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Muerte y Desaparición Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica

Efectos psicosociales e interpretación sociocultural de la represión política vivida por los familiares de detenidos-desaparecidos y ejecutados mapunches y no-mapunches.

IX Región. Chile. (1973-90)




CAPITULO 5

La lógica causal desde cada étnia

'Él estuvo en Asentamientos, pero no era un dirigente de política. Fue por envidia que lo mataron, porque él donde andaba era buen trabajador. No fue por diferencia política. El era encargado de ganadería. Tal vez por eso le tenían envidia. Le fueron a buscar a la casa. Deben haberlo denunciado del mismo Asentamiento' (M3202-viuda mapunche).

'Claro, a ella fue por comunista. Sabía desde el principio que iba a pasar. Creo que los esperaba. Dijeron que había armas en la casa. Era mentira, había... como en todas las casas de campo, una escopeta vieja que no servía para nada. Ella era comunista pero no le hizo daño a nadie. (...) Nosotros pensamos que alguien les dijo también algo. Los vecinos se echan la culpa unos a otros, y no se sabe. Se le denunció por envidia, porque ella levantó esa escuela con mi papá. Tenía un internado para cien niños en el fundo... que era propiedad de los dueños del fundo, pero ellos lo trabajaban y habían progresado. Iba harto a Santiago a reuniones, pero creo que era por la escuela, no por política. Creo que lo principal es porque decían que en la escuela había armas al ser ella del partido." (Ch0702- hija chilena).

La sociedad tradicional mapunche se ha regido hasta este siglo por el derecho consuetudinario(A). Los lazos familiares han desempeñado un papel fundamental en la estructuración social, en la distribución de las tierras, el matrimonio, las alianzas y en las jerarquías de poder y autoridad. Esto conlleva la existencia de una fuerte cohesión y solidaridad interna entre los miembros de cada tronco familiar y de cada comunidad. Frente al modelo individualista que predomina en la sociedad occidental, en la sociedad mapunche tradicional prima el interés del grupo sobre el individuo, estableciendo para ello unas normas de funcionamiento rígidas y severas. Los conflictos se dirimían siempre internamente, buscando la justa medida de las cosas. En la sociedad mapunche tradicional había, en suma, una fuerte unión mantenida, por un lado, por la importancia de los vínculos familiares y por otro, por el respeto estricto de las normas del derecho tradicional transmitidas de generación en generación por tradición oral.

En este contexto es en el que cabe entender el modo común de buscar la causa de las desgracias (enfermedades, malas cosechas, muerte de animales...). La interpretación tradicional busca - como veíamos en el capítulo de antecedentes socioculturales del pueblo mapunche- la causa en el mal, originado a partir de una transgresión. Es la machi la persona indicada para saber dónde se produjo ésta y donde se originó, por tanto, el mal. De este modo se reafirma el respeto al derecho consuetudinario y a la tradición, se aumenta la cohesión del grupo al identificar un agente externo como el causante de la desgracia, y se permite la comprensión de lo ocurrido y por tanto se marca el camino hacia el remedio.

Cuando una persona asciende sobre el grupo por enriquecimiento rápido o por establecer vínculos de poder con personas de fuera de la comunidad, se quiebra el equilibrio. El problema no es la riqueza en sí misma sino que al enriquecerse la persona se separa de los demás, cambia su manera de ser y adopta otras conductas (de 'mercado', de 'explotación' etc), es decir, se resta a la vida comunitaria del Lof. Algo parecido a lo que ocurre si se convierte a otra religión: la persona cambia de mentalidad y se aleja de la comunidad.

Frente a eso aparece la envidia. La envidia es el término complementario de la transgresión. Cuando una persona quiebra el principio de reciprocidad con la comunidad, la naturaleza etc, para la comunidad se ha producido una transgresión. Para la propia persona implicada que, muchas veces, no es ni siquiera consciente de su transgresión, la hostilidad que siente es por envidia. La envidia es pues un término que se aplica en todas aquellas ocasiones en que se sospecha que alguien le quiere mal a uno, y no tiene necesariamente que ver con el concepto wingka que entendería por envidia el deseo de querer poseer aquello que el otro tiene.

Esa envidia, ese deseo de mal, tiene la capacidad de convocar un poder, y así es como le cae el mal a la persona o a la familia que rompió el equilibrio. Ese mal tiene la particularidad de moverse dentro de toda la familia, no sólo va a atacar a un individuo.

Este esquema social se ha venido quebrando en las últimas décadas. En la época contemporánea se rompe el derecho consuetudinario, ya que algunos problemas no se pueden resolver internamente ahora los mapunches deben acudir a los recintos policiales de carabineros y hacer la respectiva denuncia. Han perdido la autoridad. Sólo la machi conserva intacto su poder religioso. La intervención de las instituciones externas es demasiado grande y la sociedad estructuralmente basada en las relaciones de parentesco está en quiebre. Hasta los años cincuenta la sociedad mapunche aún tenía sus jueces, todavía tenía los longkos que dirimían los conflictos, y existían ciertos métodos propios para dirimir las diferencias como el juego de palín. Pero esto se rompió con la irrupción del Estado, los partidos políticos y los mecanismos de justicia de la sociedad global que provocan la desaparición de los mecanismos propios de protección intrasocietal.

Cabría pensar que a partir de ese momento, y ya en la sociedad mapunche de los noventa, se empezarán a manejar dos modelos de explicación de los hechos. Por un lado las interpretaciones que da la cultura y que seguirán buscando el origen último de las desgracias en la transgresión de las normas y en el mal, y por otra las interpretaciones particulares determinadas por los partidos y las ideologías. El mapunche contemporáneo deberá cada vez más manejar ambos niveles explicativos y moverse en los dos planos.

Una de nuestras inquietudes al hacer este trabajo era saber la interpretación que se daba a los hechos represivos desde la cultura mapunche viendo cual de los modos interpretativos primaba: a) el tradicional, que tomaría como punto de origen de la desaparición y la muerte a la envidia, a la transgresión y por tanto al mal, originándose por tanto el daño dentro de la propia familia o de la propia comunidad. A estas explicaciones las hemos denominado Causas Locales b) las nuevas interpretaciones aportadas desde la comprensión de la existencia del Estado, de la sociedad global y sus mecanismos de funcionamiento, del concepto de política y la existencia de partidos como prolongación de aquella, y de la relación entre las desapariciones y ejecuciones y ese contexto político del Estado. A estas las hemos denominado Causas Generales.

Interesaba, por tanto, ver en qué medida coexistían ambos niveles explicativos en la sociedad mapunche actual.

Tabla 5.1



Mi viejo era de su casa, se lo llevaron por error, porque un mal vecino lo denunció 38.3

49.1

A mi hermano se lo llevaron por equivocación. Él era muy trabajador, tranquilo y no participaba en nada, menos en política 30.0

50.0

Familias hispanoChilenas y Mapuches

Del material disponible de las entrevistas piloto se escogieron dos frases como pie de conversación para hablar de estos temas y dejar que cada persona expresara cual era, en su opinión, la causa de que su familiar hubiera desaparecido: 'Mi viejo era de su casa, se lo llevaron por error, porque un mal vecino lo denunció' y 'A mi hermano se lo llevaron por equivocación. Él era muy trabajador, tranquilo y no participaba en nada, menos en política'.

Puede observarse como, aunque la atribución a causas locales es más frecuente entre familiares mapunches que entre chilenos, ambos grupos étnicos juegan con las dos interpretaciones.

Aunque la mitad de los mapunches entienden que la desaparición del familiar se debió a la denuncia de alguien que les tenía envidia o a un error, entre un treinta y un cuarenta por ciento de chilenos también consideran que su familiar no habría muerto de no mediar la intervención de algún vecino o conocido.

Lo primero que cabe pensar es que los datos podrían reflejar en realidad el hecho objetivo de que buena parte de los desaparecidos jamás militaron en ningún partido, y por tanto "se lo llevaron por error". Cuando se seleccionaron las frases no teníamos plena conciencia de que aproximadamente la mitad de los desaparecidos y ejecutados políticos de una y otra etnia fueron en realidad simples víctimas del clima de impunidad.

Para resolver esta duda lo que puede hacerse es restringir el análisis a los familiares de aquellas víctimas de las que nos consta que militaban en un partido político o que participaron en asentamientos o en organizaciones de tipo campesino, social o cultural (tabla 5.2). Vemos entonces que en realidad tanto mapunches como chilenos están manejando simultáneamente los dos niveles explicativos porque cerca del cuarenta por ciento en ambos grupos considera fundamental el hecho de la denuncia local como causa de la muerte o desaparición. (B)

Tabla 5.2. Atribución de causa y antecedentes conocidos de militancia



Si No
Existen evidencias de que el familiar desaparecido militaba en algún partido político o

participó en asentamientos u organizaciones de tipo campesino, social o cultural.

Mi viejo era de su casa, se lo llevaron por error, porque un mal vecino lo denunció. 16 (39%)

11 (39%)

25 (61%)

17 (61%)

A mi hermano se lo llevaron por equivocación. Él era muy trabajador, tranquilo y no participaba en nada, menos en política. 5 (12%)

6 (21.4%)

37 (88%)

22 (78.6%)



Familiares hispanochilenos y mapunches.a: p<0.05 b: p<0.01 c: p<0.001

Lógicamente, aunque en los dos casos haya la condicionante local, se trata de interpretaciones culturales distintas, como vamos a ver a continuación.

Causas locales.

Puede resultar ilustrativo para entender lo complicadas que llegan a ser las atribuciones de causa tradicionales mapunches, el repasar el modo en que fuimos conversando con dos familias cuyos cabezas de familia eran primos entre sí.

Empezamos conversando con la viuda de uno de ellos, mujer mapunche de avanzada edad. Su marido desapareció en los meses siguientes al golpe. Bajó a Lautaro por unas semillas y no volvieron a saber de él. Dicen testigos que lo detuvieron allí. La esposa fue a preguntar durante varios días al retén negándosele siempre la detención por parte de los carabineros. El cadáver de su esposo fue encontrado muchos años después como NN en una tumba del cementerio de Lautaro.

La persona entrevistada plantea desde el primer momento que su marido murió porque le denunciaron "falsamente":

  • 'Fue un primo de él que lo denunció. Andaban picados por un tema de ovejas, y por eso fue.
  • ¿Usted le vio?. ¿Alguien le vio ir a carabineros, entrar a conversar con algún militar?.
  • ..No.
  • Entonces, ¿Cómo sabe?. ¿Por qué cree que fue él?.
  • Porque sí. Fue él.
  • ¿Dónde vive el primo?. ¿Podríamos hablar con él?.
  • Él murió.
  • ¿Cuando?.
  • Como a los tres meses sería que lo mataron.
  • ¿Quién?.
  • Los mismos carabineros.
  • ¿Por qué?. ¿No eran amigos de él que le hicieron caso?.
  • No, amigos no. Quién sabe... No sé.
  • ¿Sabe si queda algún familiar del primo con el que nosotros pudiéramos hablar?
  • No, nadie. La viuda se fue. Quién sabe por donde andará. Dicen que por Curacautín. No pueden hablar con nadie ya de ese caso.' (M0801)

Con posterioridad y por otras fuentes supimos que, antes del golpe militar, las dos familias vivían en el mismo Asentamiento. El dato sorprendente era que el primo desapareció (y sus restos no han sido encontrados) no tres meses después, como ella nos había dicho, sino quince días antes. La viuda del primo, por otro lado, es cierto que durante un tiempo se fue de la zona, pero en la actualidad no sólo no estaba en paradero desconocido sino que vivía con sus hijos, ya mayores, en una pequeña casa vecina cerca de la de ellos. Ambas mujeres mantenían contactos periódicos y cuando se encontraron los restos del marido de la persona entrevistada, había testigos de que la viuda del primo asistió al velatorio y al entierro y estuvo en todo momento cerca de la familia.

En conversaciones posteriores con ella nosotros hablamos con toda naturalidad de que habíamos conversado con la otra viuda, hecho que ella aceptó como lo más normal y conversando incluso sobre ella como si no hubiésemos tenido la conversación anterior unas semanas antes en la que ella negara saber su paradero actual.

¿Qué lógica cultural tiene esto?. ¿Cabe pensar, por un lado, que lo que la señora intentaba decirnos es que primero detuvieron al primo por sus actividades políticas y que éste, fruto de los golpes, nombró a su marido, quien sería detenido y muerto después?. Pero esto es sólo una conjetura que no podemos contrastar directamente con ella sin violentar la conversación. La otra posibilidad es que la lógica tradicional de la cultura buscara en primera instancia en alguien del entorno inmediato al culpable. La viuda sólo sabe que su marido bajó al pueblo por semillas y ya no volvió. De él no consta militancia política alguna. Como tantos otros mapunches de su zona participó en un Asentamiento en que había gente del MIR aunque no parece que él militara ni que tuviera ninguna responsabilidad o cargo político. La señora se enfrenta a la necesidad de tener que dar explicación al hecho absurdo de la desaparición de su marido. Y culpa al primo por un tema de ovejas. Parece claro que se está manejando con soltura en los dos planos del hecho represivo aunque el más relevante, a tenor de sus respuestas a las frases propuestas, es el local.

En cuanto a la familia del primo, se habló por separado con todos y cada uno de los miembros sin contrastarles directamente con la primera versión que se nos había entregado por obvias razones éticas.

La segunda viuda, la del primo, aún siendo no mapunche, da también una interpretación local a la desaparición de su marido y habla también de la envidia. Nos refiere que en los meses previos al Golpe su marido trabajaba en un Asentamiento como nochero, es decir, que cuidaba a los animales por la noche. Según la familia en el Asentamiento le atribuyeron el extravío de algún animal. En realidad, según la viuda y el hijo mayor, él no tenía nada que ver, sino justo lo contrario. Era demasiado honrado y no consentía que se perdiera ningún animal, como los otros querían. Por las discusiones constantes por este tema fue finalmente expulsado del Asentamiento por los dirigentes unos tres meses antes del golpe militar. Según la viuda serían los mismos dirigentes del Asentamiento los que le denunciaron después del golpe a los uniformados por el odio que le tenían.

'Tres meses antes del golpe nos despidieron. Tal vez quisieron sacar animales y él no les dejó. Él era el jefe de ganadería y aún tiene las mismas casas y las tierras del Asentamiento. (M3203-hija).

'Fueron varios que por librarse de él le culparon a él y a varios. Los dirigentes que antes eran del Asentamiento, en las mismas reducciones andaba siempre con temor. No se arriesgaba en política. A él siempre lo culpaban. No se metía en política por miedo a los carabineros. El trabajaba en agricultura. Era cuidador por las noches. Tenía que estar con ellos por las noches. Yo me quedaba con él. Encendíamos un fuego y estábamos por la noche con los animales. Por la mañana había que prajearlos. Se turnaba con otros, una semana cada uno. Decían que a veces se perdían los animales y decían que después los vendían. O decían que a lo mejor un animal tenía un fracaso: que se enfermaba o que se le quebraba una pierna y decían que la culpa era de él para quedarse con la carne. Varias veces le denunciaron a carabineros y se lo llevaron detenido. Igual pasaba con el trigo antes de trillarlo'. (M3204-hijo).

En ningún momento se cita a la primera familia y cuando se les pregunta por la causa de que aquél desapareciera dicen no conocer bien el caso.

¿Cuál es la lógica cultural?. Dentro de la cultura mapunche ante la muerte siempre la explicación hay que buscarla en un otro cercano interviniente, y ese alguien debe por fuerza ser una persona mapunche porque un wingka carece de los conocimientos para hacer mal. El mal debe venir de un pariente, de alguien conocido. Desde esta perspectiva para cada una de las viudas el carabinero es sólo un medio que el familiar utiliza para vengarse.

Es importante, además, tener en cuenta que el hecho de que la primera viuda culpe al marido de la segunda no tiene porqué afectar al plano de lo cotidiano en el que la relación puede seguir. Tal vez ellas dejarán de visitarse, pero no dejarán de saludarse ni de acudir a ceremonias comunitarias. De hecho, cuando se hallaron los restos del marido de la primera viuda, la segunda, en tanto familiar y miembro de la comunidad, estuvo en todo momento presente en primera fila durante el funeral y el entierro. Las cosas de cada día se llevan normalmente.

Para la lógica de causa local el hecho de que pueda considerarse que el origen del mal estuvo en el primo no significa en ningún momento que vaya a procederse contra él o su familia. Simplemente todo el mundo sabe que eso fue así. Pero no hay venganzas ni nada parecido a no ser que explícitamente una machi o un kalku decidieran hacerlo por alguna causa.

En resumen, podemos observar cómo se va tejiendo una red de acusaciones mutuas y de enfrentamientos familiares que después es imposible desenredar. El hecho realmente importante es cómo la perspectiva local pasa por encima de la general y algunos miembros de la comunidad quedan enfrentados entre sí hasta la fecha a raíz de lo sucedido en aquellos meses. Las dos viudas mantienen una relación distante y no se visitan, y la segunda afirma que no ha vuelto a saludarse con los que en aquella época dirigían el Asentamiento y que siguen viviendo en la zona con todo lo que se robaron. La verdad (suponiendo que ésta exista) en realidad es lo de menos.

Este tipo de explicaciones priman entre los mapunches que viven en pequeñas comunidades. El análisis completo de este hecho debería hacerse a partir de un estudio antropológico que tomara como unidad de análisis un asentamiento o una comunidad y no una familia, lo que implica una metodología de acercamiento distinta a la empleada. Por lo que hemos podido analizar a partir de las entrevistas individuales los familiares de etnia mapunche - en especial los de origen rural- se plantean dos tipos básicos de razones para la envidia y la denuncia: litigios previos por usurpación de tierras y temas de robo de animales.

El clima de impunidad.

Es muy importante señalar que, más allá de los factores culturales y étnicos, estas atribuciones locales sobre la base de denuncias tienen en muchos casos una base real, porque hemos podido comprobar que la denuncia a carabineros existía (aludiera ésta a hechos reales o ficticios). Conviene recordar que en los primeros meses de la Dictadura bastaba cualquier acusación a los uniformados para que éstos intervinieran violentamente, generalmente antes de preguntar. Y esto era aplicable tanto a chilenos como a mapunches. Más allá de la cultura a la que se perteneciera, hubo una época de impunidad que favoreció las venganzas o represalias.

Una señora chilena rural que vivía en un ambiente mayoritariamente mapunche explicaba, por ejemplo, como un grupo de militares llegó a la casa y tras preguntarle donde estaba su marido se acercaron a él y luego de intercambiar algunas palabras le dispararon y le dejaron mal enterrado bajo unas piedras. Su marido era amigo de los carabineros de Lautaro. Estos, al saber su muerte, se indignaron con los militares y fueron al regimiento a informarse sobre las causas de la ejecución. La respuesta fue que había denuncias en su contra provenientes de personas del Asentamiento en el que él tenía el cargo de responsable de ganadería. Un teniente de carabineros amigo del Ejecutado fue personalmente al Asentamiento a increparles y estos reconocieron, según dice la viuda, que le habían denunciado al ejército con el ánimo de vengarse por una discusión que tuvieron sobre animales y que pensaban que no iba a pasar nada, que sólo le iban a asustar un poco. Nunca pensaron que le matarían.

Disponemos de testimonios en las zonas de Lautaro, Galvarino y Melipeuco de situaciones similares de denuncia que muestran que, más allá de las interpretaciones culturales, existió efectivamente con frecuencia un factor local desencadenante de la desaparición o la muerte.

Probablemente en algunos de los casos los denunciantes no pretendían que las cosas llegaran tan lejos y no podían pensar que su acción tendría esas consecuencias fatales, pero en otros las muertes fueron cuidadosamente planificadas. Diversas personas nos testimoniaron como dueños de fundo y terratenientes locales afiliados, al parecer, a la organización Patria y Libertad fueron los que en la zona de Lautaro elaboraban las listas de gente a desaparecer, procediendo a una auténtica limpieza moral de la zona, por la que pagaban a los carabineros locales.

En Kurarrewe se nos dieron antecedentes de acciones similares para conseguir ocupar tierras mapunches:

'A mi hermano y a mi papá se los llevaron por un asunto de tierras. El compró unas tierras y no tenía documentos ni nada, y entró con un hombre educado que le iba a arreglar los documentos. Ese que vive ahí detrás, donde se ve el cerco. Pero él no cumplió. Nos pidió dos hectáreas de campo a cada uno de los familiares por arreglar los papeles de la propiedad. Después no hizo nada. Hoy él tiene más de treinta hectáreas nuestras y nunca pagó nada. El era amigo de los militares y cuando le reclamamos ellos venían a molestarnos y asustarnos. El les daba casa y comida a los militares. Así fue que ellos vinieron a llevarse a mi papá y a mi hermano. Les dijo que éramos comunistas y que hacíamos reuniones en la casa. Eso fue para quedarse con nuestra tierras'. (M0306)

Otro hermano lo describía así: 'El no sabía ni leer ni firmar. En ese lugar no se conocía la política. Era toda gente incrédula y seguro que no participaban en nada. Lo vinieron a buscar, seguramente porque ese hombre lo denunció. No fueron a preguntar. El no era político ni nada. No tenían ni derecho a votar. Lo fueron a ver una mañana. Le llevan a dos hijos. Fue a preguntar. Soltaron al menor. El ya no volvió. (M0305).

Las acusaciones sobre robo de animales fueron otra de las justificaciones habituales para la mayoría de las redadas represivas realizadas en esa época:

'A mi me mataron tres hermanos, y fue ese Campos y el Ferrier y el tal Ponce. Fíjese que un día no se me acerca este Campos y me dice: ¿Qué andas haciendo cerca del portón?. ¿Ya estás mirando por dónde robarte animales?. Y yo me le encaré y le dije: Eso mejor lo sabrá usted que si tan bien sabe quienes son los que roban será porque usted es de ellos. Así que mejor me deja en paz y se retira. Y no supo qué decir. Porque siempre al mapunche le hablaba gritando y preguntándole qué donde escondía lo que se robaba. Y yo ahí me le afirmé y se calló y siguió su camino'. (M2301)

'A mi papá le levantaron calumnia de un robo de animales. Al no encontrarle en la casa se llevaron al hijo en su lugar. Cuando vinieron los carabineros botaron la puerta y entraron gritando: 'El cuero, el cuero: ¿Dónde está el cuero?'. Cuando llegaron venía Salazar, el administrador del fundo, con los carabineros. Llegaron en una camioneta roja. Algunos iban encapuchados, otros no. La camioneta era del fundo' (M1002)

Por tanto, sabemos positivamente que existió una base real y que buena parte de las muertes se debieron al clima de impunidad imperante.

Las relaciones interétnicas.

Un caso especial que merece destacarse es cuando el conflicto tiene que ver con relaciones interétnicas conflictivas en las zonas de los Asentamientos. Por ejemplo, un DD de etnia mapunche había, al parecer, quebrado con su familia de origen para poder convivir con una mujer wingka(C) con la que tuvo un hijo. Este, militante comunista, desaparece con toda probabilidad por razones políticas. A raíz de la desaparición sus padres sostienen públicamente que fue esa mujer wingka la que lo denunció para evitar que él la pudiera repudiar y se volviera a vivir con ellos. La viuda, por su parte, dice que la familia de su marido siempre la rechazó, más aún a raíz de la muerte, y nunca quisieron saber nada de ella a pesar de la difícil situación económica en que quedaron ella y el hijo. Le parece ridículo que alguien pueda pensar que ella denunció a su propio marido a los carabineros.

La realidad es que, no sólo el desaparecido, sino toda la familia de él era de conocida militancia comunista, siendo perseguida por ello. Varios hermanos sufrieron detención, prisión, tortura y muchos años de exilio. Todo apunta a que la familia sabe, por tanto, que el desaparecido lo fue, al igual que sus hermanos, por su connotada trayectoria política y no por la denuncia de la esposa:

'Yo no estoy al tanto. Lo que supe es lo que me contaron. Según se dice antes de que se vinieran de Lautaro a Pitrufquén mi papá había conocido a una señora y tuvo un hijo con ella. Esa señora era mapunche. Después se vino a convivir con mi mama, que no era mapunche. Él negó esa primera relación y no quiso reconocer al hijo. Sería por eso que ella le denunció, aunque los abuelos dicen que si sería mi madre, pero es absurdo. El Rettig quebró a la familia. Mis tíos cuando fueron a declarar defendieron a esa señora y no a mi mamá. Según ellos mi mamá señaló a los carabineros que él estaba en la casa y que si iban podrían tomarlo'. (M2601)

Las Causas Generales.

Hemos definido en la introducción como causas generales a las interpretaciones aportadas desde la comprensión de la existencia del Estado, de la sociedad global y sus mecanismos de funcionamiento, del concepto de política y la existencia de partidos como prolongación de aquella, y de la relación entre las desapariciones y ejecuciones y ese contexto político del Estado. Al hacerlo no se clasifica a las causas generales como mapunches y no mapunches, sino que restringimos el análisis a las causas generales desde una perspectiva hispanochilena, para la que desde una perspectiva positivista y causal "la dictadura" es la responsable última de la cadena de represión y muerte de 1973-90, y en último término también del tipo de Estado que ha imperado en Chile. La antropología post-moderna consideraría pertinente tener en cuenta las razones de reprimidos y represores, rompiendo los límites de la posición positivista por el grado problemático que pudiera haber entre ella y lo que la gente que lo vivió le da. Así, en la perspectiva post-moderna las llamadas causas generales podrían ser de diverso tipo, teniendo ontológicamente un valor similar en cada una de ellas. Así, por ejemplo, las razones de tipo religioso deben aceptarse si son esgrimidas, provengan del sector represor o del reprimido. Lo mismo puede darse a nivel de causalidad política o cultural. Desde esta óptica podrían existir causas generales enmarcadas en la concepción mapunche de la historia de su pueblo o de su marco conceptual religioso.

En nuestro estudio no se ha realizado un acercamiento de este tipo, dado que los represores no forman parte de la muestra y a que hemos restringido el análisis a la conciencia de la responsabilidad del Estado y sus agentes, sin pretender abarcar los diferentes tipos de causas generales que pudieran ser esgrimidos por cada uno de los actores implicados.

La responsabilidad del Estado. Es obvio que las evidencias supuestas o fundadas de venganzas personales y denuncias que hemos expuesto al hablar de las denominadas causas locales no ocultan que el Estado es el responsable último de todo. La cadena de muertes de 1973, 1974 y los años siguientes jamás se habría producido puramente por estos factores locales. Los mecanismos de control social mapunche nunca llevaron a este tipo de situaciones. Nada habría pasado de no crearse e impulsarse esa política de implantación del terror y de depuración moral desde las máximas instancias del Estado. La causa última no es la acusación de robo de animales ni la respuesta de violencia de los uniformados locales, sino el contexto de la Dictadura que aleccionaba y estimulaba a los oficiales a comportarse de ese modo, y que daba libertad de acción represiva al resto de los uniformados.

Las familias mapunches manejan al menos de modo parcial este segundo plano explicativo hispanochileno aunque no hablen de partidos ni tengan claro el propio concepto de Estado y política. Aunque la explicación sea local, en todas estas actuaciones hay dos actores fundamentales. Por un lado, como hemos visto, está el familiar, el miembro de la comunidad o las personas del Asentamiento que denuncian, bien sea por envidia, bien por problemas previos. Pero por otro están también las personas no mapunches ejecutoras del acto represivo, bien sea administradores o dueños de fundo, bien carabineros de la comuna que conocían perfectamente a cada persona y sabían donde localizarla. Implícitamente se está reconociendo, por tanto, una cierta contextualización política.

Más allá de este nivel básico de conciencia, no podemos olvidar que hubo también una buena parte de familias mapunches urbanas y algunas mapunches rurales que tenían militancia comunista o mirista reconocida y que, por tanto, plantearon de manera clara y explícita el contexto represivo como primera y principal causa de la desaparición o muerte del familiar:

'A cualquiera tomaban. El carabinero Campos era un perro perdiguero que obedecía las órdenes del amo.' (M2302)

'No sé por qué lo tomaron. A cualquiera lo tomaban en esa época.' (M0803)

'Él desapareció porque nosotros éramos mapunches. Estábamos aquí molestando y ensuciando. El y el hijo eran de Patria y Libertad' (M1201)

'Lo denunció un vecino momio por sus ideas políticas. Él pensaba contrario.' (M2603)

Si analizamos estas referencias a la situación sociopolítica entre los mapunches vemos que se hacen de dos formas:

1) Por un lado hay un cierto nivel de -llamémosle- militancia no militante. Durante los años de gobierno de la Unidad Popular la mayoría de la población estaba afiliada a alguna institución (sindicato, partido...) o a algún organismo. La militancia podía ayudar en algunas ocasiones a conseguir trabajo. Siguiendo esta idea, mucha gente se afiliaba por razones pragmáticas, a partir de un vínculo afectivo o por algunas ideas básicas, pero en cualquier caso sin auténtico conocimiento de la ideología que el partido representaba o del papel que este jugaba en el conjunto del Estado o respecto a otros partidos.

'Ellos estaban todos en el sindicato de la CONAF (D) , pero es que cualquiera estaba. Si casi no podías entrar a trabajar si no eras del sindicato. Allí juntaban a la gente en Asambleas y venía gente de Santiago y les decía que tenían que organizarse y ser del sindicato...' (Ch3901)

2) Por otro estarían aquellos casos de activa militancia, en los que la muerte es atribuida directamente a ésta. Pero, curiosamente, incluso en la mayoría de estos casos no se deja de apreciar el factor local:

'Él era comunista, pero ya no era un hombre activo. Desde la parálisis que sufriera dos años antes que le costaba vestirse, moverse. Ya poco salía de la casa. Había rivalidad por lo del partido con personas del pueblo. Participaba en política pero el hecho de hacerlo no justifica que se lo llevaran. Ya no representaba nada'

(M2100)

'Mi papá era comunista. Era conocido en el pueblo, pero dejó de ir a reuniones y de participar con lo de la parálisis. A raíz de eso le cambió el carácter. Recuerdo que por los días del golpe el volvía bebido a casa, de pésimo humor. Maltrataba a mi madre. Era la parálisis. Decían que hablaba mucho cuando tomaba. Siempre me acordaré de un día que mi hermano mayor llorando le suplicaba: Usted padre, tiene que callarse, que estos no son tiempos de ir hablando. Que no va a ser a usted sólo que lo van a llevar sino a mí también. Hágalo por nosotros y no salga a tomar. Pero él decía que no iba a callar. Y poco después fue que vinieron a la casa y se los llevaron a los dos. La misma gente con la que tomaba, que algunos le tenían rencor.' (M2104)

'Él participó en la campaña del plebiscito. Toda la familia simpatizábamos pero él era el más notado. Nunca callaba. Ese día que lo mataron andaba bebido. Le gustaba reírse de todo el mundo, pero en especial de los carabineros. Estaba en una ramada y empezó a meterse con la polola de uno de los carabineros. Casi llegaron a las manos. Fue después, cuando... ' (M2405)

En el caso de una hija de un DD de etnia mapunche llegaba a decir, de manera impactante:

'Mi padre fue denunciado por gente de la comunidad. Se le acusó que era comunista, pero él nunca estuvo con los comunistas. Sospecho de gente muy concreta. Es un dolor que esa gente que estuvo aquí y a quien mi padre ayudó pudo ser la que lo denunció'

Y más adelante añade: 'Yo sólo odio a los que le acusaron. No a los militares, porque la culpa fue de esos que hablaron mal' (M0602)

Hay por otro lado un grupo importante de jóvenes mapunches, hijos de detenidos-desaparecidos que apenas conocieron o no conocieron al padre, que declaran no tener antecedentes sociopolíticos sobre sus familiares victimados o no demuestran interés en hablar sobre ello.

Este contexto general más amplio parece que es percibido mucho mejor por los familiares hispanochilenos.

En las familias de la cultura mayoritaria se vincula más claramente la detención con la actividad política del desaparecido, pronuciándose en la mayoría de casos abiertamente en contra del hecho represivo y del Estado y el régimen que lo provocó. Aceptan abiertamente que hubo una dictadura que conllevó un proceso represivo, pese a que, como veíamos, la percepción de este contexto social amplio no quita al hecho de que hubiera también una base real de denuncias de vecinos y se habla también de envidia, aunque entendiendo esta desde el concepto que la cultura chilena da a este término:

' A él lo apreciaban en el sindicato por su trabajo. Pero los militares fueron a la casa porque alguien llamó por teléfono para decir que algo se quemaba en la casa (efectivamente estaban quemando papeles). Sin esa primera llamada, no se habría producido la primera detención y todo lo que siguió después. Porque después de eso ya lo vigilaban. Creo que lo denunciaron pero no sé por que, además creo que fue el suegro de mi primo'. (Ch0502)

'Se comentó... que fue por envidia en el trabajo. Pero él sólo salía a entrenar niños para básquetbol. ¿Quién le podía tener envidia?. Era simpatizante del PC. Eso todos lo sabían.' (Ch1001)

'Fue por la política. Fue un vecino del Partido Nacional que lo denunció por su diferente política. Pero su participación en el Partido no era de hacer demanda sino por llevar armamento, por tomarse fundos con los otros... O sea, sólo eso, no política, política'. (Ch1501)

'Él tenía cargo cuando Allende. No sé exactamente qué, pero prosperamos mucho. Fueron buenos tiempos. Pero que lo fueran a buscar... eso fue intencionalmente, lo hicieron los vecinos por envidia. Teníamos una máquina hiladora y el vecino después venía. También quisieron comprarnos las tierras, vinieron varios con ofertas, pero mi madre nunca quiso vender. Ella decía que nunca vendería y menos a esa gente.' (Ch1502)

En resumen, hemos observado que tanto hispanochilenos como mapunches se mueven en los dos planos de causalidad, pero mientras los primeros dan más importancia al contexto político global, y los factores de denuncia o ajuste de cuentas local sólo actúan como precipitantes, en los mapunches serían las relaciones dentro de la comunidad las importantes a la hora de explicar la muerte o la desaparición, siendo el contexto global un factor circunstancial. Los modos tradicionales de interpretar las desgracias que tiene la cultura mapunche siguen actuando especialmente en las zonas rurales, si bien es muy difícil saber donde está el límite entre lo real y lo supuesto, entre lo vivido y lo percibido. No encontramos ninguna familia mapunche que nos diera una explicación basada puramente en la transgresión de normas y en que ello acarreara el mal a la familia. Tenemos, en cambio, numerosos testimonios del modo en que la Dictadura jugó con los factores locales para provocar el enfrentamiento, las denuncias y el aislamiento y de cómo los factores étnicos jugaron, una vez más, en perjuicio de los mapunches en los procesos de depuración moral y de usurpación que se realizó en algunas regiones de la Araucanía.


Notas

  • (A) Derecho consuetudinario: Nombre que recibe el derecho que procede de la costumbre

  • (B) Por supuesto que en la interpretación de estos datos inciden además otros elementos. Por un lado el grado de conocimiento que pudieran tener los familiares sobre las actividades políticas o sociales de las víctimas. Muchas personas, tanto mapunches como no mapunches, ocultaron sus actividades a la familia y las mantuvieron en secreto hasta el último momento. Por otro lado no siempre esta militancia fue aceptada, y en ocasiones se negó para evitar el componente de estigmatización del desaparecido que pudiera significar la etiqueta comunista o socialista. Y por último estaría el hecho de si estas actividades se entendían por parte de la familia como formando parte de un contexto más amplio (es decir, las nociones de Estado, política y partido) o sólo como expresiones de poder local.

  • (c) Wingka: no mapunche

  • CONAF: Corporación Nacional Forestal, Organismo Estatal dependiente del Ministerio de Agricultura.



  • Citar como: Durán Pérez, Teresa et al. Muerte y Desaparición Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica KO'AGA ROÑE'ETA se.x (2000) - http://www.derechos.org/koaga/x/mapuches/

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