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04may12


La subasta de CatalunyaCaixa arranca con un déficit de liquidez de 30.000 millones


El banco que quiera hacerse con CatalunyaCaixa en la subasta organizada por el Ministerio de Economía a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) tendrá que tener mucho músculo para tapar el déficit de liquidez que sufre la caja catalana. Ni más ni menos que 30.000 millones, que es la cantidad que el grupo con sede en Barcelona tiene que refinanciar en los mercados mayoristas.

Los algo más de 76.000 millones del balance de CatalunyaCaixa se reparten, en la parte del pasivo, entre los cerca de 46.000 millones que tiene en depósitos de clientes y los aproximadamente 30.000 millones que la institución tomó prestados entre inversores institucionales. Ese dinero tiene que empezar a ser devuelto a ritmos de unos 2.500 millones anuales durante los próximos tres ejercicios, con un vencimiento "enorme" según fuentes cercanas a la privatización, a partir de 2014.

Este es uno de los grandes escollos para tener opciones de éxito en la privatización dirigida por Citi, que el pasado jueves repartió el cuaderno de venta de CatalunyaCaixa. El banco de inversión estadounidense invitó a un gran número de entidades españolas, como Santander, BBVA, Sabadell, Kutxabank, Popular y Bankiner. Pero dejó fuera a Bankia por orden expresa de Luis de Guindos, que ha vuelto a censurar la participación del grupo presidido pro Rodrigo Rato en una subasta pública como ya hiciera con Unnim.

Fuentes financieras explican que ese déficit de liquidez incluido en el cuaderno de venta y que ha sido negado por fuentes oficiales de la entidad, limita las posibilidades de que cualquier potencial comprador de tamaño medio pueda hacerse con CatalunyaCaixa. El motivo es que los mercados mayoristas están totalmente cerrados para que bancos que no sean Santander, BBVA y Caixabank puedan obtener dinero fresco de inversores institucionales a cambio de activos de renta fija, como las cédulas hipotecarias y territoriales.

En base a ese escollo, los dos candidatos que pueden hincarle el diente a CatalunyaCaixa son Santander y BBVA, ya que Caixabank no participará al tener ya una cuota de mercado regional muy elevada. El abanico podría ampliarse si el Estado decide respaldar el proceso dando algún tipo de ayuda de liquidez o aval al interesado, pero esta es una de las condiciones que ponderan en contra del ofertante ya que Economía pretende no gastar un euro de dinero público para completar la reestructuración del sector. En la venta de Unnim, BBVA no pidió nada en ese concepto.

Otras fuentes apuntan a que las necesidades de liquidez de CatalunyaCaixa son similares a las de otros grupos financieros más saneados, los cuales han tenido que recurrir de forma masiva al Banco Central Europeo (BCE) para obtener financiación barata por la imposibilidad de realizar ningún tipo de emisión de renta fija. De hecho, el que más ha acudido al programa de ayuda del BCE a tres años ha sido Banco Santander, que ha pedido 35.000 millones, por los 22.000 de BBVA y los 18.840 de Caixabank.

Saneamiento anticipado

En cualquier caso, la cifra es más que relevante y superior a la que requirió la privatización de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. La entidad alicantina, que acabó en manos de Banco Sabadell, tenía vencimientos de 4.600 millones en 2012, más otros 7.700 millones solicitados al BCE. En total, más de 16.000 millones. Para poder cerrar la enajenación, de la que se retiraron todos los compradores a última hora, el Estado se vio obligado a avalar la renovación de los préstamos mayoristas.

Estas necesidades de liquidez se suman a la pérdida esperada que tendrá que asumir el comprador por la exposición de CatalunyaCaixa al sector inmobiliario. La institución tiene 15.000 millones concedidos en créditos al ladrillo, pero ya ha provisionado 4.000, por lo que el riesgo restante es de 11.000 millones. El Fondo de Garantía de Depositos (FGD) se hará cargo del 80% de las minusvalías futuras de esos créditos dudosos (8.800 millones), por lo que el vencedor de la subasta tendría que asumir el riesgo de los otros 2.200 millones.

Fuentes oficiales de la entidad catalana también discrepan de estos datos, ya que limitan el crédito promotor a 11.000 millones, si bien no cuentan las hipotecas a particulares.

CatalunyaCaixa perdió 1.335,2 millones de euros en el ejercicio 2011, debido a que la entidad nacionalizada por el FROB acometió saneamientos adicionales por adelantado para cumplir con gran parte de las exigencias del decreto 2/2012 de saneamiento financiero del Gobierno. Este es uno de los mejores atractivos de la subasta, además de que la caja ya ha acometido una reestructuración que ha supuesto el cierre del 30% de las oficinas. Es decir, parte del ajuste ya está hecho.

[Fuente: Por Agustín Marco, El Confidencial, Madrid, 04may12]

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