general de las acciones del comité estuvo a cargo del presidente del sindicato, quien posteriormente se unió a la resistencia armada contra el régimen conservador liderada por Rafael Rangel.

El movimiento que se generó en Yondó tuvo poca duración y al final sus participantes fueron encarcelados y sometidos a Consejos de Guerra.

Para esa misma época, el gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez, había promovido la creación de la Unión de Trabajadores de Colombia UTC, de carácter confesional, y utilizó la violencia para lograr la afiliación de los sindicatos a esta central de trabajadores en detrimento de la Central de Trabajadores de Colombia CTC, de filiación liberal, a quienes tildaba de comunistas.

A partir de 1950, empiezan a llegar a Yondó muchos campesinos que estaban saliendo de sus tierras en el bajo Magdalena, debido a la violencia partidista que se generó después del asesinato de Gaitán, estos se establecían en terrenos de la Shell, la empresa que comenzó a imponer límites y a ejercer controles contra los campesinos que no estaban carnetizados por la empresa. Ante esto, los campesinos resistían y trabajaban día y noche para garantizar la producción agrícola de los terrenos ocupados y que estaba bajo la tutela de la Shell por orden gubernamental. Organizaron rondas de producción y vigilancia para evitar que la empresa se diera cuenta de los trabajos que estaba adelantando.

Muchas veces los campesinos fueron llevados presos pero al salir retornaban a los terrenos incluso con más colonos que incrementaban el número de ocupantes de esos terrenos. Como consecuencia de las luchas campesinas, en 1963 la Shell transfirió al Instituto Colombiano de la Reforma Agraria-INCORA-la hacienda El Tigre, propiedad de la concesión Yondó y que tenía una extensión de 1766 Hectáreas. Los terrenos debían ser parcelados y distribuidos entre los campesinos residentes en las veredas y los de la concesión Cantagallo donde tenían problemas similares. Lo particular de esta acción aparentemente generosa, era que los terrenos entregados para parcelar estaban ubicados en un área no requerida en los trabajos de explotación de la concesión.

1. De la Shell a Ecopetrol

En 1965, la producción de los campos petroleros de Yondó se redujo a 10.000 barriles diarios, mientras que en la década del 55 al 65 la producción diaria era entre 42.000 y 46.000 barriles diarios. Igualmente para esa época el precio internacional del crudo se redujo a dos dólares por barril, lo que a juicio de la Shell no justificaba para continuar con la explotación del crudo.

Ante esta circunstancia, la empresa no consideró rentable su estadía en la región hasta 1985, fecha en la cual vencía la concesión y la casa matriz Royal Dutch impartió la orden de suspender labores en Colombia. Se le notificó al gobierno colombiano la decisión de anticipar la reversión y se despidió a la gran mayoría de trabajadores del campo petrolero. En 1968 la Shell redujo sus operaciones al mínimo, manteniendo solamente la actividad extractiva. En 1972, los 63 trabajadores que habían quedado luego de la reducción de personal pasaron a depender laboralmente de Ecopetrol. (5)

En 1975 la Shell solo mantenía activo un grupo de trabajadores encargado del mantenimiento de los pozos en producción y de alguna maquinaria.

La custodia de los bienes dejados por la Shell no fue recibida por Ecopetrol ni por el departamento de Antioquia. Sólo el Ejército aceptó esta labor e instaló allí el Batallón Nueva Granada, adscrito a la V Brigada de Bucaramanga.

2. La Recuperación de la Tierra: Crimen de los Desposeídos

Los campesinos de Yondó ocuparon los terrenos abandonados por la Shell, estos pasaron a ser propiedad Estado y con ello la persecución de los ocupantes dejó de ser tarea de la empresa extranjera, pero continuó por parte del Ejército Nacional, "a muchos les costó la vida, a otros muchos golpes pues se reprimía la entrada al pueblo" (6). El conflicto por la posesión de la tierra siguió siendo el mismo, la única diferencia es que los campesinos ya no eran perseguidos por extranjeros sino por el Ejército de su propio país que veía las recuperaciones de tierras adelantadas por las organizaciones campesinas como un proyecto subversivo. Las repetidas detenciones, las amenazas y expulsiones de los colonos que se ubicaron en los terrenos que habían sido de la Shell, así como la persecución y la eliminación física de los campesinos organizados, formaron parte de la cotidianidad de los pobladores de Yondó durante la década del 70.

Hacía los años 70 se desarrollaron las Juntas de Acción Comunal y la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -ANUC que canalizaron los inicios de organización que existía en la región desde los tiempos de la Shell.

Estas organizaciones lograron la cohesión, solidaridad y participación de los campesinos en la solución de sus principales necesidades. Posibilitaron también adelantar obras en favor de las comunidades con proyectos de diversificación económica y de granjas comunales.

La ANUC recibió, en sus primeros años el respaldo de organizaciones como la ANAPO Socialista y del párroco de la población, en esa época sacerdote Eduardo Díaz, que logró articular al campesinado en torno a la recuperación de tierras para la producción agropecuaria.

La ANUC seguía los lineamientos de la ANAPO Socialista, recibiendo apoyo importante por parte de ésta, y sus luchas, además de buscar la tenencia de la tierra, buscó la cesión de las viviendas dejadas por la Shell y el establecimiento de un colegio para los hijos de los campesinos.

Estas luchas y logros campesinos no pasaron desapercibidas para El Estado, en cabeza de los militares en la región. En 1972 fueron detenidas doce personas por parte del Ejército, todos ellos torturados, sindicados de pertenecer al Ejército de Liberación Nacional, y condenados en juicio militar que se conoció como el Consejo Verbal de Guerra de Campo Casabe, en el cual los procesados fueron condenados teniendo como prueba única, las indagatorias tomadas a los detenidos bajo torturas. El único detenido que se pudo identificar fue Henry Parada.

Alrededor de 1978, la ANAPO Socialista en la región dio paso al Movimiento 19 de Abril, que tomó como base en la región a la población de Yondó. Por tal motivo estuvieron allí muchos de sus más importantes dirigentes: Israel Santamaría, Carlos Pizarro, Andrés Almarales, etc. Así mismo llegaron allí parte de las armas sacadas del Cantón Norte en Bogotá el 31 de diciembre de 1978, por esa organización insurgente, las que quedaron disponibles para la estructura militar del M-19 conformada allí.

La presencia guerrillera en el municipio fue percibida por los campesinos de una manera diferente a las actitudes que asumía el Ejército. Los guerrilleros establecían relaciones amistosas con los campesinos, hablaban con ellos, les planteaban la importancia de organizarse, le hablaban de la realidad del país y del abandono de que eran víctimas los pobladores del campo. Desde que la guerrilla apareció en la zona, se produjo un cambio en la gente, no se peleaban, no había robos, porque la guerrilla controlaba estos problemas. Para la gente del campo estos se constituyeron en una especie de gobierno, con la diferencia de que se les tenía más respeto, "porque lo que hablan lo cumplen". (7)

Sin embargo, el incremento de la presencia guerrillera en Yondó no fue más que la disculpa para el accionar represivo del Estado. Lo que realmente se estaba castigando por parte de los militares era el alto nivel organizativo y de lucha por sus derechos de los campesinos del municipio. Por este motivo muchas personas fueron detenidas, torturadas y enviadas a la cárcel La Picota de Bogotá para ser investigadas. El campesinado fue acusado por el Ejército de apoyar y ser cómplice del M-19. Sobre esta acusación, Braulio Mancipe, para entonces miembro de la organización campesina, que fue detenido y torturado por las Fuerzas Militares dijo: "..esta es una cuestión que ni el gobierno ni el ejército entienden, o si lo entienden no lo quieren aceptar. Yes que al campesinado por lógica le toca convivir con la guerrilla. Por qué ? Porque la lucha y el sacrificio del campesino por construir su vida en su parcela no le permite abandonarla sólo porque la guerrilla se hizo presente en la región donde él víva". (8)

Braulio Mancipe fue detenido por el ejército el 22 de julio de 1979 en la vereda Caño Negro y sometido a colgadas, golpes, plantón y vendas en la cara, estas torturas y malos tratos le dejaron secuelas. Fue sindicado de rebelión por las mismas fuerzas militares y como consecuencia estuvo recluido en la cárcel La Picota, en Bogotá.

• Junto a Braulio Mancipe, y por las mismas razones, fueron detenidas en 1979 por las fuerzas militares que se amparaban en el Estatuto de Seguridad, expedido por el gobierno del Presidente Turbay, muchas personas deYondó, todas ellas sometidas a diversas formas de torturas y malos tratos concretados en golpes, plantón, privación de alimentos, aislamiento, injurias, amenazas, interrogatorios prolongados, etc. La mayoría de ellos fueron recluidos en la cárcel La Picota de Bogotá y allí juzgados en un Consejo Verbal de Guerra. Otros fueron mantenidos privados de la libertad en la base militar de Casabe y algunos enviados a cárceles de Medellín, Bucaramanga y Barrancabermeja. Las identidades de algunos de los detenidos son: Emperatriz Sandoval, Nancy García, Georgina Mejia, Braulio Carrillo, José Carrillo, Pablo Fonseca, Marcos Fríos, Ramiro Giraldo, Antonio Gómez Echeverry, Antonio Jaramillo, José Graciano Jiménez Gaviria, Roberto Antonio López Mejia, Rubén López, Germán Alarcon Bedoya, Martín Ballesteros Robles, Juan Bautista Corredor, José Absalon Molina Zapata, Luis Molina, Francisco Arquimedes Monroy, Gilberto Montalvo, Luis Eduardo Montalvo Mahecha, Rafael Montalvo Mahecha, Ricardo Montalvo Mahecha, Manuel Salvador Morales Muñoz, Saulo Morales, Ángel M. Orozco De Gallego, Ernesto Orozco Chavez, Abel Parra Rueda, Alcides Parra Tamayo, José Parra, Henry Posada Torres, José De Jesús Pulgarin, José De Jesús Pulgarin Cortes, José Ríos, Marco Fidel Ríos Muñera, Hernán Rivera, José Roseli Rivero Cortes, Martín Robles, Pablo Robles, Rafael Robles, Hernando Gutiérrez, Aristogenes Luna, Leovigildo Luna, Martín Mahecha Camacho y Raúl Mahecha Camacho.

De los muchos campesinos que fueron perseguidos, torturados y encarcelados en esa época, se pudieron identificar los 40 de la lista anterior entre los muchos que fueron criminalizados por el delito de organizarse y luchar por su tierra y su dignidad como seres humanos.

Esta persecución sistemática contra los líderes de las organizaciones campesinas, especialmente de la ANUC, debilitó sensiblemente la organización campesina.

En 1980, algunos activistas de la ANUC Línea Sincelejo, reinician el apoyo a las luchas por la tierra y a la reorganización campesina de la región. De esta manera en agosto de 1980 se adelanta la toma en la vereda Yacaranda, con 29 familias, en la cual se recuperan 1.200 hectáreas después de un largo proceso que incluyó la ocupación de la catedral de Barrancabermeja durante 43 días para presionar la devolución de las tierras ocupadas por los campesinos que fueron desalojados.

A pesar de las dificultades, el apoyo de la ANUC nacional es muy importante y es así como las luchas campesinas continúan y para 1983, "...el movimiento campesino del Magdalena Medio tiene una diferencia con el de otras zonas del país pues se mantiene unido y sus luchas por la toma de la tierra vienen creciendo. Hay en la actualidad 15 frentes de tomas de tierras..." (9) y al ritmo de las luchas campesinas, sigue la represión "el primero de marzo asesinaron al compañero José Martínez en la vereda San Francisco, municipio de Yondó. Posteriormente fue asesinado José Luis Padilla, vicepresidente de la junta de Yondó. El compañero presidente, Carlos Segundo Robles fue visitado en su casa el 19 de abril el 19 de abril por tres desconocidos que le conminaron a que abandonara la región o de lo contrario su vida corría peligro. En todas las zonas donde han sido asesinados compañeros campesinos, han hecho saber que tienen una lista de 11 donde estamos todos los dirigentes campesinos" (10)

En el aspecto organizativo se conformaron varios Comités Veredales de Usuarios Campesinos a partir de los cuales se constituyeron legalmente, con personería jurídica, las Asociaciones Municipales de Barrancabermeja, Puerto Wilches, Yondó y Sabana de Torres, existiendo además una coordinadora de los cuatro municipios que centralizaba tareas y que fue el antecedente inmediato para la creación de la Asociación Regional de Usuarios Campesinos. Esta naciente organización campesina expuso ante el gobierno de Belisario Betancur los tres aspectos que a su juicio eran los que afectaban de un modo particular a los campesinos: La inseguridad, la tenencia de la tierra y las políticas de fomento agropecuario. (11)

A pesar de haber logrado convertirse en municipio, en 1978, la situación de los pobladores de Yondó no mejoró, muchos de los habitantes de las veredas atemorizados por la agresiva presencia del Ejército entre ellos prefirieron irse a buscar nuevas tierras donde vivir más tranquilos y en condiciones más favorables para sobrevivir; de otra parte, en la cabecera municipal uno de los más graves problemas que se presentó fue el desempleo. Los habitantes del incipiente casco urbano habían centrado sus expectativas en Ecopetrol, que para ellos debía convertirse en una fuente de empleo y además la entidad, como parte del Estado, debía contribuir a diversificar la economía local (12). Partiendo de esa realidad, en 1984 se conformó la Asociación de Desempleados deYondó, que empezó a gestionar ante Ecopetrol y los contratistas de la petrolera, para que proporcionaran empleo a los lugareños. Este tipo de organización rápidamente se difundió hacía otros municipios de la región con problemas similares.

Esta actitud firme de los campesinos deYondó, tuvo sus costos:

• El 3 de abril de 1983, los jóvenes miembros del Partido Comunista José Eduvino Vera, Antonio Mena y Antonio María Aldana fueron torturados y asesinados por el grupo paramilitar MAS. Los cadáveres presentaban desfigurado el rostro.

• El 23 de octubre de 1983 el campesino Henry José Neftalí Valencia Ramírez, de 58 años de edad, fue desaparecido y asesinado por el grupo paramilitar MAS. Su cadáver fue encontrado en el río Magdalena en la cabecera municipal de Barrancabermeja; su cuerpo presentaba señales de crueles torturas y seis impactos de bala.

• El 23 de abril de 1984 Nelson Fabio Castañeda fue desaparecido en la vereda San Francisco.

• El 19 de agosto de 1984, aparece el cadáver de Felipe Chaparro, colgado en un árbol.

Según el Ministerio de Agricultura, el Magdalena medio comprende 38 municipios pertenecientes a los departamentos de Santander, Antioquia, Boyacá, Caldas, Cundinamarca y Bolívar y cubre una superficie de 33.304 kilómetros cuadrados, para una población calculada en 1983 de 834.750 habitantes, de los cuales el 55% viven en el sector rural. En lo que se refiere a la estructura agraria el 14.4% de los grandes propietarios (500 o más hectáreas por unidad de explotación) poseen el 66% de la superficie agropecuaria de la región y el 85.6% solamente el 34% restante. (13)

Las luchas campesinas en Yondó fueron por la posesión de la tierra. En la región se recuperaron 27 predios que sumaban 36.000 hectáreas. A raíz de estas luchas la represión se intensificó y en respuesta 6.000 campesinos de Yondó se tomaron, entre los meses de enero y febrero de 1986, el Parque Infantil de la ciudad de Barrancabermeja. Los campesinos se desplazaron a Barranca para exigirle al gobierno la protección para sus vidas y sus bienes.

La situación que se vivía, y que llevó a sus pobladores al éxodo, se expresaba así: "El municipio de Yondó es una zona conformada por unas 40 juntas comunales; es un municipio muy rico, pero pobre en derechos humanos o sociales. Aquí llega el gobierno, nos promete cosas, conocen la situación, pero echan todo el problema debajo del escritorio... las escuelas son unos ranchos que nosotros mismos hacemos a veces; incluso nosotros mismos pagamos a los maestros...". "No hay ayuda técnica, no hay ayuda en los préstamos, no hay semillas, no hay abono, no tenemos ni siquiera la posibilidad de expresarnos, porque cuando lo hacemos somos asesinados, somos perseguidos por los militares, que cuando no están vestidos de uniforme están vestidos de civil y conforman los grupos paramilitares. Nosotros creemos que si volvemos a nuestras tierras en las condiciones en que estamos, las personas que nos hemos puesto prácticamente al frente de la coordinación de esto, dentro de poco vamos a estar muertos. Vamos a se/ asesinados porque siempre es lo que ha pasado... Aquí se mueve de todo. Hay conservadores, hay liberales, hay simpatizantes de la UP, pero el gobierno solo garantiza elecciones libres para los conservadores y liberales." (14)

La actitud de los militares frente a la población se refleja en el caso de Samuel Tapasco, que fue asesinado por un suboficial del Ejército el 9 de febrero de 1986 "El Ejército penetró aquí por el municipio de Yondó. Esta fue una operación de rastreo, buscando a la guerrilla, pero a los que rastrearon era a los ciudadanos hombres y mujeres que venían cumpliendo con su deber. Entrando a la zona cogieron a un arriero, un señor conocido en toda la zona de Cimitarra, y porque el señor tenía un papelito que hablaba de la UP le retuvieron su cédula y su papel de inscripción para las elecciones; lo vistieron de militar, le pusieron un equipo para que lo cargara como si fuera una bestia. El Ejército ya nos había prevenido que por cada soldado que matara la guerrilla, ellos iban a matar un campesino, y que por cada oficial muerto, ellos iban a matar a diez campesinos. Hubo en ese momento que tenían al arriero un enfrentamiento con la guerrilla, y ésta les mató un soldado; entonces ellos cogieron y mataron al arriero...lo mataron en San Francisco. Los hechos que estamos denunciando se pueden comprobar ante la justicia" (15). El ejército presentó a la víctima como "guerrillero muerto en combate".

A pesar de las razones de fondo presentadas por los campesinos para salir a exigirle al gobierno el respeto a la vida, la fuerza pública trató de desvirtuar el carácter de la movilización, diciendo que la protesta era una maniobra política de la guerrilla.

El 21 de febrero de 1986 se llegó a un acuerdo con los campesinos de Yondó, comprometiéndose el gobierno a garantizar el libre tránsito de los campesinos en la región, a poner en marcha un plan de rehabilitación económica por medio de créditos y a atender las principales necesidades de salud de la población.

Sin embargo, la ola represiva se mantuvo y otras de sus víctimas son:

• El 7 de febrero de 1986, el campesino Israel Ramírez fue detenido y asesinado por una patrulla militar. Posteriormente un capitán de apellido Marín Rodríguez lo presentó como "guerrillero muerto en enfrentamiento".

• El 9 de febrero de 1986, fueron detenidos por militares en la vereda San Francisco y torturados los campesinos Deovanis Martínez, José Francisco Altahona y Reinaldo Altahona, a éste ultimo le destrozaron la mandíbula de un disparo; además les robaron pertenencias por un valor aproximado de $200.000 pesos.

• El 12 de junio de 1986 fueron asesinados por paramilitares que se identificaron como TOXICOL 90, los dirigentes comunales Federman Jiménez Várela, Salvador Uribe Pinzón, Fermín Robles Cordero; y el ex Concejal Cesartulio Atencio Mendoza. El hecho se presentó en la inspección de policía departamental San Miguel del Tigre.

• El 2 de marzo de 1987 el Concejal por la Unión Patriótica Miguel Díaz Silva fue asesinado en la vereda El Tigre por paramilitares.

• El 17 de abril de 1988 Manuel Chacho Albarracin, de 26 años de edad, fue acribillado de tres disparos por desconocidos, en el corregimiento Caño Negro.

• En mayo de 1988, Carlos Segundo Robles, que fuera fundador y fiscal de la Asociación de Desempleados deYondó, sufrió un atentado mientras prestaba el servicio de celaduría en un parqueadero. A las 9:00 p.m. llegaron hasta allí tres desconocidos y lo atacaron con cuchillos, produciéndole heridas en el estomago, pecho y espalda. Le perforaron el hígado y el intestino. A raíz de esto fue internado en un hospital de Barrancabermeja, donde le salvaron la vida.

El 10 de julio de 1988, cuando Carlos Segundo se dirigía en bus de Barrancabermeja a Yondó, varios individuos que se movilizaban en el mismo bus, hicieron que éste se detuviera en el camino para ellos bajarse y cuando lo hicieron le dispararon a Carlos desde la carretera. Tres balas le penetraron por la clavícula y le afectaron la columna vertebral, le produjeron una lesión en la médula espinal a la altura de la quinta vértebra, dejándolo paralítico. Fue internado en un hospital de Bucaramanga, y de allí hubo que sacarlo debido a las continuas amenazas de muerte que seguía recibiendo, fue necesario recurrir para ello a la Procuraduría para que le brindara protección.

Fue trasladado a Bogotá para continuar con su atención, y estando recluido en un centro hospitalario, fue necesario sacarlo nuevamente de allí precipitadamente porque unas personas desconocidas lo buscaban insistentemente.

Carlos Segundo, además de Fiscal de la Asociación de Desempleados hacía parte de la ANUC municipal y ayudó a crear el Frente Común, organización política en la cual participaban los desempleados, el magisterio, los usuarios campesinos y personas sin partido. Esta organización, en marzo de 1988 había presentado su propia lista a elecciones para Concejo y lograron elegir dos, uno de los cuales era él.

• El 20 de junio de 1988 fue encontrado asesinado el dirigente comunal y miembro de la Unión Patriótica Edgar Tellez Ortega de 20 años de edad, en el sitio La Cueva del Mico.

• El 9 de agosto de 1988 fue asesinado Alvaro Rico de 38 años de edad en la finca El Rancho ubicada en la vereda La Ciénaga.

• El 13 de agosto de 1988 fue asesinado el campesino Félix Guzman Nuñez de 28 años de edad; el hecho ocurrió en un fundo de la vereda El Campo.

• El 7 de diciembre de 1988 tres escoltas del alcalde Braulio Mancipe José Antonio Corredor de 19 años, Noris Isabel Romero de 37 años y José Nader Córdoba de 19 años, fueron desaparecidos por desconocidos en momentos en que salían de una residencia en Yondó. Braulio Mancipe fue elegido alcalde popular por la Unión Patriótica.

3. Persecución Militar a la Organización Comunitaria

Los operativos militares que se iniciaron a partir de 1989 en Yondó tenían como justificación, por parte de los militares, la persecución a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC que habían incrementado su presencia y accionar en el municipio. Pero la realidad de lo sucedido mostró que el objetivo de la utilización de la fuerza por parte de las tropas oficiales era otro muy distinto. La lucha contra la guerrilla era solamente la disculpa que se utilizaba para pretender encubrir los atropellos cometidos contra los pobladores.

La persecución de la Fuerza Pública contra los campesinos de Yondó siguió incrementándose y mientras más avanzaban las formas organizativas campesinas, más se arreciaba la persecución contra estos. Ya muchos habían sido desaparecidos, asesinados y torturados por sus luchas por la tenencia de la tierra, por condiciones de vida dignas y por buscar alternativas políticas para la construcción de su propio destino. Pero lo peor estaba por venir.

La Cooperativa de Medianos Agricultores de Antioquia, COOPEMANTIOQUIA, había sido creada por los campesinos deYondó con el fin de prestar servicios de calidad a sus asociados, de comercializar productos agrícolas en condiciones favorables para los productores y de avanzar en la tradición organizativa que se tenía.

Esta Cooperativa contaba con el apoyo de la administración municipal que se encontraba dirigida por la Unión Patriótica y así, el 20 de febrero de 1989 la alcaldía municipal facilitó maquinaria y trabajadores para que adelantaran algunas obras tendientes a facilitar la construcción de un proyecto de vivienda campesina y una empresa comunitaria en la vereda Puerto Nuevo Ité, promovidas ambas por COOPEMANTIOQUIA.

Apenas cinco días después de iniciadas las obras, el 25 de febrero de 1989, a la 6:00 a.m. se iniciaron una serie de bombardeos por parte de 5 helicópteros adscritos a la XIV Brigada del Ejército acantonada en el municipio de Puerto Berrío. Este se llevó a cabo sobre las veredas La Congoja, Puerto Nuevo-lté, San Francisco Alto, Támara y El Ité; fue bombardeada y saqueada COOPEMANTIOQUIA, con el pretexto de que la maquinaria que allí se encontraba era utilizada para la construcción de una pista clandestina destinada a permitir el aterrizaje y despegue de aeronaves que transportarían narcóticos propiedad del IV frente de las FARC.

Incluso el 27 de febrero, el General Carlos Julio Gil Colorado, entonces comandante de la XIV Brigada del Ejército, solicitó al Procurador Regional de Puerto Berrío investigara disciplinariamente al alcalde deYondó, Braulio Mancipe, ya que a decir del alto oficial éste había contratado personal y dispuesto de maquinaria para que "efectuara unos movimientos de tierra para construcción ilegal de una pista de aterrizaje ubicada en PUERTO NUEVO sobre el río Ité; la que iba a ser utilizada por la IV cuadrilla de las FARC en forma clandestina para actividades al margen de la ley". (16)

Y agrega más adelante: "De los citados hechos, se tuvo conocimiento el día 25 de febrero/89, cuando tropas orgánicas de esta Brigada efectuaron una operación en el sector general de PUERTO NUEVO sobre el río Ité, encontrándose una escuela de adoctrinamiento de las FARC, armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares y víveres para abastecer a 250 hombres; además de propaganda comunista en los alrededores de dicho campamento pudo observarse un cultivo considerable de plantaciones de coca." (17)

El general se refería en su comunicación al operativo que describió el gerente de la Cooperativa así "...a las siete de la mañana, en basto operativo militar dirigiendo helicópteros artillados y aviones incursionaron con bombardeos en los predios de la Cooperativa y nosotros prácticamente viendo todo aquello pues salimos corriendo, y nos fuimos hacía la montaña. Luego como a los quince días volvimos, tuvimos que dejar eso abandonado, destruyeron parte del local de la tienda y de la caseta comunal, ahí habíamos ocho o diez personas que se presenciaron eso; yo alcancé a ver los helicópteros porque estaba cortando estacas, eso fueron tres horas de bombardeos porque duraron dando vueltas y rodeando la zona y ametrallando... lo que fue destruido fue la sede de la Cooperativa en parte, se quemó una casa...además ellos después del bombardeo se bajaron e hicieron destrozos en casa por casa las visitaban y se llevaban todo, destruían una por una... Además cuando nosotros regresamos a los quince días de lo sucedido hicimos inventario de todo lo que había en la Cooperativa...de todo lo que se llevaron y destruyeron, también consumieron gaseosas, cervezas, etc". (18)

Los militares entregaron al Juez 21 de Instrucción Criminal de Puerto Berrío víveres por valor de un poco menos de tres millones de pesos; sin embargo lo que había como existencias en ésta ascendía a un valor de seis millones de pesos, esto significa que se perdieron, como por arte de magia, unos tres millones de pesos en víveres, sin contar los daños al local y otros enseres que se encontraban allí.

Sin embargo, eso no fue lo peor; en el desarrollo de estos hechos fue desaparecida y asesinada Sandra Patricia Velez Velez, de 14 años de edad, por los militares de la XIV Brigada. Sandra Patricia tenía 4 meses de embarazo. La exhumación del cadáver fue realizada por el Cuerpo Técnico de Policía Judicial de Barrancabermeja el 12 de julio de 1990. Según una fuente, existieron pruebas de que durante algún tiempo Sandra Patricia estuvo en las instalaciones de la XIV Brigada en Puerto Berrío.

Este operativo, que fue comandado por el Teniente Coronel Francisco Leonardo Ortiz, duró 13 días y causó, además de las agresiones directas a los campesinos, daños materiales y pérdida de cosechas y semovientes de los labriegos.

Pero éste era solo el comienzo de lo que se venía. En mayo de 1989, tres meses después del operativo, el alcalde del municipio denunció ante el gobierno nacional, concretamente ante el Ministro de Gobierno, Dr. Cesar Gaviria Trujillo, el accionar paramilitar en la región de Barbacoas y le hacía un llamado para que emprendiera las acciones necesarias para combatir estas agrupaciones. «El pasado 9 de mayo hicieron presencia en esta vereda más de 20 hombres vestidos de civil, reunieron los campesinos, les arengaron en contra de la guerrilla y se identificaron como autodefensa campesina, amenazándoles que de no unírseles les masacrarían».

Las víctimas de los paramilitares fueron: Henry Arevalo y Darío Herrera, Campesinos torturados y asesinados por paramilitares del grupo Muerte A Secuestradores. A las víctimas les fueron cercenadas las extremidades y la cabeza. Estos hechos se presentaron el 22 de junio de 1989 en la vereda Barbacoas.

Darío Rubio, Militante de la UP fue asesinado por miembros del grupo paramilitar, el 25 de junio de 1989.

El Ministro nunca respondió la solicitud del Alcalde, sin embargo dos meses después se presentaron los ataques aéreos contra la población campesina que dejó un saldo mayor de víctimas que el bombardeo de febrero. Resulta paradójico que el operativo militar fuera en una zona distante, ubicada al lado opuesto, de aquella donde operaban los paramilitares.

El 25 de julio de 1989, son bombardeadas por parte de helicópteros artillados de la XIV Brigada, las veredas La Congoja, San Francisco, Bocas y Caño Blanco.

Jhonsero Miguel Mosquera fue el primer campesino víctima de este nuevo ataque a la población. Fue asesinado por militares de la XIV Brigada, en la vereda Ité. Su cuerpo fue encontrado sin orejas, castrado y con señales de quemaduras.

Pero no solo los adultos sufrieron la persecución sangrienta de los miembros de la XIV Brigada, José Nil Martínez Cardona, de 12 años de edad, fue detenido y torturado por militares. Lo detuvieron en el sitio conocido como la "YE", cuando viajaba en un vehículo de carga por la vía que conduce de la vereda La Soledad a este municipio, " entonces me bajaron y me dijeron que yo me quedaba con ellos, porque a mi me había mandado la guerrilla a mirar donde estaban ellos, después me subieron a un filo y me tiraron al suelo y me pusieron una toalla mojada en la boca y me echaron agua, y que les dijera donde estaba la guerrilla y que si no les decía me mataban, me ponían las patas en el pecho y me pisaban los pies... me hacían acostar en el suelo y me colocaban un arma en la boca, que dijera donde estaba la guerrilla porque sino decía me mataban, tirado en el suelo el cabo Rodríguez me pegaba puños en el estómago, el comandante le dijo a una señora que le prestara una pica y una pala para hacer una fosa para meterme ahí dentro. Uno que le llaman «Chupasangre» trajo un cuchillo y me decía: "gran hijueputa a mí si me va a decir dónde esta la guerrilla porque yo soy el chupasangre'. entonces el comandante me puso un cuchillo en el pecho, entonces uno dijo 'no mi comandante ese esta muy pequeño traigan uno más grande o un machete', entonces cuando iban a buscar el cuchillo grande le dijo el comandante 'no, no este cuchillito es mejor y entra más fácil". Luego de estar unos días en este lugar, fue trasladado en helicóptero al Batallón de Infantería Nº39 "Bomboná" y posteriormente a la XIV Brigada en la misma ciudad de Puerto Berrío. El lunes 16 de agosto fue remitido al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF de Puerto Berrío, donde le dieron atención médica, ropa y comida. El 25 del mismo mes fue entregado a su familia por funcionarios del ICBF.

Otras víctimas del terror militar fueron:

• El 27 de junio de 1989 el campesino Uldarico Guerrero fue torturado y asesinado por miembros de la XIV Brigada, en la vereda Peñas Blancas.

• El 28 de julio de 1989, el campesino Eliecer Landazabal, de 63 años fue encontrado asesinado en el sitio denominado «Peñas Blancas» de la inspección departamental de San Luis Beltrán; presentaba 4 heridas de bala.

• El 29 de julio de 1989 son hallados los cadáveres de los campesinos José Ignacio Jiménez y Arnulfo Carvajal que fueron asesinados cuando intentaban regresar a su vivienda en el sitio denominado «Puerto Nuevo», luego de haberla abandonado a causa de los bombardeos indiscriminados del ejército en la región.

• Ese mismo día Miguel Palacio, operador de una draga fue detenido por el Ejército cuando intentaba regresar a su sitio de trabajo de donde tuvo que salir como consecuencia de los bombardeos realizados por el Ejército; fue torturado y decapitado por los uniformados, su cadáver fue incinerado con gasolina de su propia draga.

• El 8 de agosto de 1989 Darío Alexander Torres, niño de 11 años de edad murió de hambre, luego de haber abandonado su parcela en compañía de sus padres, en la vereda Campo Bijao, a raíz de los bombardeos que realizaba el Ejército en la zona.

• El 26 de noviembre de 1989, fue asesinado Luis Genaro Palacios Mosquera de 58 años de edad.

• El 25 de diciembre de 1989, fue encontrado el cadáver de Un Hombre en avanzado estado de descomposición en el sitio llamado «Pozo 240» de la vereda Puerto Los Mangos.

A raíz de los operativos militares se presentó el desplazamiento de más de 3000 campesinos al casco urbano del municipio. Simultáneamente en las paredes del casco urbano, se anunció por medio de grafitis, la llegada de un grupo llamado Muerte a Revolucionarios y Comunistas -MARCO-. Estos avisos fueron hechos cuando estaba militarizada la ciudad y algunos aparecieron a media cuadra del Batallón «Nueva Granada».

La médica Gloria Alvarez, del hospital deYondó, denunció que las personas que habían resultado heridas por el operativo militar no habían podido ser atendidas médicamente ya que el hospital estaba bajo permanente vigilancia militar. De igual manera esta profesional y el Secretario de Gobierno del municipio denunciaron que el sub comandante de la Policía de Yondó, Milton Eduardo Pinzón Murillo amenazó con ametrallar los albergues si se continuaban presentando las marchas que los desplazados estaban realizando contra el accionar paramilitar y los bombardeos del Ejército.

En una carta manuscrita escrita por los campesinos el 26 de junio de 1989, estos describen así su situación:

"Compañeros

Unión Patriótica Yondó

Partido Comunista Barrancabermeja

E.S.M

Reciban todos ustedes nuestros más sinceros saludos Revolucionarios de parte de toda nuestra martirizada zona (vereda Barbacoas)

Apreciados compañeros:

Nuestra situación es cada día mas difícil, el día 21 de junio de 89 dentro de un grupo de hombres armados pertenecientes al llamado grupo de autodefensa (MAS) y mató al compañero HENRY AREVALO y a DARÍO, estos fueron decapitados y les mocharon las piernas y las manos y puñaleadas las espaldas. Entre ellos Darío era un joven con una pierna seca. Henry apreciado por todos.

Los habitantes de la zona de Yondó debido a lo sucedido, todos los campesinos de la región hemos abandonado nuestras parcelas y estamos dispuestos a darlo todo por reestablecer la normalidad en nuestra zona.

En estos momentos el grupo de sicarios está concretamente en la finca de Carlos Delgado y las Bocas de la ciénaga de Barbacoas.

Les rogamos y entre otras les pedimos que nos colaboren con dar a conocer esto por los medios de información y al alto gobierno que nosotros nos encargamos de lo demás.

El que dirige este grupo es Gonzalo (alias) El Ronco de Puerto Boyacá y Alfredo Vaquero de Puerto Berrío.

Sucedido:

Abandono de parcelas, haciendas desalojadas, carretera departamental paralizada y tensión profunda en toda la zona.

Esperando pronta solución al problema de nuestra área y de ustedes la divulgación del mismo, con fraternidad

Campesinos en conflicto."

Los bombardeos indiscriminados contra la población civil, dejaron, no solo asesinatos y desplazamientos, sino también el destrozo y saqueo a las viviendas campesinas.

Pero ahí no paró el asunto, al parecer no era suficiente el sufrimiento causado hasta ese momento a los campesinos y los días 6,7 y 8 de enero de 1990, los campesinos deYondó fueron nuevamente agredidos por tropas de los Batallones Nueva Granada, Guanes, Base Aérea de Tolemaida, quienes en medio de un nuevo operativo militar bombardearon indiscriminadamente con helicópteros cazabombarderos, aviones K-fir, y helicópteros artillados.

Un total de 12 aeronaves atacaron las veredas de Bocas de San Juan, El Bagre, San Lorenzo, El Caño, La Poza, La Esperanza, El Cagüi, La Concha y La Concepción.

" Estábamos todavía durmiendo cuando como a las 5 de la mañana llegó un avión grande, cuando como a la media hora llegó un helicóptero, y atrás de ellos llegaron 4 aviones bombarderos, llegaron tirando bombas, después llegaron tres helicópteros más, el avión grande tiró una bola de fuego grande, después de los aviones bombarderos llegaron tres helicópteros disparando, y eso nos tocó tiramos al monte con la familia, y asi estuvimos todo el día" (19)

Este accionar de las tropas oficiales dejó un número indeterminado de víctimas, sin embargo se pudieron identificar:

Udy Padilla Osorio, Arsenia López Camargo, Luis A. López y Elibardo Orduz, fueron asesinados el 10 de enero por miembros de la Armada. Dos personas más, entre ellas un menor de edad, resultaron heridas. Una de las bombas lanzadas por los aviones militares.

Esta no explotó Los hechos ocurrieron a la salida del caño San Lorenzo cuando las víctimas salían en canoa huyendo de los operativos, los militares dispararon contra ellos dejando el saldo anotado. Un helicóptero militar trasladó a los heridos hasta Barrancabermeja, en el transcurso del vuelo amenazan a la niña diciéndole que ella debe saber donde está la guerrilla, que si no lo dice la tirarían desde el helicóptero.

Los cadáveres de las personas que fueron asesinadas los llevaron al cementerio de Barrancabermeja, el cual fue militarizado impidiéndole el acceso a los familiares que querían identificar los cadáveres y les dicen que son 4 guerrilleros muertos en combate. Finalmente y gracias a la gestión de las autoridades locales de Barranca, los cadáveres son entregados a sus familias.

• La noche anterior, 9 de enero, había sido capturado por miembros de la Armada el pescador Libardo Orduz de 26 años de edad, le robaron el dinero que llevaba, lo torturaron y lo asesinaron.

En medio de este operativo resultaron varias personas heridas, entre ellas dos menores de edad, además fueron destruidas viviendas, cosechas y la escuela de la vereda La Concha. También fueron retenidas las cédulas de muchos campesinos y la mayoría de ellos reseñados por efectivos militares que participaban de las acciones. Otras víctimas que se presentaron en el marco de estos operativos fueron:

• El 10 de febrero Reyes Benito Suarez García de 52 años de edad, concejal deYondó; Justo Romana de 55 años y Jaime Guzman de 28 años, campesinos militantes de la Unión Patriótica -U.P. fueron torturados y asesinados por paramilitares en la vereda La Joba; sus cadáveres fueron degollados. El hecho fue cometido a la 1 de la madrugada.

• El 15 de febrero los campesinos Jorge Guillermo Upegui Gómez y Félix Serpa fueron asesinados por sujetos armados que llegaron hasta la inspección departamental de Ciénaga hacia las 4 de la mañana; los mismos sujetos se llevaron consigo a Jorge Archila Peña y otros Cuatro Campesinos, quienes fueron encontrados 7 días después asesinados en jurisdicción del municipio de Barrancabermeja (Santander).

• El 29 de marzo de 1990, el campesino Fabio Agudelo fue asesinado junto con tres campesinos más y un concejal del municipio de Puerto Berrío por la UP -según la fuente por miembros de una banda paramilitar que arribó en horas de la noche a la vereda La Joya y dispararon sobre sus víctimas con armas calibre 9 mm.

• El 3 de septiembre de 1990, Harold Pedroza, campesino, fue retenido por efectivos de la XIV Brigada, en desarrollo de operativos contra el frente XXIV de las FARC; Durante varios días no se supo de su paradero; lo liberaron varias semanas después. Fue amarrado a un árbol y torturado. En el mes de enero también había sido detenido pero logro huir.

Un nuevo operativo militar se presentó el 9 de septiembre por parte de la Brigada Móvil, el Batallón Nueva Granada y unidades contraguerrilla en las veredas La Concha, No te pases, San Francisco, el Bagre y La Poza. En éste se presentaron daños en bienes, hurto de dinero, perdida de cosechas, etc., dejando además un saldo trágico de víctimas así:

• El 10 de septiembre de 1990, el campesino Arnulfo Hernández resultó muerto y el menor Luis Mora, de 12 años de edad, desaparecido durante los operativos; Arnulfo era presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Poza; así mismo diferentes fuentes denuncian un total de 6 personas desaparecidas durante los operativos, mientras que otras versiones afirman que diez personas que se encontraban detenidas en poder del Ejercito, fueron liberadas pero no precisan el, hecho. I

Durante 1991, la situación para la población no varió favorablemente, los atropellos continuaron y a su paso, las fuerzas oficiales siguen dejando su rastro de muerte y dolor:

• El 7 de febrero de 1991, son asesinados Alirio Bermudez López, presidente del Concejo Municipal y dirigente de la Unión Sindical Obrera, Héctor Emilio Moreno Guevara, 29 años, secretario del Concejo Municipal y Moisés Cortes Tabares, conductor de un vehículo oficial. Los tres eran militantes de la Unión Patriótica -U.P- el asesinato múltiple fue cometido por un grupo de paramilitares; cuando las víctimas se movilizaban en un campero por la vía a la inspección departamental San Miguel del Tigre, a 100 metros de la escuela de la vereda La Cabana, a las 7:30 de la noche. Los victimarios obligaron a parar el vehículo donde además de los militantes de la U.P. viajaban, la esposa de uno de ellos -quien contaba con 7 meses de embarazo y tres jóvenes más; a estas cuatro personas las obligaron a regresar caminando y minutos más tarde escucharon varios disparos. Hacia las 9 de la noche volvieron a pasar por el mismo sitio en un automóvil oficial, se encontraron con una patrulla militar, la cual no quiso dar razón de los cadáveres allí presentes.

Alirio trabajaba como bombero en el campo Casabe de ECOPETROL, y había sido presidente de la subdirectiva de la USO Unión Sindical Obrera de este campamento. Un declarante afirmó que cuando estaba en la base militar llegaron unos soldados y les oyó decir: «allá dejamos tres tirados en la carretera".

El 6 de junio de 1991, el campesino Luis Fernando Vasquez fue detenido y asesinado por miembros del Ejército nacional. Luis Fernando, quien se desempeñaba como agricultor en la finca La Sierra, fue visto por ultima vez a las 5:00 de la tarde en la planta de producción La Cóndor, cuando estaba en poder de miembros del Ejército que tenían a cargo la vigilancia del lugar. Su cadáver fue encontrado al día siguiente.

El 24 de junio de 1991 fue allanada nuevamente la Cooperativa COOPEMANTIOQUIA, situada en la vereda La Congoja, por unidades de la Brigada Móvil y del Batallón Bombona, y torturados Alfonso Melgarejo, ayudante del buldozer de la administración municipal, Alfonso Acevedo, conductor, y Martha Rincón, ayudante de cocina de la Cooperativa por unidades de la Brigada Móvil No. 2 del Ejército que irrumpieron en la cooperativa. Los dos hombres fueron maniatados y colgados con una soga, y Martha fue violada. Además causaron daños a las instalaciones y hurtaron alrededor de $450.000°°.

El 6 de septiembre de 1991, el comerciante de maderas Gildardo Antonio Gómez, de 26 años de edad fue detenido, desaparecido, torturado y asesinado por una patrulla del batallón Antiaéreo Nueva Granada al mando del sargento Norberto Londoño Acevedo, que lo detuvo junto con su acompañante cuando se trasladaban en una motocicleta, con rumbo al sitio la «Y», en la vía a la inspección departamental San Luis Beltrán, a la altura del sitio conocido como La Ladrillera, con el fin de pagar a sus obreros y recoger madera. Los militares les pidieron sus documentos de identidad y luego los llevaron a la parte trasera de una casa abandonada donde los requisaron e interrogaron sobre su supuesta pertenencia a la guerrilla. Su empleado fue sometido a un prolongado interrogatorio, con el fin de que acusara a Gildardo de pertenecer a la guerrilla, "...al joven lo presionaban para que él dijera que él (Gildardo) era guerrillero y que lo había obligado a acompañarlo en la moto, que si colaboraba con ellos lo soltaban", luego fue llevado a unos matorrales y dejado allí atado y amordazado, logró soltarse y escapar hacia Barrancabermeja donde denunció la desaparición de Gildardo ante la Procuraduría y los organismos de derechos humanos regionales. Gildardo llevaba $500.000 en efectivo y cinco cadenas de oro. Los familiares en cuanto se enteraron de la desaparición de Gildardo iniciaron su búsqueda, la cual contó con algunos datos suministrados por la persona que logró escaparse de los militares. El sábado 7 de septiembre estuvieron en la instalaciones del Batallón y el Capitán Neira negó la versión dada por el sobreviviente. Una comisión de la Procuraduría Provincial de Barrancabermeja que viajó a la zona, el 18 de septiembre de 1991, encontró sus restos en una bolsa de polietileno; tenía la cara y las manos quemadas, las muñecas y tobillos con señales de tortura, estaba degollado y tenía disparos de fusil en la espalda y el abdomen.

El Juzgado 24 de Instrucción Penal Militar, con sede en Barrancabermeja, dictó auto de detención contra el Sargento Norberto Londoño Acevedo y los soldados José Pereira Bautista y Jesús Pinzón Ochoa, acusándolos de homicidio en la persona de Gildardo y de torturas y abuso de autoridad en contra del acompañante de éste. Una comisión se entrevistó con el comandante del Batallón y con el sargento implicado, quien aceptó que los había detenido, pero señaló que ambos habían huido. Afirmó que los habían detenido «..ese viernes para hacer una requisa normal, que los habían conducido por el camino mencionado, para hacer una investigación a Gildardo sobre el muchacho que lo acompañaba porque parecía muy sospechoso, pero que en un descuido el muchacho se les voló, y que al perseguirlo descuidaron a Gildardo y este también se voló en la moto».

El proceso fue trasladado por el comandante del Batallón Nueva Granada el 4 de junio de 1998 al Tribunal Superior de Antioquia.

El 4 de junio de 1998 el Tribunal Superior de Antioquia, en su Sala Penal recibió de la Justicia Penal Militar el proceso en contra del sargento segundo y los soldados implicados en el caso y mediante providencia del 14 de julio de ese mismo año resolvió avocar conocimiento, decretar nulidad de este proceso desde el auto de cierre de investigación inclusive y remitirlo a la Fiscalía Seccional. El 28 de septiembre de 1998 el proceso fue enviado a la Unidad de Fiscalía Seccional de Puerto Berrío. Se desconoce la decisión que este ente haya asumido frente a los procesados.

• El 27 de octubre de 1991, Jairo Julio Portilla Presidente de la Junta de Acción Comunal de la Inspección San Luis Bertrán y Una Persona Sin Identificar, fueron encontrados asesinados en aguas del río Magdalena. Jairo Había sido «picado en pedacitos» y echado al río. El mismo día había sido encontrado el cuerpo de otro dirigente comunal del mismo corregimiento, a quien le propinaron dos balazos y lo degollaron. Para la época, en la inspección aparecieron letreros alusivos al grupo paramilitar Muerte a Secuestradores -MAS-.

• El 24 de noviembre de 1991, la enfermera Marleny de Jesús Giraldo fue asesinada de un disparo de fusil en la cabeza cuando unidades de Contraguerrilla de la XIV Brigada arremetieron contra los pobladores de la vereda Campo Vijao. Los militares sacaron a todos los habitantes del caseno y los reunieron en la caseta comunal mientras requisaban sus casas. Los habitantes de la región denunciaron la pérdida de joyas, dinero y víveres. El Comandante de la patrulla amedrantó a la población y amenazó con «hacer llegar un grupo de autodefensa para hacer limpieza en el área». Una joven resultó herida y un soldado murió en circunstancias confusas . en el lugar.

• El 24 de febrero de 1992, Arturo Camacho Hernández, dirigente comunal del corregimiento San Luis Beltrán, fue desaparecido en hecho no precisado.

• El 10 de mayo de 1992, Julio Henao de 50 años fue torturado por miembros de la Brigada Móvil Nº 2, que le ataron una piedra al cuello y lo sumergieron repetidas veces en un pozo hasta casi ahogarlo en la vereda Lejanías. La víctima tenía problemas cardíacos que se le agudizaron luego de las torturas.

• El 29 de mayo de 1992, Marta Lucia Castaño, administradora de la Cooperativa de Pequeños y Medianos Agricultores de Antioquia COOPEMANTIOQUIA -, ubicada en la vereda La Congoja, fue torturada física y psicológicamente por miembros de la XIV Brigada, con sede en Puerto Berrío. Los militares llegaron pidiendo comida a la Cooperativa, donde se encontraban la administradora, una empleada y una niña de 9 años, hija de esta última; cuando Marta Lucía les abrió la puerta la agarraron del pelo, la golpearon y la quisieron obligar a ponerse un cinturón con granadas, un fusil y un morral; ella se negó y fue llevada a un lugar cercano para asesinarla. Estando allí, luego de que los militares se robaran $300.000, rociaran gasolina y le prendieran fuego a la Cooperativa, explotó un cilindro y con la confusión provocada pudo esconderse. Antes de irse los agresores le gritaron que no valía que escapara, porque ellos sabían donde estaban ubicados ella y su familia. El 24 de junio 1991 miembros del Ejército habían estado en la Cooperativa, robaron víveres, ultrajaron a Marta Lucía y la amenazaron con matarla si seguía trabajando allí.

• El 29 de mayo de 1992, fueron detenidos y torturados Gustavo Berrío Berrío, David Giraldo Lázaro de 33 años y Edgar Granada Pavas de 16 años. Una patrulla de la Brigada Móvil No 2, en la vereda La Concha los detuvo, los hizo tender en el piso y comenzó a torturarlos. Gustavo Berrío salió corriendo para escapar a las torturas y le dispararon; "entonces se tiró al agua ya herido y lo rodearon varios soldados; él suplicó que no lo mataran y sin embargo lo hicieron; luego hicieron desaparecer el cadáver". Solo mediante una acción de tutela interpuesta ante el Juzgado Cuarto Penal del Circuito, de Barrancabermeja, fue posible descubrir que había sido sepultado en el municipio de San Pablo. Los otros dos campesinos fueron detenidos y recluidos en la cárcel de Barrancabermeja pues según los militares en algún sitio cercano al campo que cultivaban, habían encontrado una carabina y una pistola. Al día siguiente los medios de comunicación afirmaron que el hecho se debía a un enfrentamiento con el 24 frente de las FARC. Los militares luego se dirigieron a la vivienda de Gustavo y le preguntaron a un familiar que cómo era él, quien les respondió que Gustavo tenía tres dientes de oro, los victimarios le dijeron: "... a ese perro hijueputa ya lo matamos". En enero de 1989 la casa de Gustavo había sido quemada, después de los bombardeos a la vereda Puerto Nuevo Ité; luego de reconstruirla, fue quemada nuevamente en septiembre del mismo año por miembros del Ejército.

• El 5 de agosto de 1992, Fabián Torres Orozco, campesino, fue desaparecido luego de ser detenido en la finca donde laboraba, ubicada en el sitio Las Lomas. El 20 del mismo mes su cadáver fue encontrado con signos de tortura en el corregimiento San Miguel del Tigre. Recibió varios impactos de pistola 9 mm. Su cuerpo estaba amarrado de la cintura. Esta zona venía siendo azotada por grupos paramilitares y escuadrones de la muerte.

• El 15 de agosto de 1992, los miembros de la Unión Patriótica y miembros de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Rompedero, Roque Julio Galvis Monsalve, de 37 años, y Juan Fernando Sierra, de 32 años, fueron asesinados por un grupo de hombres armados pertenecientes, según las autoridades, a un grupo paramilitar. El hecho se presentó en el sitio Caño Huila, ubicado en la vereda El Rompedero.

• El 25 de septiembre de 1992, el campesino Carlos Arturo Mejia, de 35 años de edad, fue asesinado por desconocidos en la vereda El Porvenir.

• El 8 de noviembre de 1992, fue asesinado por el Ejército Un Hombre de aproximadamente 22 años de edad en la vereda Caño Blanco y presentado como perteneciente a un grupo subversivo. La víctima no portaba documentos de identidad.

Durante 1992, el Ejército montó un campo de polígono en el terreno conocido como Pinsky. Este terreno había sido abandonado por una empresa constructora y tomado por varias familias para establecer allí sus viviendas.

• El 24 de mayo de 1993, Marta Viviana Londoño Betancur, de 15 años, resultó muerta en desarrollo de un tiroteo presentado en un río, a la altura del sitio La Cascajera; otra adolescente resultó herida de un disparo en la boca. Las jóvenes se bañaban en el lugar, junto con un hombre de nombre Jorge Eliecer Gómez González, que vivía en el Batallón y que trabajaba, al parecer, como informante del Ejército. Luego del tiroteo desapareció el señor Adalberto Ledesma Díaz. Estos hechos ocurrieron hacia las 2 de la tarde. Dos horas y media después un grupo de militares, acompañados por Gómez González, incursionaron en la vivienda del señor Sabas de Jesús Adarve, tío de la menor herida, dándole patadas a la puerta, pero no lo encontraron. Luego, Jorge Eliecer Gómez le ha envió varios mensajes en los cuales le decía que lo iban a matar. Estas amenazas de muerte parecían provenir de la Policía y el Ejército acantonado en la región.

• En mayo de 1993, José Jacob Marín fue asesinado.

• El 24 de abril de 1994, Orlando Enrique Triana dirigente de la Unión Patriótica, ex concejal del municipio y aspirante nuevamente a esa corporación pública, fue asesinado en el sitio El Porvenir, inspección departamental Barbacoas, por desconocidos que le dispararon varias veces, en momentos en que salía de una finca de su propiedad. Otra fuente afirma que fue encontrado, horas después de haber salido con rumbo a la vereda San Tropel, degollado y con múltiples impactos de bala.

• El 20 de agosto de 1994, Una Menor de edad fue violada por el Cabo Segundo del Ejército Juan Carlos Aguilar, adscrito a la base militar del Batallón Nueva Granada en Yondó. La fuente indica que en horas de la noche la obligó a beber licor y "con revólver en mano la condujo detrás de la base militar, en donde la violó, causándole graves perjuicios físicos y mentales.

Después de este hecho y al saber sobre las denuncias de la menor y su familia, el militar y cinco soldados más intimidaron y amenazaron de muerte a la madre y a la niña víctima."

4. El Terror Oficial disfrazado de Paramilitarismo

En mayo de 1996, la Unión Sindical Obrera USO denunció la presencia paramilitar en este municipio, en el que, por medio de retenes en el campo Casabe, daban a conocer su presencia en la zona. (20)

En octubre de este mismo año, 1500 campesinos de Yondó junto a los de Remedios y el sur de Bolívar salieron a un éxodo al casco urbano de Barrancabermeja, y ocuparon la entrada de la refinería reclamando por el abandono estatal y la violencia que se vivía en la región. (21)

En respuesta a la protesta campesina, la Armada Nacional bloqueó la entrada de alimentos a la zona ocupada "Están tratando de limitarnos la comida para desesperamos y atribuirnos que dimos el primer paso para la violencia: pero mire, nosotros enfatizamos que ésta es una marcha pacífica. Por ello los señores militares no tienen derecho a retenernos las canoas con comida que nos manda la gente del Alto Cimitarra y Barranca...es que acá están obstaculizando además el derecho a la libre movilización y la asistencia humanitaria a una gente que realmente lo necesita." (22)

Incluso en esas condiciones, los campesinos preferían estar allí que regresar a sus tierras ya que el acoso de los paramilitares y el Ejército había desterrado a muchos de sus tierras. Un reflejo de lo que era la situación en ese momento lo relata otro campesino de los que participaban en el éxodo "Acá vienen los militares en sus helicópteros y bombardean sin siquiera mirar pa 'bajo... ahora nos vinimos a protestar y algunos familiares se quedaron cuidando la tierra y los animales porque tampoco nos podíamos venir todos. Mientras tanto, el Ejército hace sus operativos en la zona y uno aquí todo angustiado pensando en su gente." Y agrega otro "Acá hacen guerra sicológica permanentemente; cada rato aparecen panfletos anunciando sábados negros, domingos negros. A los caseríos los amenazan continuamente con que van a entrar y van a hacer limpieza subversiva...¿pero qué culpa tenemos nosotros de vivir en un área donde hay presencia guerrillera? ¿entonces qué nos proponen? ¿que nos salgamos de allá? ¿a vivir de qué? (23)

Y para concluir, aseguran los campesinos " nosotros necesitamos que nos den garantías; no armas. Las únicas armas que necesitamos son rulas, motosierras y semillas para trabajar--sino tuviéramos tantos problemas no , estaríamos aquí." (24)

Para entonces, hacían presencia en Yondó tres puestos de Policía, uno en el casco urbano y dos en la zona rural. También una base militar encargada de brindar seguridad a las instalaciones de Ecopetrol y el Batallón Nro. 45 Héroes de Majagual. Así mismo hacían presencia grupos paramilitares que actuaban libremente en el municipio sin que la presencia de la fuerza Pública fuera un obstáculo para su accionar.

La respuesta a esta nueva acción de denuncia de los campesinos acerca de la situación del municipio no se hizo esperar, mientras el gobierno nacional se comprometió con los marchistas a garantizarles la vida y a llevar inversión social hasta su región, la maquina de la muerte se preparaba para responder como se venía haciendo de tiempo atrás con los pobladores del municipio. A pesar de la fuerte presencia militar en la zona, entre el 21 y el 27 de diciembre un grupo paramilitar incursionó en las veredas Puerto Nuevo Ité, La Congoja y la Troja dejando a su paso una estela de muerte y terror que fue relatada por los habitantes de la vereda Puerto Nuevo Ité a una comisión interinstitucional: contaron que hombres encapuchados con brazaletes que decían ser 'paramilitares' les dijeron que si no se marchaban los matarían. "ustedes son colaboradores de la guerrilla y lo mejor es que se vayan porque esta zona ahora nos pertenece" (25) les dijeron los paramilitares.

• Las víctimas de esta incursión fueron: Luis Alberto Villa Suarez, de 24 años de edad; Mario Augusto Zapata Carvajal, de 26 años de edad, Vicepresidente de la Junta de Acción Comunal; Luis Antonio Barrientos Velez, de 28 años de edad; José Evelio Lombana, de 31 años de edad; Fabio Suaza; José Ernesto Zuluaga Giraldo y un NN, quienes fueron asesinados y Alicia Cañas, desaparecida, se presumió por parte de sus vecinos, que Alicia había sido incinerada dentro de un local comercial de su propiedad que incendiaron los paramilitares.

En las paredes de varias casas de las veredas en donde se cometieron los crímenes, los paramilitares dejaron letreros que decían: LLEGARON LOS BORRADORES, LLEGARON LOS PARACOS.

En Puerto Nuevo Ité, también quemaron 14 casas y la sede de la Cooperativa Coopemantioquia. Por enésima vez, los campesinos, esta vez en número de 350 personas, se desplazaron nuevamente de sus sitios de origen, y narraban con horror que "nos tocó salir corriendo porque dijeron que nos iban a matar a todos. Como prueba de eso cogieron al señor José Evelio Lombana y le pegaron primero un tiro por la espalda y después otro en la cabeza; al final le cortaron la cabeza con un hacha." (26)

Para rematar, nadie mejor que las mismas víctimas resuman lo que allí pasó " nos cobraron la osadía de protestar y la incapacidad del Estado para frenar el accionar guerrillero." (27)

Durante 1997, el viejo nuevo ropaje de la represión, ahora posesionado con mayor propiedad de su papel dejó varias víctimas, entre ellas están

• El 4 de febrero de 1997, Antonio Arevalo, Norberto Galeano, Reynaldo Jesús Ríos y Tres Personas más sin identificar fueron víctimas de un grupo paramilitar que, con apoyo de unidades del Batallón Contraguerrilla No. 43 -adscrito a la XIV Brigada y miembros de una cooperativa de seguridad, incursionaron en la inspección de policía San Francisco durante más de 4 días, tiempo durante el cual retuvieron arbitrariamente a 40 campesinos, entre ellos a 15 menores de edad a quienes sometieron a tratos crueles y amenazas verbales. Al abandonar la población, asesinaron a cuatro campesinos a quienes descuartizaron y castraron, y se llevaron consigo a otro campesino que se encuentra desaparecido. Los victimarios portaban armas de corto y largo alcance y algunos tenían capuchas.

• El 25 de diciembre de 1997, los indígenas Norberto Baquiaz Tascon y Silvio Baquiaz Tascon, son asesinados por paramilitares de las «Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá», ACCU. El día anterior, cuarenta paramilitares, encapuchados y vestidos con prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares, de la Policía y de civil, irrumpieron en la vereda San Juan del Ité -ubicada en el asentamiento indígena de los Andes y Yagany dispararon indiscriminadamente contra la comunidad de campesinos e indígenas que se hallaban reunidos celebrando el día de Navidad, causando heridas a dos personas: Norberto y otro joven a quien además golpearon. Poco después de que los paramilitares se marcharan, advirtiendo que regresarían al pueblo, Silvio, hermano de Norberto, viajó en un vehículo hacia Puerto Berrío con su hermano herido. Allí lo atendieron y remitieron en una ambulancia hacia Medellín debido a la gravedad de sus heridas. En la ruta, acompañados por el conductor de la ambulancia y una enfermera del centro hospitalario, fueron interceptados en el sitio El Porce, jurisdicción de Santo Domingo, por paramilitares encapuchados, quienes luego de insultarlos los obligaron a descender del automotor y balearon a los dos hermanos y los dejaron tirados en mitad de la carretera.

• El 15 de febrero de 1998, el campesino Jesús de la Cruz Hernández, fue encontrado asesinado. Junto al cadáver había un letrero que decía "por sapo".

• El 20 de abril de 1998, Félix Alfonso Florez, Director de Planeación de la localidad y militante del Movimiento Liberal Independiente, fue asesinado por un grupo de encapuchados, que le propinaron 7 impactos de pistola 9mm. El funcionario había sido amenazado mediante el envío de sufragios.


Notas:

1. MURILLO POSADA, Amparo y otros. Un Mundo que se mueve como el río: historia regional del Magdalena medio. Instituto Colombiano de Antropología, Colcultura, PNR. Santafé de Bogotá, 1994. Pág. 177

2. Idem, Pág. 180

3. Casabe es una torta delgada de yuca y azúcar que se prepara en muchos pueblos ribereños del bajo Magdalena y cuya característica es ser liviana.

4. MURILLO POSADA, Amparo, obra citada, Pág. 184. s ídem

5. Idem

6. Idem

7. Idem

8. Idem

9. Reportajes de la lucha popular. En: Revista Colombia Hoy, Nro. 29, Bogotá, junio de 1983. Pág. 42.

10. Idem

11. Idem

12. MURILLO POSADA, Amparo. Obra citada. Pág. 203

13. SUAREZ, Isauro. Una respuesta organizativa del movimiento campesino. En: Revista Colombia Hoy, Nro. 31, Bogotá, enero de 1984. Pág. 19.

14. Documento mimeografiado que contiene testimonios recogidos por una Comisión internacional de Observadores. Pág. 44.

15. Idem

16. Oficio 1056/BR14-CDO-l35 del 27 de febrero de 1989 dirigido al Procurador Regional de Puerto Berrío.

17. Idem

18. Queja presentada por el señor JOSÉ DE JESÚS CORREA OSORIO, gerente de Coopemantioquia, ante la Procuraduría Regional de Barrancabermeja el día 5 de abril de 1989.

19. Declaración rendida por JORGE ELIECER ROJAS ante la Personería Municipal de Yondó, el día 9 de enero de 1990.

20. Vanguardia Liberal, mayo 17 de 1996, pág. 40

21. El Colombiano, miércoles 2 de octubre de 1996. Pág. 9a

22. Idem

23. Idem

24. Idem

25. El Colombiano, sábado ll de enero de 1997, pág. 12a.

26. Idem

27. El Colombiano, domingo 12 de enero de 1997, pág. 4b.


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