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25sep07


COPROINCH: la historia del civismo oportunista*


La conformación -el 30 de marzo de 2005- de un Comité Cívico yacuibeño a espaldas de las organizaciones sociales con mayor representatividad, fue la oportunidad para que un grupo de personas al mando de diversas instituciones disidentes al ente cívico oficial, decidieran apartarse y conformar una nueva institución que representara al "pueblo", o mejor dicho, los representara.

De hijos pródigos, organizaciones e instituciones de amplia base social en Yacuiba como la Federación de Mercados Municipales o la Federación de Campesinos pasaron a conformar su propia entidad cívica, que en adelante se llamaría Comité Pro Intereses del Gran Chaco – 1ra. Sección (COPROINCH).

El descontento con la modalidad de elección en el Comité Cívico de Yacuiba, además de no tener éste carácter incluyente, indujo a los disidentes a plantear la elección del nuevo comité por voto popular. Suficiente muestra del hermetismo "rosquero" y político, había sido la elección de Gualberto Durán en el salón del sindicato "1ro. de mayo" como nuevo Presidente del Comité Cívico yacuibeño para la gestión 2005-2007.

Inmediatamente a la elección cívica, el 31 de marzo de 2005 una asamblea de 60 organizaciones (según señala la "convocatoria a elecciones y plan maestro" del COPROINCH) conformó un Comité Ad-Hoc y Comité Electoral mediante los cuales concretaron la primera elección cívica por voto popular. El domingo 5 de junio se convirtió en un hito para el civismo local.

Dieciocho ánforas instaladas, dieciséis carteras directivas en pugna, dos frentes contendientes (Verde y Blanco – Unidad Cívica Popular), propaganda electoral y hasta foro debate televisivo, fueron algunos de los elementos presentes en este primer proceso democrático demandado entonces por sectores sociales ante el monopolio cívico tradicional.

Con la participación de casi tres mil votantes, el proceso electoral se llevó a cabo en la primera sección Yacuiba el domingo 5 de junio, adjudicándose el primer puesto la fórmula Verde y Blanco a la cabeza del Dr. Luis Alberto Jiménez Marquez (Presidente), e integrada por el Lic. Edilberto Hilarión Calderón (primer Vicepresidente), Santiago Romero (segundo Vicepresidente), Ruben Herbas (Director de Hidrocarburos), Gonzalo Herbas (Director de Recursos Naturales), profa. Ada Sagardia Marín (Directora de Género y Generacionales), Juan Ruiz Flores (Director de Transporte), Lic. Carlos Orellana Guevara (Director de Asuntos Económicos y Financieros), Ing. Mariela Camacho (Directora de Asuntos Institucionales), Dr. Nelson Marca Condori (Director de Asuntos Legales), univ. Ronald Mansilla (Director de Asuntos de la Juventud), Germán Socaño (Director de Industria y Comercio), Vladimir Lagrava (Director de Servicios Básicos), Prof. Roberto Veizaga (Director de Educación), Dr. Walter Flores Espinoza (Director de Salud), y Mario Roque Ibarra (Director de Cultura y Deportes).

Sólo como aclaración necesaria: el 90% de los dirigentes de la plancha ganadora ya no se encuentran actualmente en el COPROINCH, por más de un año.

El bautizo con fuego y los primeros pasos del COPROINCH

Había transcurrido un poco más de un mes de vida institucional, y el COPROINCH tuvo su primera prueba de fuego: la conducción de un paro cívico para exigir a Tarija la transferencia de recursos para educación y salud, tal cual establecía la Ley 3038.

Como preámbulo, una asamblea de Instituciones había decidido el 21 de julio de 2005, exigir al entonces Prefecto de Tarija Adel Cortez Maire, "la destitución inmediata del Sub Prefecto Eduardo Alfaro Ortiz". Demanda que al día siguiente fue cursada por escrito a la autoridad departamental, y que posteriormente, abriría un boquete en el bloque cívico yacuibeño mientras éste negociaba con la comisión tarijeña visitante.

El mismo 23 de julio de 2005, dirigentes del COPROINCH desplazados a Camiri para un encuentro regional de instituciones, rubricaron el "Pronunciamiento de Camiri" mediante el cual se daba a conocer públicamente la creación del COPROINCHABOL (Comité Pro Intereses del Chaco Boliviano), conjuntamente la aquiescencia del Comité Cívico de Camiri, el Comité Cívico de Monteagudo, el Comité Cívico de Ipati, el Comité Cívico de Muyupampa, el Comité Cívico de Macharetí, la Asamblea del Pueblo Guaraní y la Asociación de Ex Trabajadores Petroleros de Bolivia. Otra aclaración necesaria: el COPROINCHABOL es hoy inexistente orgánicamente pese a los desesperados intentos del COPROINCH Residual por mostrarlo con vida.

El 24 de julio de 2005, una reunión del COPROINCH efectuada en la comunidad Villa El Carmen con dirigentes campesinos, emitió un voto resolutivo mediante el cual respaldan al Gobierno Municipal de Yacuiba en sus demandas contra Tarija y exigen la presencia del Prefecto hasta el lunes 25.

Al llamado del Gobierno Municipal de Yacuiba para determinar en reunión pública del Concejo Municipal las medidas de presión y el paro, el COPROINCH asistió el lunes 25 de julio de 2005 junto a otras instituciones y organizaciones, donde se redactó el pliego petitorio, se organizó un comité de huelga y se determinó efectuar una marcha popular.

Pliego petitorio que exigía a Tarija el cumplimiento de las Leyes 3038, 3039, 3040 y 3043 y "la destitución inmediata del Sub Prefecto Eduardo Alfaro Ortiz". Comité de huelga que obviamente estaba encabezado por el presidente de COPROINCH Luis Alberto Jiménez e integrado por los dirigentes del flamante ente cívico. Marcha popular que estuvo conformada mayoritariamente por locatarios de los mercados municipales.

El martes 26 de julio de 2005, se realizó la marcha que concluyó en el frontis del Comité Cívico de Yacuiba, luego ésta se convirtió en mitin de protesta y luego en asamblea popular que ratificó el pliego petitorio, incluyendo el demanda de destitución del Sub Prefecto. También declaró paro indefinido y bloqueo de caminos.

El miércoles 27 de julio, desde las cero horas comenzó la instalación de piquetes de bloqueo en accesos desde y hacia Yacuiba y San José de Pocitos. Ya en la noche se inició una tensa reunión del Comité de Huelga con la comitiva prefectural, en la que saltaron a la vista las discrepancias internas: los emenerristas que estaban contra el paro y defendían la continuidad del Sub Prefecto; y el bloque cívico-municipal que ratificaba su pliego petitorio.

Finalmente, la comisión prefectural acabó comprometiéndose a emitir una resolución que establezca la transferencia del 20% de las regalías provinciales a los municipios, tal cual establece la Ley 3038. Sin embargo, descartó acceder a la destitución subprefectural y firmó el compromiso que 15 días más tarde se concretaría en una Resolución.

Aunque una posterior auto evaluación del COPROINCH determinó que los resultados habían sido exitosos al tratarse de la primera participación en un paro cívico, reconoció también que había sido utilizado por los operadores políticos del Concejo Municipal (Presidente Carlos Bru y Secretario Jorge Arias). El movimiento popular se había sustentado –además de exigir la transferencia de la regalías- en la destitución del entonces Sub Prefecto. Las autoridades municipales dejaron tal demanda para el final de la "negociación" con la comisión prefectural, luego la pasaron por alto y aprovecharon la tensión del momento para finalizar la reunión.

Del ascenso al descenso, de lo institucional a lo individual

El primer año del COPROINCH estuvo marcado por esfuerzos individuales para sacar adelante a la Institución que por primera vez había sido electa por voto popular. Una importante participación del COPROINCH a nivel regional, fue la registrada en la II Cumbre Social Alternativa (9, 10, 11 de septiembre) que durante casi tres días concentró en Camiri a distintas organizaciones sociales del país. En dicho evento, se expuso la propuesta del "décimo departamento" concordando sobre su necesidad con las instituciones de Camiri.

En su primer año de gestión, el COPROINCH como tal, trató de articular al COPROINCHABOL y para ello propició la conformación de filiales en Villamontes y Caraparí, por ejemplo. No obstante, los esfuerzos individuales de quienes ni siquiera formaban parte del Directorio, no pudieron evitar que la Institución se convirtiese en algo similar a una empresa unipersonal. Las permanentes decisiones arbitrarias e inconsultas de la cabeza, debilitaron su estructura y le restaron credibilidad. Las organizaciones gestoras del COPROINCH fueron -una a una- abandonando el barco, al igual que los miembros del Directorio.

La agenda del COPROINCH estuvo siempre orientada al sector de hidrocarburos. La refundación de YPFB, primero, luego la industrialización del gas, y finalmente, la instalación de la vicepresidencia de Fiscalización y Contratos en la provincia Gran Chaco. Demandas cívico-regionales que se fueron consolidando más por la fuerza de gravedad que por la efectividad institucional del Comité, excepto la vicepresidencia, que sin ser aún definida su estructura y trasladada a la región, fue asignada a un profesional chaqueño como fruto de la "sugerencia" del COPROINCH sin consulta social-provincial.

En lo local, la presencia del ejecutivo de la Institución cívica fue más visible en actos oficiales de la Sub Prefectura que en la gestión de demandas locales o regionales. Los viajes a Tarija y La Paz se hicieron más continuos, y siempre tras el "Gran Paitití" (YPFB).

El segundo año de gestión, sirvió para que el COPROINCH recobre fuerza interna y se proyecte a nivel nacional. Dos gestas cívicas ajenas a sus propios intereses "hidrocarburíferos", lo catapultaron: el paro comercial de agosto de 2006 por la denominada "franquicia" y el puente YASSMA; y la movilización de abril de 2007 contra la Ley D’arlach y la Prefectura, por el contencioso administrativo limítrofe entre las provincias Gran Chaco y O’Connor.

Entre el 24 de agosto y el 1 de septiembre de 2006, la frontera boliviano-argentina fue paralizada y bloqueada por bagalleros, vivanderos y comerciantes minoristas de San José de Pocitos rechazando la construcción del puente YASMA al oeste de Yacuiba y exigiendo una franquicia equivalente a 500 dólares, más la destitución del Administrador de Aduana. La presión pociteña-yacuibeña de nueve días logró suspender la licitación del nuevo puente internacional y hacer destituir al administrador aduanero José Blacud. No obstante, la vieja demanda de valija turística equivalente a 500 dólares no fue resuelta y finalmente, se declaró cuarto intermedio. La participación del COPROINCH se redujo a un salto libre de paracaidismo en el segundo día de paro, manifestando su apoyo "moral" a las medidas sectoriales.

El 17 y 18 de abril de 2007 se vivió la movilización más violenta del Gran Chaco a raíz de un proyecto de Ley propuesto por el senador tarijeño Carlos D’arlach (PODEMOS) estableciendo la anulación parcial de la Ley 3038; y exigiendo la excusa del Prefecto en las demandas limítrofes interpuestas. Movilización cuyo Comité de Huelga estaba encabezado por el Presidente del COPROINCH Luis Alberto Jiménez, debido a la ausencia efectiva del Comité Cívico de Yacuiba por su alineamiento político con el Prefecto Mario Cossío, ante quien se dirigían las demandas chaqueñas. La participación del COPROINCH sólo fue figurativa.

En ambos casos, esta entidad cívica estuvo lejos de repetir su primera experiencia donde dirigió casi sólo el paro cívico. Sin embargo, obtuvo buenos réditos merced a las cámaras de televisión y micrófonos radiofónicos que por lo general atienden la coyuntura sin echar la mirada al fondo del océano, donde se mueven los más insospechados intereses individuales y de grupo.

Aunque en esta etapa se incorporaron otras demandas ajenas a la agenda básica del COPROINCH, como la creación de la Empresa Chaqueña de Electricidad (Enchel) establecida en una Ley "chuta" del diputado Wilman Cardozo, la creación de la Universidad Autónoma del Chaco derivada de una iniciativa de jóvenes universitarios yacuibeños (de la que se apropió el COPROINCH), y la conversión de vehículos para uso de GNV (gas natural vehicular) ya establecido en el POA de la Prefectura tarijeña, la estructura orgánica se fue reduciendo a su mínima expresión, quedando esta Institución en manos de un pequeño grupo de profesionales sin base social.

Las ciento treinta y siete instituciones que el COPROINCH dice tener, están sólo en el papel expresadas en sellos y firmas. Si en algo se especializó la Institución, es en la recaudación de firmas y sellos de forma ambulante, porque si Mahoma no va a la montaña…

Un salto a la televisión gambeteando la muerte

Desde que asumieran gobiernos nuevos en lo nacional y departamental, el COPROINCH se ha esforzado por presentarse como la representación cívica no sólo de la provincia Gran Chaco sino de todo el chaco boliviano a través de la fachada del COPROINCHABOL. Individualidades de esta Institución peregrinaron constantemente a La Paz y Tarija, exigiendo reuniones de alto nivel y llegando incluso a amenazar con paro cívico regional y convulsión social de no ser atendidos. El problema no es la actitud de ciertos dirigentes del COPROINCH sino que algunos altos jerarcas nacionales y departamentales, creyentes en la descomunal capacidad de movilización y supuesta representatividad regional que tuviese la Institución, acogen sumisa y temerosamente a los "voceros del Chaco". Sólo tres personas en Villamontes y no más de diez en Yacuiba conforman el actual Comité Pro Intereses del Gran Chaco – 1ra. Sección.

Tanta credibilidad y representatividad ha perdido el otrora popular COPROINCH, que las propias instituciones de Yacuiba lo cuestionan. El 27 de julio pasado por ejemplo, la Asociación del Transporte Unificado "Gran Chaco" que aglutina en su seno a tres sindicatos, a seis cooperativas y a cuatro asociaciones, emitió un voto resolutivo mediante el cual acusa al COPROINCH de no tener ninguna representación, y que "las posiciones asumidas nunca el pueblo las ha aceptado ni conocido".

El Transporte Unificado considera al COPROINCH como un "minúsculo grupo de personas que la ciudadanía conoce", el cual "ha demostrado tener prostituida su moral y conciencia, pues su actuación por demás conocida ante autoridades locales, departamentales y nacionales, es la de regalarse a cualquier lado, sean estos oficialistas o de oposición, pero sacando el mejor provecho personal y mini corporativo, dañando seriamente las aspiraciones y el desarrollo de la población chaqueña".

Ante el crítico panorama, el COPROINCH ha optado por autopromocionarse en la televisión, difundiendo varios spots institucionales de las gestiones que ha realizado en cuanto al parque automotor con GNV o el asfaltado del tramo carretero Pajoso – Caraparí. Incluso, utilizan las imágenes violentas de abril cuando pobladores asediaban la planta de Transredes, para mostrarse como líderes de aquel movimiento social que degeneró en actos delincuenciales y del cual, el propio Presidente del COPROINCH no da cuenta –hasta hoy- ante el Ministerio Público, amparándose en el supuesto "derecho al silencio".

Desde julio, la difusión de tales spots hizo pensar a la población que se trataba de una campaña de la actual Directiva, con miras a ser re-electa en un nuevo proceso eleccionario por voto popular. La deducción era lógica: si el Comité Cívico de Yacuiba que había sido conformado el 30 de marzo de 2005, se aprestaba a renovarse mediante convocatoria a elecciones por primera vez populares al haber fenecido su tiempo de mandato, también correspondía al COPROINCH emitir su convocatoria electoral porque su gestión había concluido el 5 de junio. Pasaron más de tres meses y la población sigue preguntándose, ¿por qué no hay ni siquiera convocatoria hasta la fecha?

El COPROINCH cumplió su ciclo histórico y feneció su razón de ser

No sólo ha sobrepasado su fecha de vencimiento. El COPROINCH ha cumplido su ciclo, y su necesidad histórica ha sido resuelta. Surgió como alternativa a un Comité Cívico de Yacuiba excluyente, elitista y politizado que se "renovó" en marzo de 2005 con la participación de 17 instituciones pequeñas y no representativas del pueblo. Con el voto cerrado de una camarilla ajena a la demanda social de participación orgánica.

El COPROINCH se sometió al voto popular y obtuvo legitimidad. Muchas organizaciones de base social ancha, respaldaron un proyecto cívico que buscaba sepultar la manipulación política del civismo y resucitar el sano esquema cívico de gestión y fiscalización, además de defensa de los inclaudicables intereses de la colectividad. Durante más de dos años, fue un comité cívico paralelo dada la necesidad histórica de representar a los excluidos. Pero…los excluidos fueron paulatinamente otra vez excluidos…fueron lentamente traicionados.

Con la pasada elección histórica del nuevo Comité Cívico de Yacuiba mediante voto popular (19 de agosto de 2007), la necesidad histórica del 2005 quedó resuelta. Y no sólo por la participación del pueblo en la elección del nuevo Directorio, sino por la participación directa de grandes organizaciones sociales que son representadas por cada uno de los miembros directivos.

De acuerdo a los líderes de opinión en Yacuiba y dirigentes de instituciones, habiendo cumplido su ciclo, el COPROINCH debería desaparecer para dar paso a la unidad cívica regional. Dejar de lado los intereses individuales para concensuar los intereses colectivos. Desviar la obstinada atención en la Vicepresidencia de YPFB –que por cierto ya fue resuelta al decidirse su instalación en Villamontes- para enfocar la mirada en el abanico de problemas regionales carentes de dirigencia cívica gestione soluciones. Una convocatoria electoral para pretender "renovar" el COPROINCH dejaría en claro una sola cosa: que el civismo oportunista había sido altamente beneficioso, aunque no necesariamente para el pueblo y la región.*Entiéndase como visión y actitud oportuna para alterar el curso de la historia, que algunos líderes sociales tuvieron, y que no necesariamente forman parte de la actual dirigencia.

[Fuente: Bolpress, La Verdad, La Paz, 25sep07]

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