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14jul11


Grecia, al borde la quiebra, no volverá a los mercados hasta 2014


La suerte está echada para Grecia y sus acreedores. La agencia de calificación de riesgos Fitch ha reducido una vez más la calificación de la deuda soberana de Grecia, que pasa de "B+" a "CCC", lo que equivale a considerar que el impago de la deuda es una posibilidad real. Fitch asegura que la nueva calificación refleja la ausencia de un nuevo programa de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional para Grecia, plenamente financiado y creíble.

Y ayer el propio FMI cifró en 71.000 millones de euros el dinero que Grecia necesitará de forma adicional de la Unión Europea y en unos 33.000 millones de acreedores privados antes de poder regresar a los mercados en 2014.

¿Cuándo dará el paso Grecia? Lo que está claro es que no será inmediato. Las reservas de Alemania no han permitido todavía la convocatoria para mañana, viernes, una cumbre extraordinaria de los países del euro para tratar de frenar el recrudecimiento de la crisis de la deuda y todo apunta a que la reunión podría retrasarse como mínimo hasta el fin de semana.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mantuvo este miércoles los contactos con las diecisiete capitales de la zona euro, mientras su equipo daba por hecho una inminente convocatoria del encuentro, que no ha llegado debido a que Alemania desea contar antes con un acuerdo concreto que poder anunciar en la cita. "La cumbre se va a hacer, sólo que el viernes estaría ya excluido", comentaron a Efe fuentes europeas, que explicaron que hace falta tiempo para negociar unas conclusiones.

El objetivo de esa cumbre es plantear medidas o acuerdos capaces de disipar las dudas de los mercados, pero Berlín argumenta que es complicado cerrar un plan cuando sólo han pasado dos días desde la última reunión de ministros de Finanzas, en la que se constató que persisten las diferencias sobre la respuesta a la crisis griega.

"Hay que asegurarse de que, si hay una reunión, haya algo específico sobre la mesa que los jefes de estado y de Gobierno puedan decidir", resumieron fuentes germanas. "Si se organiza una cumbre debe finalizar con un buen resultado", coincidió una fuente holandesa, que recordó que, en todo caso, corresponde a Van Rompuy la decisión de convocar una reunión.

No más retrasos

Los países más acosados por las presiones de los mercados, en cambio, esperan la colaboración de sus socios europeos para adoptar sin más dilación las decisiones necesarias que acaben con las dudas que amenazan las primas de riesgo y los mercados de valores. Grecia criticó ayer la lentitud de la Unión Europea y su falta de decisión, tras recordar que las tensiones no sólo afectan a Atenas, sino a toda Europa.

El problema de fondo se refiere a las diferencias sobre la contribución de los acreedores privados a la resolución de la crisis griega, una de las exigencias de Alemania para seguir prestando ayuda a sus socios, pero que está detrás de las turbulencias de los últimos días.

Tras la reunión del lunes, parecía imponerse el enfoque alemán de lograr una sustancial contribución de los bancos privados al rescate de Grecia, aun cuando desencadene la declaración de una quiebra parcial de la deuda helena, a la que se opone el Banco Central Europeo por considerar que tendría unas consecuencias peores que la caída de Lehman Brothers e incrementaría el riesgo de contagio.

Las recientes declaraciones de un portavoz alemán dejan entrever una matización de esa posición para lograr vencer las resistencias del instituto emisor, aunque un acuerdo sobre este extremo parece todavía lejano. Precisamente, esta implicación del sector privado es clave para valorar la situación de los países de la zona euro según las agencias de calificación de riesgos, cuyas notas han jugado un papel desestabilizador durante la crisis.

El Fondo Monetario Internacional, socio de la eurozona en los rescates, coincidió ayer en que el debate sobre la participación de los acreedores privados supone un "enorme problema" para generar confianza en la economía helena.

Paralelamente, el FMI cifró en 71.000 millones la ayuda europea adicional que necesitará Grecia, a la que añadió una participación privada de unos 33.000 millones. La cantidad extra que tendría que aportar la zona euro se sumaría a los 80.000 millones ya comprometidos en mayo de 2010 como parte de un plan de rescate de tres años conjunto con el FMI por un total de 110.000 millones de euros, según el último informe sobre Grecia publicado ayer por el Fondo.

El jefe de la misión del FMI para Grecia, Poul Thomsen, dijo en conferencia de prensa, que el Fondo no tiene previsto de momento participar en el segundo plan de rescate. "Tenemos un programa en marcha que estará vigente durante otros dos años y solo se ha desembolsado la mitad del dinero en el programa hasta la fecha", afirmó Thomsen. “No ha habido una petición (por parte de Grecia) para un nuevo programa", insistió.

Nuevas ayudas

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde dijo el lunes que no ha llegado el momento de tratar "las condiciones, términos, duración y volumen" de un nuevo programa de ayuda del Fondo, en unas declaraciones que fueron mal recibidas el martes por los mercados.

El Fondo dejó claro en su informe sobre Grecia que el país europeo necesitará una nueva inyección masiva de fondos ya que, en contra de lo que se pensó en un principio, Atenas no podrá regresar a los mercados a principios de 2012. El organismo prevé que la economía helena se contraiga un 3,9% este año y que la deuda alcance un récord del 172% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012, y que comenzará a contraerse a continuación.

Los analistas de Fitch, por su parte, destacan "una creciente incertidumbre en torno al papel que deben jugar los acreedores privados en cualquier financiación futura, además del debilitado pronóstico macroeconómico de Grecia".

Con una nota de "CCC" para la deuda a largo plazo, Grecia se encuentra ahora en el penúltimo escalón de Fitch. Mientras, el rating para la deuda a corto plazo ha sido reducida de "B" hasta "C", lo que también equivale al anteúltimo peldaño de calificaciones que maneja esta agencia.

Fitch explica en su comunicado que la nota "CCC" significa "un sustancial riesgo crediticio" y "reconoce que un impago (de la deuda griega) es una posibilidad real". Además, asegura que incluir al sector privado en cualquier solución "sería considerado como una señal de una merma del crédito soberano y que podría desencadenar el impago

[Fuente: El Confidencial, Madrid, 14jul11]

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