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17jul11


Unos ven progreso y otros, que la coca matará al bosque


Peligro. Un exviceministro advierte que narcos se beneficiarán con la ruta

La carretera que empezó a ser construida desde la puerta de la tierra cocalera de Chapare (Cochabamba), hasta el pueblo olvidado de San Ignacio de Moxos (Beni), se bate entre el cielo y el infierno. Para el Gobierno de Evo Morales, esta ruta de 306 km será una locomotora de desarrollo y una obra que traerá bienestar a los pueblos históricamente desatendidos, pero para otros hombres, también de peso, incluyendo al exviceministro de Tierras Alejandro Almaraz, que encabezó la reversión de latifundios en favor de los indígenas, el diseño del tramo dos de la ruta que pasará por el centro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) provocará el crecimiento desmedido del cultivo de la hoja de coca y creará además una vía de circulación rápida no solo para las mercancías e intereses de Brasil (país que está financiando la ruta con $us 332 millones), sino también para el tráfico de drogas. Así lo declaró a la red Erbol.

“Con una carretera que atraviese el Tipnis se dan oportunidades muy grandes para un avasallamiento masivo y descontrolado del negocio de la coca ilegal, esto es arrasador, devastador para las comunidades indígenas y para la naturaleza porque esos cultivos de coca se implantan donde antes había monte”, sostuvo.

Parte de la preocupación de Almaraz ya es una realidad en la zona sur del Tipnis.

EL DEBER comprobó que entre el río Isiboro y una carretera ripiada de 42 kilómetros que muere en la comunidad Ichoa, existen 14 asentamientos humanos con gente llegada desde el occidente del país. En esa zona donde hasta hace 10 años la tribu yuracaré era dueña de sus dominios, ahora hay plantaciones de hoja de coca que han remplazado a los bosques donde los originarios se abastecían de comida y de aire fresco.

El ruido de las motosierras suena intermitente durante el día y los pocos indígenas que quedan o bien optan por fusionarse a los colonos y plantar coca, o bien marchan con la ropa del cuerpo hacia el norte del Isiboro Sécure, donde todavía se puede vivir en paz. Este es el caso de Benjamín, que vivía en la comunidad San Antonio de la zona sur del parque. Como su bosque quedó sin animales silvestres y sin árboles, emigró con una mano adelante y otra atrás hacia el otro extremo del Tipnis.

El vicepresidente Álvaro García Linera dijo a los medios del país que geopolíticamente la vía en construcción es vital para Bolivia, que es importante para el sector del transporte, para incentivar la producción y el flujo del comercio interno. “En 10 años se verán claramente los logros. Quienes se oponen son ONG y las redes oligárquicas”, expresó.

EL DEBER también comprobó que en la zona colonizada del Isiboro-Sécure, durante las madrugadas las bocinas de los vehículos que ofrecen el servicio de transporte público y el ruido de las motosierras en uso constante, han remplazado al canto de los pájaros, y muchos árboles han sido convertidos en casas de madera con techo de zinc.

Hay solución al efecto perverso
José Martínez | Exsuperintendente forestal

El Tipnis es un territorio indígena y un parque nacional, vale decir, es un área protegida. Ahí está prohibido hacer actividades que vayan a deteriorar el alto valor biológico.

El mismo Gobierno aprobó el Tratado 169 de OIT que reconoce el territorio a los pueblos indígenas y los derechos y usos tradicionales.

El segundo elemento es que las carreteras tienen un efecto perverso en contra de los indígenas porque los desplaza a las áreas urbanas.

Lo que hay que tomar en cuenta es que no hay que oponerse a la carretera, sino proponer alternativas y poner en la balanza cuáles son los beneficios y los problemas que se vienen. En este caso la balanza está desequilibrada, porque vamos a tener serios contratiempos, perderemos biodiversidad y a los pocos indígenas que quedan. No vale la pena hacerla con costos muy altos.

Es necesario hacer una variante en el tramo dos que pretende pasar por el medio del parque. La otra es construir por otros lados una carretera, con un sistema de puentes, de manera que sería una obra de ingeniería muy interesante para el turismo.

La balanza entre los pros y los contras de la carretera es absolutamente negativa para Bolivia. Se nos presenta como una necesidad por el financiamiento que está haciendo el gobierno de Brasil.

Los dos títulos del bosque

- El Decreto Ley 07401 del 22 de noviembre de 1965 creó el Parque Nacional Isiboro-Sécure. En sus considerandos señala la "necesidad de conservar las cuencas hidrográficas, las nacientes de los ríos para la navegación, la riqueza de los recursos naturales y la belleza escénica, que podrían ser afectadas por la construcción de un camino siguiendo el borde del pie de monte y por la colonización".

- Después de la Marcha por el Territorio y la Dignidad del Estado promulgó el Decreto Supremo 22610 del 24 de septiembre de 1990 que reconoce al PNIS como territorio de los pueblos Mojeño, Yuracaré y Chimán y se lo denomina Tipnis. El DS amplía la superficie del Tipnis a las áreas externas de los ríos Isiboro y Sécure, incorporando a las comunidades asentadas en las riberas de los ríos y constituyendo una franja de amortiguamiento.

[Fuente: Por Roberto Navia, El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 17jul11]

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