Informe 199
Informe DDHH en Paraguay 1997

MIGRANTES

Stella Mary García

Tomás Palau

* Base - Investigaciones Sociales (Base-IS)


1. Consideraciones Iniciales

La Migración es uno de los problemas más graves del Paraguay debido a que proviene e incide en otros aspectos económicos, sociales y culturales. La realidad poblacional de nuestro país está cambiando rápidamente, generando desequilibrios y situaciones nuevas, tales como la rápida movilidad espacial en el territorio en los últimos años. Este fenómeno está modificando la relación entre lo rural y lo urbano, de tal forma que entre 1989 y 1992 la población que cambió de residencia departamental fue del 7%, y actualmente el Paraguay deja de ser un país elevadamente rural, sobre todo desde inicios de esta década, teniendo en cuenta que el censo de 1992 registraba que el 50% del total de habitantes residía en zonas urbanas.

El sector informal del trabajo está compuesto del 44,2% de la población económicamente activa (PEA) ocupada. Sumado a esto se estima que la capacidad de generación de empleos no podrá ser suficiente en el Paraguay, sino se implementan políticas que desarrollen una mayor y mejor explotación agrícola, forestal, pesquera, etc., en el área rural. La falta de políticas efectivas, estatales y privadas, para atender la contínua migración de la población rural hacia zonas urbanas desde la generación de empleos, condujo a que la población campesina se dirigiera casi masivamente al Gran Asunción en busca de trabajo (no encontrando, a su vez, en el mercado informal urbano casi ninguna seguridad de satisfacción de necesidades básicas en forma permanente).

Si el ritmo de crecimiento poblacional continúa de esta forma (3,2% actualmente, constituyendo el crecimiento demográfico más alto de Latinoamérica) ABC - 31/05/97, pág.17, se considera que no se está conduciendo con miras a la equidad y la apertura de espacios de participación de los diversos sectores de la sociedad paraguaya. Esto significa que cuando los condicionamientos que acentúan la pobreza son mayores que las posibilidades de participación ciudadana, quedan ocultos los débiles logros democráticos, y se arrastra a la población más indefensa a expresar sus aflicciones inapropiadamente, como por ejemplo el voto masivo a un personaje con imagen de fortaleza, que ofrece seguridad y satisfacción de necesidades básicas.

El proceso migratorio ha extendido la pobreza tanto en el área urbana como en la rural. La mayor concentración en las ciudades, fundamentalmente en el departamento Central, no ha sido acompañada por la industrialización, y al no ser suficiente la oferta de empleos en el sector del comercio y el servicio, crece la informalidad, y con ella la desocupación y la marginalidad.

Lo que se percibe es que en el Paraguay no se ha respondido en las ultimas décadas a la necesidad de crear empleos y de competir con mano de obra calificada. Tampoco se ha superado el déficit educacional, por tanto, lejos de modernizarse la nación, lo que se ha conseguido es ampliar la cultura lugareña/campesina, cuya conformación de pobreza y de trabajadores no especializados domina todo el escenario nacional.

En tanto, sobre todo los jóvenes carentes de mejores oportunidades, caen bajo los efectos del consumismo, divisándose poca esperanza de alternativas reales de solución. En este sentido, no se están corrigiendo los desequilibrios estructurales,ni se está trabajando institucionalmente como corresponde en los impactos de la migración interna. Referente a esto, según Ultima Hora (07/05/97, pág. 12), un estudio realizado por la coordinadora de estudiantes por la reforma universitaria constató el aumento considerable de la migración juvenil del interior hacia la capital del país con el fin de probar suerte en los cursillos probatorios e ingresar a las facultades nacionales de Asunción. Esta situación trajo como consecuencia fijar domicilio, andando sin rumbo y buscando empleo en caso de no ingresar a la universidad, como sucede con la mayoría, probando formas de subsistencia hasta el año siguiente, momento en que intentan nuevamente aprobar los exámenes requeridos. En este caso, la migración se vincula también al problema de las pocas plazas en las facultades. El caso es que ingresando o no, el joven del interior debe enfrentarse a los elevados costos que registran los alquileres de las pensiones, los precios exhorbitantes de los cursillos de ingreso, entre otros gastos.

La responsabilidad institucional y ciudadana de los problemas consecuentes de la pobreza, entre los que se sitúa a la migración del campo a la ciudad y del país al extranjero y viceversa, debe ser entendida como un proceso más amplio y complejo en la actualidad, porque entran en escena elementos relativos a las transformaciones globalizadoras que plantean una mayor integración y el aprovechamiento de los recursos de que disponen los países que integran los mercados regionales.

En el caso de los paraguayos, por su experiencia de vida nacional -laboral y cultural-, que en suma es históricamente pre-moderna en algunos aspectos y levemente moderna en otros, se coloca también lo que García Canclini (1994) llama "culturas híbridas", al referirse a la dificultad para adoptar los nuevos patrones económico-sociales en otros lugares aunque existan semejanzas básicas en algunos modos de vida. Este autor muestra que el carácter híbrido de la cultura se presenta fundamentalmente en América Latina, donde existe una amplia mayoría de hispano parlantes y similitudes en algunos estilos de vida, pero interesa en este análisis pensar que el atrasado proceso de industrialización de Paraguay y la inexistente política de preparación de mano de obra calificada, no proyectó a los compatriotas para competir sustantivamente en el mercado internacional.

En este aspecto, los determinantes para la adopción de nuevos comportamientos o modos de vida de los migrantes, tiene que ver con la función de utilidad-ingreso, aceptación social, idioma, etc., los cuales contribuyeron a que, por ejemplo, exista gran movilidad transfronteriza entre Paraguay y Argentina (Palau, 1993).

En el crecimiento de los flujos migratorios transfronterizos, el mayor ritmo de crecimiento de las ciudades transfronterizas paraguayas en inicios de esta década estuvo animada por factores económicos, aunque se sumaron a los trabajadores la aparición de nuevas figuras migratorias, el consumidor y el estudiante binacional (Palau, 1993).

Existen diversas categorías de migrantes, entre los que se encuentran a quienes residen habitualmente en pueblos o ciudades fronterizas y que migran por largo tiempo o definitivamente, esto es, los que residen en pueblos o ciudades fronterizas y que migran por períodos medios de tiempo, y los que residiendo en pueblos o ciudades fronterizas migran por día o por muy cortos períodos de tiempo (Palau ,1993).

También se pueden clasificar a los migrantes entre los documentados y los indocumentados. En relación al primero, conviene señalar que son todos los que cumplen los requisitos jurídicos para entrar y permanecer, y si obtienen empleo en el país de destino seguir como un trabajador más. En algunos países, muchos de esos migrantes adquieren con el correr de los años el derecho de residencia a largo plazo. En esos casos es importante que el ciudadano se integre a la sociedad que los recibe, lo cual podrá darse sólo si cuenta con los mismos derechos económicos y sociales que los demás ciudadanos de esa nacionalidad (Capítulo X del Documento de las Naciones Unidas "Conferencia Internacional Sobre la Población y el desarrollo" - 1994).

El documento anteriormente mencionado indica que aunque gran parte de las migraciones se producen en países vecinos, ha registrado en aumento la migración interregional, especialmente hacia los países desarrollados. El citado documento calcula que el número de migrantes en todo el mundo, incluyendo refugiados, sobrepasa 125 millones de personas aproximadamente, encontrándose el 50% de ellos en países en desarrollo. En estos últimos, años los principales países de acogida del mundo desarrollado registraron una inmigración de 1,4 millones de personas al año (dos tercios de ellas procedentes de países en desarrollo).

Es importante también, señalar la estrecha relación de la Migración a nivel nacional e internacional con los desequilibrios económicos, la pobreza y la degradación del medio ambiente, la falta de seguridad y paz, las violaciones de los derechos humanos, lo que ha conducido a que este fenómeno se intensificara en los últimos años.

Conviene resaltar que la magnitud de la migración a nivel internacional es importante, y que el Paraguay no queda exento de este fenómeno. Conviene aclarar, por tanto, que la migración puede tener efectos positivos en lo que respecta a la transferencia de conocimientos especializados y la contribución al enriquecimiento cultural, pero lo que a su vez, en contrapartida, puede significar pérdida de recursos humanos para muchos países de origen, lo que puede dar lugar a tensiones políticas, económicas y sociales en los países de destino.

Las políticas internacionales de migración pueden ser eficaces cuando se tienen en cuenta las limitaciones económicas del país de acogida, el impacto que causa la migración en la sociedad receptora y las repercusiones que tiene en los países de origen. La posibilidad de manejar en alguna medida la migración internacional debería estar muy vinculada a la opción de permanecer en el propio país, lo cual requiere un crecimiento económico sostenible así como la equidad y estrategias de desarrollo compatibles con ese objetivo. También puede aprovecharse más eficazmente la contribución que pueden hacer los expatriados al desarrollo económico en sus países de origen, reubicándolos a su regreso en espacios laborales y sociales en general.


2. Algunos Antecedentes

Los datos de migración en Paraguay se remontan desde fines del siglo pasado, cuando la inmigración, sobre todo europea, llega, desencadenando la venta masiva de las tierras públicas que expulsa a miles de campesinos desposeídos, cuyo único medio de vida era la agricultura. Un trabajo bastante acabado en relación a los procesos migratorios en el Paraguay en el período 1870-1960 es el de Fischer, Palau y Pérez (1997) "Inmigración y emigración en el Paraguay". En este trabajo se sostiene que la migración interna, tanto la rural-rural como la rural-urbana, se inició conjuntamente con la inmigración y la emigración, mas o menos hacia 1883, cuando la población rural buscaba refugio en la ciudad a consecuencia de la venta de las tierras públicas y el encerramiento de los campos iniciado en 1883.

Para los campesinos despojados de sus tierras, la ciudad presentaba factores de atracción tales como mayor facilidad de comunicación, una vida más animada, más agradable, más próspera, y una visión de los placeres, además de las posibilidades de sobrevivencia.

Desde aquel momento hasta el presente el problema de la inexistencia de educación agrícola técnica fue uno de los factores expulsores del campo. La Argentina resultó ser el primer y más importante país receptor de paraguayos, las cifras encontradas en la primera mitad de siglo varían entre diversos autores, oscilando entre 40.000 y 200.000 emigrantes.

La emigración hacia el Brasil, también se inició después de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), aunque en menor cantidad que la emigración argentina. Los paraguayos emigrados se ubicaron primeramente en las zonas rurales, sobre todo en el Estado de Matto Grosso, diversificándose hacia las grandes ciudades, como por ejemplo San Pablo, en las primeras décadas de este año.

En la Argentina habían 28.049 paraguayos en 1914, y entre 1919 y 1920 los gobiernos de las repúblicas de Argentina y de Chile ofrecieron becas a estudiantes paraguayos en las facultades de Agronomía, Veterinaria y Formación Militar, que constituyeron un incentivo para los jóvenes.

EE.UU también ofreció plazas en la Escuela de Medicina de Washington y en las instituciones de Servicio Aéreo. Este ofrecimiento de las becas de estudio sirvió de estímulo para la emigración de estudiantes paraguayos. Entre 1941 y 1946, durante la dictadura de Higinio Morínigo, 50.000 paraguayos aproximadamente abandonaron el territorio nacional.

A partir de la década del 60, cuando este flujo tendió a fijar residencia en el país de destino, gran parte de ellos (23,7% del total de paraguayos) decidieron adoptar la nacionalidad argentina.

Ficher, Palau y Pérez (1997) aclaran que la emigración paraguaya a los otros países fue diferente a la de Brasil y la Argentina principalmente por el nivel de formación laboral e intelectual; de los que se trasladaron a otros países, ya que aquella estuvo caracterizada como una migración calificada. Como ejemplo de esto, se menciona a los profesionales que en la década del 60 se dirigieron hacia los Estados Unidos.

También se registran casos de personas que han migrado de una zona rural a otra buscando mejores alternativas de vida, así como los que se han desplazado hacia zonas urbanas atraídos por momentos de auge económico, como fue el caso de la construcción de Itaipú y el crecimiento del sector inmobiliario de los años 70.

En las décadas más recientes no dejaron de migrar los compatriotas, aunque cabe aclarar que los estudios existentes, así como los artículos periodísticos se refieren, en mayor grado, a los desplazamientos temporales y reiterativos en las zonas fronterizas, cuya vigencia y tendencia se relaciona a la cada vez más amplia y dinámica transformación que se registra en las estructuras productivas y de empleos regionales.


3. Breves datos que revelan atentados contra los derechos humanos en materia de migración

Existen muchas maneras de atentar contra los derechos humanos en materia de migración.

En ABC (31/08/97, pág. 21) se informó que los trabajadores fronterizos encarnacenos reclamaron un trato justo por parte de argentinos. Estos compatriotas fronterizos que realizan sus tareas entre las ciudades de Encarnación y Posadas (Argentina), exigieron respeto a su dignidad como persona por parte de las autoridades aduaneras argentinas. Las quejas de los vendedores se refirieron al maltrato al que venían siendo sometidos a diario por parte de las autoridades aduaneras y de la Gendarmería Nacional Argentina, además de haber sido prohibido el ingreso de maderas de origen paraguayo, pese a la vigencia del Mercosur. Explicaron que en la frontera vecina se les prohíbe ingresar con pequeñas cantidades de almidón, maíz, tomate, e inclusive productos de la artesanía local. Otros atropellos denunciados por los trabajadores fronterizos se refieren a taxifleteros, a quienes les son requisados sus vehículos por transportar mercaderías. Unas 3.000 personas, tanto paraguayas como argentinas, se dedican diariamente al cruce de mercaderías varias en ambos sentidos entre esta ciudad y Posadas a través del puente Internacional San Roque González de Santa Cruz. De esta tradicional actividad entre ambas costas depende el sustento de una gran cantidad de familias argentinas y paraguayas, sin embargo, los trabajadores paraguayos están en desventaja delante de sus colegas argentinos a causa de las trabas ya mencionadas.

El aumento de números de "Exiliados Económicos", como denomina Ultima Hora (06/05/97, pág. 31) a los zapateros paraguayos que emigraron para la Argentina en busca de trabajo, además de ser otro ejemplo del vínculo entre el fenómeno migratorio y los problemas estructurales de la sociedad nacional, estrechamente vinculados con los problemas a nivel internacional, revela la inexistencia de alternativas para los varios compatriotas propietarios de fabrica de zapatos de cuero venidos de Argentina para operar aquí. Los mismos tuvieron que regresar nuevamente al país vecino para trabajar como empleados en otras industrias porque el sistema de competencia existente en nuestro país, así como el régimen de mercado, no les permitió desarrollarse en su propia tierra, según expresó al medio mencionado el titular de la Cámara Paraguaya del Calzado.

Aunque los acuerdos migratorios y el control de los pasos fronterizos fueron los temas más sobresalientes en la agenda de reuniones de los vicecancilleres del Paraguay y Argentina y otras autoridades de estos países, en el presente año, los acuerdos migratorios más efectivos no han sido logrados, lo cual afecta en gran medida a Paraguay debido a que entre 350.000 y 400.000 paraguayos residentes en el vecino país, no pueden ingresar al mercado laboral por falta de documentos exigidos para una radicación.

El carácter de excesiva subordinación por la desventaja en que se encuentran los compatriotas en la Argentina, hace que se dediquen exclusivamente a "changas" o a trabajos desechados por los obreros argentinos, según ABC (31/08/97, pág. 21). Los paraguayos disponen de seis meses desde su llegada a la Argentina para obtener residencia temporal o permanente, atendiendo lo que rige por acuerdo migratorio entre Paraguay y Argentina, según indica el vice-canciller de Paraguay (ABC, 31/08/97, pág.21). Ese acuerdo prevé otorgar dos tipos de documentos: el de residencia permanente para los que se establezcan definitivamente en Argentina, y residencia temporal a todo inmigrante que la solicita con el ánimo de quedarse en el país, no en forma permanente. Otros temas que en el presente año formaron parte importante de la agenda relativa al tema son los acuerdos bilaterales de salud, comités de frontera, y la creación de polos productivos en las áreas fronterizas.

Un hecho resaltante es que Argentina expulsó a 538 paraguayos este año antes de la firma del acuerdo migratorio. Según ABC (23/07/97, pág. 10), durante el primer semestre de 1997, el organismo de seguridad militarizado expulsó a 538 paraguayos por falta de documentos migratorios, o porque cruzaron por pasos fronterizos no habilitados; lo que llama la atención es que Paraguay constituye una amplia mayoría en la población expulsada de extranjeros en este país, ya que de un total de 587 expulsados, además de nuestros compatriotas, se encontraban un iraquí, un chileno y 46 brasileños.

La controvertida ley de migraciones que se debatía a mediados de este año en la Cámara de Diputados del Comercio Argentino, no incluye la declaración de los indocumentados, y preve incluso la expulsión de sus hijos de los establecimientos educativos, tanto estatales como privados; esto afectaba directa y mayoritariamente a los hijos de paraguayos, que serían expulsados de los colegios argentinos. Ese proyecto no tuvo un final acorde con lo solicitado por los seis diputados justicialistas, según aclaró el canciller argentino Guido Di Tella al encargado de negocios de la embajada del Paraguay en Buenos Aires, Mario Sandoval, quien aclaró a Ultima Hora (08/07/97, pág. 13) que el gobierno paraguayo al que representa en la Argentina actúa con mucha cautela, de manera a no intervenir inadecuadamente.

3.1- La vigencia de la corrupción en las documentaciones es otra forma de atentar contra los derechos humanos en materia de migración.

Las visas y radicaciones paraguayas tenían su precio en el mercado entre los años 1994 y 1995. Mientras que ciudadanos asiáticos, por ejemplo, llegaban a obtener sus documentos en apenas 1 día de gestión, ciudadanos argentinos y brasileños tardaban hasta 27 o 30 días de gestión. En relación a esto, las medidas adoptadas una vez descubierto el hecho de corrupción, fue la del titular de Migraciones de entonces, Comisario Silvestre Báez Espínola, quien estableció un plazo de 90 días para que ciudadanos chinos asentados en Ciudad del Este regularicen su situación migratoria.

Mediante esta vía, se logró otorgar radicaciones a ciudadanos que habían entrado al país con visa de turista y con certificado de vida y residencia, expedidas en varios casos en comisarías, como por ejemplo en la comisaría tercera, según ABC (22/05/97, pág. 13). Este medio periodístico indica que sólo en el año 1995 se otorgaron 787 radicaciones permanentes a ciudadanos chinos, de acuerdo a registros de la División de Informática.

El mencionado artículo de ABC (22/05/97, pág.13) también expresa que el pago habría sido de US$ 7 millones por las visas u otros documentos de migraciones.

En el mes de mayo de este año, la auditoría realizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores en la embajada paraguaya en Corea, confirmó la existencia de diversas irregularidades administrativas, particularmente en lo que se refiere a la expedición de visas, aplicación de aranceles, legalizaciones, autenticaciones e inventario de pasaportes. El embajador paraguayo en Corea fue suspendido por 30 días sin goce de sueldo, siendo posteriormente separado de su cargo.

La entrega en forma irregular por parte de funcionarios de migraciones y la policía paraguaya, también se constata con el caso del chileno Hernán A. Herrera V. (65), quien contando con frondosos antecedentes penales (por giro doloso de cheques y dos casos de estafa) en su país, fue beneficiado con la concesión de la cédula de identidad y permanencia en este país.

Otro caso de corrupción por parte de agentes con poder institucional intervinientes en la frontera con Brasil es el de funcionarios paraguayos, quienes permiten que trabajadores de Foz invadan comercios en Ciudad del Este. En el mes de setiembre de este año, la seria acusación contra el titular de la Dirección Regional del Trabajo, dependiente del Ministerio de Justicia y Trabajo, Sr. Bernardino Florentín, hace alusión a la complicidad en tal situación, acompañando a algunos empresarios inescrupulosos que contratan a brasileños para el trabajo (sin ningún compromiso legal y dejando de lado a los trabajadores paraguayos). Como prueba de esto, se tiene actualmente a más de 5.000 trabajadores brasileños cruzando diariamente el puente de la amistad con trabajo seguro en esta ciudad.

El periódico Ultima Hora (29/09/97, pág. 39), además de relatar lo mencionado anteriormente, coloca como ejemplo uno de los negocios que opera en esas condiciones, "Pioner International", que se encuentra en el Shopping Futuro 1, con los locales 13, 14, y 15, sobre la ruta internacional. Este negocio cuenta con 30 empleados de los cuales solamente dos son paraguayos, un vendedor y un chofer. Su propietario es brasileño y vive en Foz de Yguazú, lo que implica que desde el patrón hasta la mayoría de sus empleados cruzan diariamente desde Foz de Yguazú hasta Ciudad del Este, trabajan todo el día en la zona paraguaya y retornan a la ciudad brasileña, y todas las recaudaciones llevan a depositar y a invertir en Foz de Yguazú.

Lo que merece especial atención es que en hechos como éste están involucrados los departamentos de Migraciones, Policía Nacional y Ministerio de Justicia y Trabajo.

Como consecuencia de la masiva presencia de trabajadores brasileños en los distintos negocios del territorio paraguayo, se genera una triste consecuencia para los compatriotas, multiplicándose las mudanzas hacia los barrios periféricos de esta ciudad, y hasta aquellos sitios se trasladan las personas que quieren trabajar y terminan mucha veces en ilícitas tareas, inclusive algunos asaltando en las calles.

Mientras esto ocurre y se denuncian como cómplices de la situación a funcionarios paraguayos, hermanos y otros parientes de Florentín, trabajaban con él, sin ser nombrados por el Ministerio de Trabajo, lo cual sugiere la idea de que ellos mismos generaban sus sueldos, según el mencionado periódico.

Ultima Hora (15/09/97, pág.18) indica un aumenta en la cantidad de brasileños que ocupan empleos, y que deberían corresponder a los paraguayos, señalando que llegan a 10.000 dichos puestos.

Además de los brasileños, hay muchos chinos y coreanos que tienen negocios en Ciudad del Este, pero que viven en Foz, donde mandan a sus hijos en la escuela, donde invierten, pero de aquí se llevan el dinero y son personas a quienes muy poco interesa el progresos de la ciudad, primando solo su interés de generar mas dinero, por tanto esa ciudad paraguaya produce riqueza para el Brasil.


Conclusiones

Se presentan a modo de conclusión algunas sugerencias de políticas pasibles de ser tenidas en cuenta por las organizaciones intervinientes en el problema migratorio.

Primeramente, conviene señalar que los migrantes, más que distanciarse físicamente de sus lugares de origen, establecen distancias sociales, económicas y culturales. Las dificultades que enfrentan en el obligatorio proceso de adaptación, es que prácticamente no se encuentran acompañados por organizaciones que trabajen la dimensión del imaginario colectivo, construido con nuevas identidades y estilos de vida, y que son particularmente importantes.

La migración por razones estrictamente económicas, tiene que ver con una causa típica en el país, que es la ausencia de políticas de desarrollo rural que promuevan la consolidación económica de las unidades productivas y garantice la distribución igualitaria de la tierra y los recursos necesarios para la producción, asegurando el empleo rural. En el Paraguay, se pueden observar casos de personas que han migrado de una zona rural a otra rural buscando mejores alternativas de vida, así como las que se han desplazado hacia zonas urbanas atraídas por momentos de auge económico, como fue el caso de la construcción de Itaipú en los años 70.

La investigación de Heikel (1993), muestra el deseo de que paraguayos residentes en Argentina regresen a su país, aunque esto sólo ocurriría si se les aseguraran condiciones mínimas de trabajo, vivienda, o tierra en el caso de campesinos, además de los otros recursos para el trabajo. Resaltar esto, encuentra sentido en que las limitaciones existentes en materia de política migratoria, requieren revertir sus acciones contemplando algunas tareas tales como:

• Implementar algunas estrategias de retención de la población en sus lugares de origen para desanimar el éxodo, lo cual podrá realizarse sólo a partir de políticas de desarrollo integral de creación de empleos.

• Es importante que los que han decidido migrar (incluyendo mujeres, niños, jóvenes, ancianos, etc.), de acuerdo a sus características, edades, sexos, nivel de instrucción, reciban adecuada información acerca de las características de los lugares de recepción migratoria, de los documentos que se requieren para el ingreso y radicación en el nuevo país, y las posibilidades de empleos.

• También los migrantes debieran contar con un centro de atención legal y social en general, que funcione efectivamente, de tal forma que ellos puedan recibir apoyos tendientes a su capacitación como migrante, y autodefensor de sus propios derechos.

• Los migrantes con voluntad de retornar, deberían recibir también con algún apoyo para el desplazamiento de sus pertenencias, el otorgamiento de las documentaciones que certifiquen su estancia en el extranjero, incluyendo escolarizacion, certificados de trabajos, etc.

• También es fundamental el otorgamiento de créditos especiales y asistencia para el empleo a los compatriotas que regresan. Se considera que estas son las condiciones mínimas de bienestar que deben ser ofrecidas al migrante, al mismo tiempo en que debe trabajarse con ellos el sentido de compromiso de su parte, para dar mayor aprovechamiento a los apoyos. Se hace mayor referencia al apoyo institucional que deben recibir los migrantes, debido a que en general esto se encuentra en crisis, especialmente a nivel nacional, lo cual representa un grave atentado contra los derechos humanos.

• Ratificar la Convención sobre Trabajadores Migrantes y sus familias, de 1990


Bibliografía

- Fischer, Palau y Pérez (1997) "Inmigración y Emigración en el Paraguay 1870-1960" Base Investigaciones Sociales e Instituto Panamericano de Geografía e Historia IPGH (mimeo).

- García Canclini (1994) "Culturas Híbridas". Editora Delmar Stgo. de Chile.

- Heikel M. ( 1993) "La mujer paraguaya migrante en el trabajo y el hogar" Doc. De Trabajo No.51. Base Investigaciones Sociales. Asunción.

- Naciones Unidas (1994) "Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo". El Cairo Egipto.

- Palau T (1993) "Modificaciones de patrones migratorios y movilidad transfronteriza en el Paraguay" Doc. De Trabajo No.55. Base Investigaciones Sociales. Asunción.

• Periódicos ABC y Ultima Hora de 4/05/97 a 28/10/97.

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