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DERECHOS

06dic11


Sinopsis de la audiencia de 06dic11 en el juicio por crímenes contra la humanidad cometidos bajo control operacional del Comando V Cuerpo de Ejército con sede en Bahía Blanca


Comando V Cpo de Ejército
Audiencia del martes 6 de diciembre de 2011

La audiencia contó con la presencia de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca Jorge Ferro (de la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata); José Mario Triputti (del Tribunal Oral Federal de La Pampa), Martín Bava (juez federal de Azul) y el juez sustituto Oscar Hergott (del Tribunal Oral Federal Nº5 de Capital Federal).

Además, participaron el fiscal Abel Córdoba; los abogados querellantes por familiares y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Walter Larrea y Diego Czerniecky. Por la defensa pública los doctores Gustavo Rodríguez, Alejandro Castelli y Leonardo Brond y los particulares Luís De Mira, Hernán Vidal y Mauricio Gutiérrez.

TESTIMONIOS

Pablo Rossi

68 años, casado, comerciante.

- Fiscal Abel Córdoba: Usted fue citado por el caso de su hermano Darío José, ¿qué recuerda de lo sucedido?

- Un 18 de noviembre de 1976 bautizamos a mi hija, mi hermano era el padrino. El 19 se fue a trabajar a Viedma, lo levantó Forchetti, me lo dijo que ex gobernador Bachmann, y fue entregado a la Policía Federal de Bahía Blanca que lo entregó al Ejército. Mi cuñada es Esperanza Martínez.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo ocurrió?

- No recuerdo pero fue el militar y ex gobernador Bachmann que le dijo a mi padre, que también era militar, el camino que había hecho. Después lo negó en el juicio que hizo mi cuñada donde se dio un fallo en contra de esa fuerza militar.

Lo vimos al señor Bruni y dijo que no podía hacer nada, todos sabían que estaba detenido, las gestiones fueron mientras él estaba detenido. Hubo amenazas, un trato verbal desagradable del jefe de la Policía Federal de Bahía. Recuerdo que me citaron a reconocer el cadáver de mi hermano.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Hizo gestiones y en dónde?

- En la iglesia, un cura de la calle 12 de octubre era petiso de ojos grandes, borracho (Luis Baudry) y me dijo que si era subversivo algo habría hecho.

A los pocos días allanaron mi casa. Eran unas cinco personas, después me encontré con uno en calle San Martín antes de llegar a calle Alsina. Un lugar de investigaciones era, le toco timbre para hablar porque quería que lo den por detenido.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted tenía certeza que estaba en el Ejército?

- Sí, total. Me encuentro con ese teniente que se escapo de la Policía Federal hace poco (Julián Laucha Corres). Ese fue uno de los que le pegó a mi hermano menor.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿A quién buscaban?

- A mi cuñada. La dieron por detenida en Comodoro Rivadavia. Me hice cargo de la nena. La sacaron de la Policía Federal. Ella estuvo tres días y me dice "me están cagando a palos". Me dice '¿te llevas la nena?'. Le dije que sí.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿A qué fue a tribunales?

- Para hacerme cargo de la nena, tenía 5 o 6 años.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Hizo gestiones ante la justicia?

- Fui a calle Alsina, fui a declarar con mi padre, hicimos tres habeas corpus y todo lo que pude hacer lo hice.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Hizo gestiones ante algún suboficial del Ejército?

- Con un señor, un tal Aispuro. También con un médico de ahí, Adalberti. Me preguntó por quién estaba preguntando, después me dice que el nombre de mi hermano era como agarrar un fierro caliente.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted dónde lo consultó?

- En el Ejército.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Le tomó los datos?

- No, me conocía.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo se entera de la muerte de su hermano?

- Lo sacan en el informativo, hablo por teléfono, fui a la morgue del municipal y estaba allí. Estaba mal, tenía cinco o siete kilos menos, dos tiros en el pecho, un tiro de remate.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Los disparos eran de armas de guerra o civiles?

- Depende, eran de guerra pero no puedo decir eso con exactitud. No me quisieron entregar el cadáver, estaba solo con un pantalón así que fui y le compré una camisa y cigarrillos.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Le hicieron autopsia?

- No. Lo enterramos acá en el cementerio. Yo estaba alquilando un campo y él le decía a mi mamá que cuando se muera quería que lo cremen. Así que fuimos a ese campo y los esparcimos en la cordillera cerca de Bariloche.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Que nos puede contar de su cuñada?

- Ella estuvo detenida en la Unidad 4 de Villa Floresta por un tiempo importante. Después se protegió con la ciudadanía española y se fue del país.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted volvió a hablar con militares?

- No, no tenía más sentido. Ni tienen idea el daño que le hicieron a ese chico. Un disparate. Nuestros militares, a los que nosotros le pagamos, tienen abogados que los defienden. Ninguno va a ser torturado.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda la edad de su hermano?

- Tenía 26 años.

- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Sabe si alguien más participó en Viedma del secuestro de su hermano?

- Supongo que Forchetti tenía su gente a cargo que hacía su trabajo junto al Ejército. A mi otro hermano más chico le pegaron un cachetazo como para sacarle información, lo dejaron atado al arroyo si se caía se ahogaba, tenía 15 años. Los militares eran la mediocridad con autoridad.

- Abogado defensor oficial: Usted dijo que su hermano tenía tiros. Y dijo que eran armas de guerra, ¿tiene conocimiento sobre armas?

- Sí, soy instructor de tiro aceptado por RENAR.

- Abogado defensor oficial: ¿Recuerda la fecha en que reconoció el cuerpo de su hermano?

- 21 de marzo de 1977.

- Abogado defensor oficial: ¿Cómo llega a la certeza de que su hermano estaba en el Ejército?

- En ese tiempo era lo más probable, yo recibí información. Eran compañeros o se habían escapado y me dijeron que mi hermano pedía a gritos, él tenía un soplo en el corazón, esto se lo hicimos saber a los jefes militares. También le decía que paren que tenía las costillas rotas y efectivamente cuando reconocí el cuerpo tenía costillas rotas.

- Abogado defensor oficial: ¿Le consta que estuvo en el Batallón?

- En La Escuelita.

- Juez Jorge Ferro: ¿Cuándo declaró ante un juez federal?

- Fue en el mismo año. Un día me llamaron del Ejército para declarar, era una persona de baja estatura que vivía en el Palihue.

- Juez Jorge Ferro: Usted mencionó una declaración mientras su hermano estaba detenido, ¿dónde fue?

- En el juzgado de calle Alsina en el año 1976. El Habeas Corpus lo hicimos en el correo, después fui a calle Alsina y me tomó declaración una señora.

- Juez Jorge Ferro: ¿Usted declaró ante un juez militar?

- No sé si era juez pero tenía que ver con lo legal y tenía un expediente en la mano. Él tenía ropa de civil. Fue después que lo mataron y fue en un lugar militar.

- Juez Jorge Ferro: ¿Usted dijo que reconoció a Forchetti?

- No, sé que era el jefe de la Federal.

- Juez Jorge Ferro: ¿Su hermano tenía militancia política?

- Mi hermano estaba a cargo de las personas que no podían pagar alquileres en el barrio Universitario. Mi hermano trabajaba para la gente. Era un gran ideólogo de todo lo bueno y puro. Él se jugaba por lo que estaba bien. No sé cómo se certifica eso, era socialista, trabajaba para los demás. Su esposa igual.

(El abogado defensor particular Hernán Vidal solicita leer declaración de Rossi en 1985 donde reconoce personas que habían secuestrado a su hermano. La fiscalía rechaza el pedido. El tribunal acepta la lectura del expediente).

Gustavo Gabriel Rossi

- Fiscal Abel Córdoba: Usted fue citado por el caso de su hermano, ¿qué edad tenía?

- Yo tenía 16 años, vivía en calle Almafuerte 119. Mi hermano Darío estaba en Viedma, estaba casado con Esperanza Martínez y tenían una hija que se llama Carola que tenía cuatro o cinco años cuando sucedió todo esto.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo se enteró del secuestro?

- Llegó la conmoción de que mi hermano había sido secuestrado en Viedma. Pero no recuerdo cómo fue.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Se supo quién podía ser?

- No. Se suponía que estaba secuestrado por lo militares.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Se hicieron gestiones?

- Mi hermano y mi papá fueron los más dedicados a eso.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supieron dónde estaba?

- No. En esa época, por mi edad, no sabía todo. Escuchaba algunas cosas.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Fue víctima usted?

- Sí. Entraron una noche a mi casa, no recuerdo cuántos días después del secuestro de mi hermano golpearon la puerta diciendo que era la policía. Cuando abrí me empujaron, entró gente armada, me pusieron contra la pared y se desplazaron por toda la casa. Estaban todos durmiendo, serían la una de la mañana, empezaron a hacer preguntas, revisaron todo. A mí me golpearon, me llevaron a una cocina donde preguntaron dónde estaba mi hermano Darío. Yo les dije que no sabía y me golpearon en los oídos. En un momento me dijeron que si no les decía la verdad me iban a agarrar las bolas con la morsa. Yo no sabía dónde estaba mi hermano, el primer golpe me pegaron en la oreja, me causó una conmoción extraña y en ese momento se me confundieron todos porque supuestamente ellos sabían donde estaba.

Uno dijo bueno como no sabes nada me dice que me van a llevar con mi hermano. Después volvió y preguntó por mi cuñada y traía fotos para saber si la podía ubicar. Le dije que no sabía dónde estaba. Ahí me golpeó en el abdomen y me decía que no podía no saber nada. Me preguntó por el resto de mis hermanos, le respondí y en realidad no sé porqué se la agarró conmigo. Después de eso me hicieron calzar, me puse una remera y me dijeron que me llevaban a la casa de mi hermano en Bahía Blanca. Me ataron las manos a la espalda, agarraron un pulóver y me lo pusieron en la cabeza y me sacaron de mi casa. Recuerdo que eran del Ejército, lo identifiqué por la ropa no tenían ninguna insignia ni nada por el estilo. Al momento de hacerme agachar para meterme en el auto reconozco que era un Renault 12. Me llevaron a la casa de mi hermano donde hicieron el resto de las preguntas sobre mi hermano.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿A usted dónde lo dejan?

- Este hombre dice que si yo no le decía todo me iban a matar por mentiroso. Mi hermano vive en una calle a orillas del arroyo Napostá, me bajan del auto, me dicen que me van a matar y que me quede esperando el tiro. Escuché un ruido lejos como a metal pensé que ese era el momento y me quedé rezando.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo se enteró de lo de su hermano, la aparición del cuerpo?

- Nos enteramos por los medios. La noticia en mi casa cayó como la bomba atómica. Eran muy difíciles estos casos. Prácticamente lo sufrí mucho desde lo anímico y mental, me sentía perseguido. El daño fue muy importante, nos quedamos no digo sin familia pero la gente tenía mucho miedo de participar en reuniones en mi casa, había una paranoia importante.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué sabe sobre la esposa de su hermano Esperanza?

- Después de que mi hermano desaparece, logra escaparse y sé que al tiempo es apresada y está en Villa Floresta.

- Abogado querellante: ¿Cómo fue lo de su sobrina?

- Carola estuvo unos meses en Comodoro Rivadavia al cuidado de una familia y se crío con mis padres, ó sea con sus abuelos.

- Abogado querellante: ¿Tuvo algún tipo de dificultad?

- Desconozco.

- Abogado querellante: Usted era adolescente, ¿tuvo conocimiento de donde estuvo detenido Darío?

- No, suponíamos que estaba en el Ejército pero hasta el momento no tenía conocimiento de los lugares.

- Abogado querellante: ¿La persona que le pegó supo quién era?

- Sí, después con el tiempo mi hermano lo reconoció, era Corres.

- Juez Jorge Ferro: ¿Sabe quién la detuvo a su cuñada?

- No.

Miguel Ángel Bermejo

- Abogado. Conoce a los imputados Forchetti y Goncálvez.

- Fiscal Abel Córdoba: Fue citado por el caso Chironi, ¿qué conoce del mismo?

- A fines del 76 me enteré de que Chironi estaba siendo buscado. Era una persona de interés para las autoridades militares. Enterado de esto hablé con el hermano de que en la Policía Federal de Viedma existía una orden, no sé si estaba escrita, para la detención de cualquier manera de Chironi. De cualquier manera significaba legal o ilegal.

Me comunico con él y le digo qué quiere que hagamos. Fuimos a ver a Forchetti, nos confirmó que tenía una orden del V Cuerpo de Ejército. Le preguntamos a Forchetti si era mejor o más seguro si lo llevábamos nosotros. Nos dijo que sí. El mismo día hablamos con Chironi y le contamos lo que sabíamos, le pedimos opinión y lo aconsejamos.

Lo llevamos a la comisaría, fue dado de alta oficialmente, tuvo alguna pequeña declaración delante nuestro, no recuerdo a título de qué, eran preguntas generales. No recuerdo quiénes estaban, sí Forchetti. Después de eso la Policía Federal hizo un allanamiento en el domicilio de Chironi buscando armas que supuestamente estaban enterradas en el patio. Fui testigo de eso donde no se encontró nada. Hasta ahí fue lo que yo hice, después correspondió a la familia de Chironi.

- Fiscal Abel Córdoba: Usted explicó que había que oscilar entre la opción menos riesgosa, ¿conocía el riesgo?

- Era que fuera chupado, que lo detuvieran y privaran de manera clandestina, que quede desaparecido. En ese momento a pocos meses del golpe de estado era conocido que la gente desaparecía pero creíamos que la mejor manera era que compareciera formalmente.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Su privación era indefectible?

- En la Policía Federal nos dicen que tenían instrucciones del V Cuerpo para detenerlo.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Pudo constatar si quedó registrada su detención?

- Supongo que sí.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Más allá de la suposición recuerda algún registro?

- No.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿De las preguntas de Forchetti dentro de la Federal hubo acta?

- Fue algo formal, no hubo ningún rito procesal.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Por qué actividad de Chironi se interesaban?

- En esos días había integrado un grupo de gente que salió a volantear en contra del gobierno militar y supongo que contaban con alguna otra información que yo no tenía respecto de otras actividades.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿En el allanamiento qué se buscaba?

- Entendían podía haber armas.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted recuerda si se hizo por orden de algún juez?

- No me acuerdo y no vi ninguna orden judicial y tampoco no estaba de animo para averiguarlo.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Forchetti anunció el allanamiento?

- Sí. Pero no nos dijo absolutamente nada.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo qué le pasó a Chironi?

- Por los familiares, fue trasladado a las 48 horas de la detención a Bahía Blanca. En Bahía no sé dónde estuvo. El obispo Hesayne lo buscó junto a su familia hasta que lo encontraron en una cárcel gravemente herido por efecto de la tortura.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Se realizaban operativos antisubversivos en Viedma?

- Entiendo que sí, había otras personas de Viedma que fueron llevadas a Bahía desde la Federal. Viedma no fue un lugar conflictivo fue bastante tranquilo.

- Abogado querellante: ¿Usted podría decir que para la época de detención de Chironi Forchetti era una persona conocida?

- Sí, el jefe de la Policía Federal era una persona pública.

- Abogado querellante: ¿Cómo se enteró de la orden de detención de Chironi?

- Me lo dijo Forchetti. Antes de vivir en Viedma cuando me recibí de abogado en el 74 hice el servicio militar en el regimiento de Las Lajas y en Comodoro Rivadavia. Yo estuve muchos meses en Comodoro conviviendo con gente del Ejército que luego el 24 de marzo del 76 llegaron a Viedma por el golpe. Después fueron reemplazados por la Marina. Uno de esos oficiales que conocí me comentó que en la Policía Federal de Viedma había una inquietud sobre mi militancia política en La Plata. Entonces me dieron una especie de alerta, yo le pregunté qué hay que hacer en estos casos y me dijo "habla con Forchetti". Le dije acá estoy usted quería saber de mí. Me preguntó qué había hecho, dónde milité, qué locales frecuentaba. Jamás había matado a nadie, ahí quedó nuestra conversación. Lo vi varias veces a Forchetti, fue una entrevista muy dura porque uno va con recelo. No le digo que salimos como amigos, si le tengo que decir a mi Forchetti me trató bien.

- Abogado querellante: ¿Después del traslado de Chironi usted volvió a hablar de Forchetti?

- Nunca más lo vi, no sé si está vivo.

- Juez Jorge Ferro: Usted dijo que en esa época la cara visible del V cuerpo en Viedma era la Policía Federal ¿podría precisar eso?

- Tenía protagonismo pero no sé las ordenes que recibían o cómo las ejecutaban.

- Juez Jorge Ferro: Usted hizo referencia a que la detención de Chironi iba a ser de cualquier manera ¿era a pedido el V cuerpo?

- Sí.

- Juez Jorge Ferro: ¿Cuando a Chironi lo llevan a la Policía Federal y lo entregan qué preguntas les hace Forchetti?

- Eran más inclinadas a lo político y social. Si se había mandado una macana, eran chabacanas.

- Juez Jorge Ferro: ¿Ahí le explicó por qué el V Cuerpo lo buscaba?

- No. Yo creí que él no sabía por qué lo buscaban.

- Juez Jorge Ferro: ¿Le explicó el sentido del allanamiento?

- No, no me explicó. Buscaban armas.

- Juez Jorge Ferro: ¿Después del allanamiento habló con Forchetti?

- No, nunca más lo vi.

Cristina Graciela Frers

61 años, soltera, chef, España 328.

- Fiscal Abel Córdoba: Usted ha sido citada por el caso de su hermana Elisabeth y en relación a ese caso le voy a hacer algunas preguntas. ¿En el año 76 cómo estaba conformada su familia?

- En el año 76 mi familia estaba constituida por mis padres, mi hermana Elisabeth Frers, mi hermano Gustavo Adolfo y yo. Era nuestra familia hasta el año 76. Hasta que ocurrió el desenlace con mi hermana.

Nosotros vivíamos en calle Chiclana 527, en un tercer piso. Mis padres estaban por circunstancias laborales en la ciudad de Esquel. Mamá compartía parte con nosotros y parte con papá. En ese departamento en un primer momento estábamos los tres. Mi hermano, Elisabeth y yo. Es difícil contar, éramos realmente una familia feliz.

Cuando... Mi hermana era una persona cristalina, transparente que nunca ocultó lo que hacía porque estaba convencida de sus pensamientos, no era ningún delito, no había una ley que exigiera pensar de determinada forma. A pesar de eso, cuando fue el golpe militar papá que era un hombre mayor nos planteó que había que tener mucho cuidado porque empezaba una época muy dura.

Mi hermana estaba muy sensibilizada por los problemas sociales, las dos estábamos dentro del movimiento scout católico, en distintos grupos. Ella trabajaba mucho con los pobres, en grupos de asistencia. Mi papá vio eso como una llamaba de alerta y se preocupó porque esas acciones a raíz del estado de sitio podían crearnos problemas.

En ese momento no lo entendíamos ninguna de las dos, yo los fui entendiendo de a poquito. Mi hermana pensaba que no estaba cometiendo ningún delito y que así lo marcaba la Constitución. Cuando se fue agravando la situación porque había hechos que se daban en la sociedad que daban pistas para saber que podíamos tener problemas. Se planteó dos o tres veces la posibilidad de irnos de Bahía. Eli no lo quiso nunca y yo accedí en julio del 76 y el 31 me fui a vivir a Esquel con mis padres.

Mi hermana quedó sola en Bahía Blanca, viviendo en el departamento que habitábamos que era nuestra propiedad y en una fecha que no sé precisar pero que está cercana a un hecho que ocurrió en Neuquén el departamento fue allanado. Mi hermana no estaba y no volvió nunca más.

Fue antes o posterior a un hecho que ocurrió en la ciudad de Esquel. Yo había viajado a Buenos Aires y cuando regreso, a la noche nos estábamos por acostar, estábamos solas con mamá en casa. Tocan timbre y una persona que era conocida nuestra, de Elisabeth, que tenía relaciones comerciales con un hotel de la localidad, el Hotel Tehuelche y que la conocía y la quería mucho a mi hermana porque solía ir a trabajar ahí, viene y pregunta si Eli estaba en Esquel. Nos explica que tuviéramos cuidado porque el Ejército estaba en Esquel buscándola.

Nos quedamos con cierto temor, se fue. Pasó una fracción de segundo y vuelven a tocar el timbre. Nuestra casa estaba en la parte trasera de una agencia de viajes. Cuando abrimos la puerta vemos dos jeeps, estaba el Ejército apostado afuera con armas. Abrimos.

El que encabezaba el operativo nos preguntó si Billo Fernández... el señor se llamaba Gustavo Fernández era hijo de quién fue gobernador de Chubut, Benito Fernández. Preguntó si había estado ahí. Mi mamá le dijo por temor que no. Toda esa gente inmediatamente entró empujando a mi mamá y dio vuelta la casa. Después de revolver todo nos dijeron que estábamos detenidas. Nos llevaron al regimiento de Esquel. Nos llevaron vehículos distintos, adentro no tuvimos contacto. Me acuerdo que esperé mucho, hay un hecho que siempre cuento... cuando entramos al regimiento todo el personal de gerencia, empleados del hotel estaban ahí no sé si en calidad de detenidos. No volví a verlos cuando salí.

A mí me tuvieron en una habitación muy grande, estaba totalmente vacía, era como una cuadra. En un momento dado sobre una mesa que había en un esquinero de la habitación trajeron un calentador eléctrico y recuerdo que tuve mucho miedo porque pensé que venía la tortura. Era una tortura psicológica, miento si digo que me hicieron algo. Después de un rato pusieron una pava y una persona dijo que iba a tomarse unos mates.

Después de eso me llevaron a declarar ante el teniente coronel, me acuerdo su nombre, era Chércoles, en esa época la población de Esquel era muy reducida y nos conocíamos todos. Me hizo preguntas muy específicas sobre mi hermana, quería saber dónde vivía. Primero que lo sabía, sabía que estaba en Bahía Blanca pero por una estrategia de protección todos decíamos que mi hermana estaba en Buenos Aires. Insistí con que no sabía la dirección y después de muchas preguntas me dio un papel y me dijo 'Escriba'. Yo tenía mucho miedo de escribir porque en un estado de nervios a veces uno no sabe lo que pone. Me tiró una revista Siete Días y copié una propaganda de mayonesa Hellmans. Me dijo 'Suficiente'. Abrió un cajón, sacó un papelito y comparó mi letra. Era un papel que sacaron de mi casa que decía 'La dirección de mi hermana es Catamarca...' y un número que hoy no recuerdo. No tenía nada que ver con la dirección de mi hermana. Le expliqué a este señor que no tenía nada que ver con mi hermana, le dije a quién pertenecía la letra y que no las molestara porque tenía terror que fueran a molestar a gente que ni sabía de la existencia de mi hermana.

Nos juntaron con mi mamá y nos mandaron a casa. Nos pidieron que convenciéramos a mi hermana de que se entregara y que mi papá se presentara el lunes a la mañana a declarar. La historia cuando se presentó fue igual, una charla de convencimiento para que ubicaran a mi hermana y la entregaran.

En ese interín entre eso y que me voy a Esquel es cuando allanan el departamento de Bahía y mi hermana se esconde. Después de este episodio mi papá viaja a Bahía Blanca con la certeza que mi hermana estaba en serio peligro. No la encuentra y el último recurso era recurrir a su amiga íntima que era María Angélica Ferrari que primero le dice que no sabe y luego ante la insistencia se compromete a ubicarla.

Era la amiga más preciada de mi hermana y realmente gracias a ella y a lo que costó su muerte también, nosotros pudimos encontrar a mi hermana. Tengo casi la certeza que esta pobre chica, si realmente militaba en algún partido político habría que felicitarla porque, yo me arriesgaría anegarlo, creo que sufrió las consecuencias de ser 'amiga de'. María Angélica logró que mi papá pudiera ver a mi hermana que estaba escondida en Bahía Blanca. Mis padres la vieron, mi papá ofreció nuevamente sacarla al sur o del país y ella no quiso porque no estaba cometiendo ningún delito. Papá le dijo 'Te van a matar Eli'. Ella le dijo 'Moriré por una causa justa, yo no tengo nada de qué arrepentirme. No maté nunca a nadie, no puse una bomba. No me pueden matar por lo que pienso, yo quiero un mundo mejor'.

Mi papá siempre la respetó, nunca quiso fallarle. Se encontraron y fue muy fugaz. Tampoco podía ser un encuentro de muchas horas, fue en la calle, no quería que supiéramos dónde estaba por razones de seguridad y volvieron a tener un encuentro para navidad. No sé si entre esos dos hubo otro. Sí sé que conservo las cartas que intercambió Eli con su familia. El encuentro de navidad fue el último y siguieron las correspondencias hasta que el 1 de febrero del 77. Mi hermana escribe una carta a casa donde cuenta que está muy cansada de estar encerrada, que no ve el sol, que se merece otro tipo de vida, que la situación en Bahía Blanca cada vez está más tensa y que está analizando la posibilidad de irse de Bahía Blanca.

Cuenta un montón de cosas, yo he acercado las cartas como pruebas, y pide si mis padres pueden ayudarlas -siempre pedía las cosas por favor- me acuerdo que decía 'No sé si podrán ayudarme, no sé cómo será la situación, tal vez necesite un poco de plata, si no pueden no se preocupen. Todo por favor, era un ser que no se encuentra más.

El 3 de febrero le escribe una esquelita a mis abuelos que la ayudaron mucho mientras estaba escondida. Mi hermana los visitaba en la casa de calle Falcón, a la madrugada o a la noche, tuvo muchos encuentros con ellos. El 3 de febrero con un compañero que hoy sé que era su pareja -nos enteramos después de muerta mi hermana- le manda una esquelita a mi abuela donde dice que escribió a casa y que posiblemente mi mamá va a mandar en enero una encomienda.

Fue el último contacto con mi hermana. No vuelve ni manda nadie a buscar la respuesta de esa carta, fue lo primero que había pedido y se produce un vacío muy grande hasta que mis abuelos leen en el diario... tengo confusión con eso porque esta noticia de la muerte de su compañero que era José Antonio Cortez, que aparece inmediatamente que eso ocurre, a él lo matan el 5 de febrero del 77 en un llamado enfrentamiento. Digo eso porque me consta que no fue un enfrentamiento porque desgraciadamente para el que escribió esa noticia, un primo mío pudo presenciarlo. No sé si estaba esperando el colectivo o iba en colectivo cuando lo matan.

Este chico venía en bicicleta y venía un auto atrás. Le gritaron 'Alto'. El chico se metió en una obra en construcción y se sintieron tiros. Apareció en el diario la noticia de que en un enfrentamiento le habían dado muerte.

Mi abuela reconoció al compañero de mi hermana, evidentemente mi abuela sabía su nombre porque me tomé el trabajo de ver los diarios y no hay fotos. Entonces se pone en contacto con mis padres. Mis padres viajan a Bahía a buscar a mi hermana. Empiezan por todos lasdos, la iglesia, la curia, la policía, el regimiento. En todos lados eran no, no, no.

Entonces mi papá va por segunda vez a buscar ayuda de María Angélica y ahí es muy mal recibido por la mamá con justa razón porque sufría lo mismo que nosotros. A su hija se la había llevado el Ejército de su propia casa mientras daba clases particulares. Cuenta que pusieron a los chicos y a la mamá contra la pared y nunca más la vio. Ahí sabíamos que Eli ya no tenía más libertad.

Fue un peregrinaje grande hasta que en la esquina de Brown y O'Higgins mi mamá se encuentra con una ex vecina. Antes de vivir en Chiclana vivimos desde que volvimos a Bahía Blanca yo tenía seis o siete años, en 1957 cuando nos mudamos, toda la vida vivimos en Brown 630 departamento 2. Es más el departamento de calle Brown que era alquilado, una vez que lo desocupamos hasta que se trasladó el teléfono lo ocuparon familiares nuestros.

Entonces mi mamá se encuentra con la señora que vivía en el departamento de arriba, el 3. Se llamaba Elida, no recuerdo su apellido de soltera, el de su esposo es Serio. Esta señora, desconociendo lo que estaba pasando y como hacía mucho que no los veía pregunta 'Cómo están las chicas'. Mamá y papá le cuentan lo que estaba ocurriendo y esta señora les dijo que le dieran unos días que si estaba en el V Cuerpo se los iba a informar porque tenía muchos contactos adentro. Pasado ese lapso no sé si fueron 24 o 48 horas, se volvieron a juntar y la señora le confirmó que mi hermana estaba en el V Cuerpo. Que no había cargos. 'La van a tener para saber qué sabe, pero hay algo fundamental, basta de curia, de recursos, de trámites, vuélvanse a Esquel calladitos. En no más de dos meses la van a liberar'.

Creo que pecamos de ingenuos, que la necesidad de recuperarla y sin saber en el espanto que estaban sembrando, tuvimos necesidad de creer y nos fuimos a esperar que nos avisaran. Y la noticia llegó, fue la primera quincena de abril. Primero recibimos un mensaje en clave donde decía que la encomienda sale para La Plata después del 15 o el 20, no me acuerdo. Y después recibimos la explicación de ese mensaje donde decía que la llevaban a La Plata para una especie de tramiterío, de papelería, como un juicio...

Juez Martín Bava: ¿Quién envía la nota?

No fue nota, fue un mensaje. Se lo transmiten a la abuela mía y ella lo transmite a mi papá y a mi mamá. El segundo también. Le avisan que viajemos, que el 20 la van a liberar. Mis padres reservan el avión y el 20 por mal tiempo no baja el avión en Esquel. Con el temor de que al día siguiente pase lo mismo se va a Bariloche porque ahí bajaba. Iban a buscar a mi hermana, estábamos en un estado de felicidad muy grande en ese momento.

Se van a Bariloche y antes de embarcar compran los diarios de Buenos Aires y, creo que fue en la primera plana de La Prensa, estaba que en un enfrentamiento armado en La Plata habían muerto cuatro subversivos, entre las mujeres estaba María Angélica Ferrari y Elisabeth -no decía Frers, decía Enger-. Mi padre llamó a un hermano a Bahía para que llamara a Télam para ver si el nombre estaba pasado bien y se fueron a La Plata, yo viaje al día siguiente.

Fue un largo peregrinaje entre el Ejército, la comisaría cuarta, de un lado lo mandaban al otro y al otro. Sobre todo en el Ejército era gritar desde una cuadra. El taxista les dijo que se fueran, que había muchos problemas. Hasta que finalmente fueron atendidos en la comisaría cuarta que supuestamente fue la encargada del operativo, de ese enfrentamiento que dicen que existió, el coche que mostraron tenía los agujeros de las balas oxidados, el taxista le contó a papá que ese auto se lo mostraban a todos, que estaba en la puerta de la comisaría, yo lo vi.

En esas idas y vueltas mi papá se encuentra con Carlos Ferrari que era el hermano de María Angélica que ya había recuperado el cuerpo de su hermana. Le dijo a mi papá que había visto los cuerpos en el reconocimiento y que no era el cuerpo de mi hermana. Evidentemente le mostraron otros.

Fueron muchos días de peregrinar en La Plata. En uno de esos días estábamos sentados en la comisaría, bajo un policía y le puso a papá un papelito en el bolsillo y le dijo 'Haga exhumar este cadáver'. El papelito tenía un número, 600 y algo, empezaba con 6. Papá se lo guardó.

En otras de las tantas charlas que tuvo con el comisario este señor le dijo que si insistía tanto con que era su hija tenía que reconocer el cadáver. Quedaron para el día siguiente. En esa oportunidad el señor se levantó a buscar algo y en ese interín mamá movió el expediente como queriendo agarrarlo y cuando se movió, del expediente se deslizó el documento de mi hermana. Lo tengo en mi poder. Papá lo guardó, si el policía se dio cuenta no dijo nada.

A la mañana siguiente, ya habíamos ido a contratar el servicio fúnebre, fuimos a la comisaría con el cajón, una ambulancia. Me acuerdo clarito cuando el comisario le dijo por qué se había puesto en gasto si lo que iba a ver no sabía si era su hija.

Nos llevaron al cementerio como si fuéramos delincuentes. Fuimos en el coche de un tío y teníamos motos a los costados, coches atrás, adelante, era todo tétrico. Fuimos al cementerio y tuvimos que caminar hasta el fondo. Pensando que íbamos a reconocer un cuerpo en la morgue, no, estaba enterrado en un gran campo de palitos con número. Cuando llegamos al lugar, adelante nuestro iban dos señores con palas, supuestamente sepultureros.

Mi papá no quiso que yo viera a mi hermana, mi tío me tuvo contra mi voluntad contra un árbol y no pude verla. Mi papá y mi mamá se llevaron esa triste imagen. Hicieron un pozo, resquebrajaron la tapa del cajón y ahí estaba mi hermana con un tiro que le salía por delante y creo que otro que le salía por acá.

Y bueno... hubo que hacer todos los trámites pertinentes. Se la pasó a un cajón digno, fuimos a la cochería para que sellaran el cajón. Papá había llamado a Bahía Blanca para contratar el servicio de Ferrandi para un velatorio digno. Estábamos al lado de la comisaría haciendo trámites y otra vez el Ejército irrumpió en el lugar donde comíamos un sanguchito para emprender el viaje.

Nos dicen que se habían enterado que habíamos contratado un servicio de velatorio, que eso estaba prohibido y que el cuerpo tenía que ir derecho al cementerio. Mi papá les dijo 'Ustedes me quitaron a mi hija y lo único que me devolvieron fue lo que tengo adentro del cajón y con eso hago lo que se me cantan las pelotas, no me molesten más'. Le dijeron simplemente 'Está usted notificado'. Se dieron vuelta y se fueron.

Hicimos el viaje a Bahía Blanca por tierra y fuimos muy ingenuos en un montón de cosas porque en el viaje de venida yo escribí una crónica sobre la vida y muerte de mi hermana para publicar en La Nueva Provincia, mire si seré ilusa.

Me acuerdo que antes de ir a Ferrandi me bajé en La Nueva Provincia con el papel, lo dejé y pagué. Con la foto de mi hermana y todo. Al rato me llamaron para decirme que esa crónica fúnebre no podía salir. Que había cosas que sacar de la redacción, por ejemplo, yo había puesto que había desaparecido trágicamente en la ciudad de La Plata y las palabras 'desaparecido' y 'trágicamente' no podían estar. No podía figurar que había pertenecido a la comunidad católica de la Pequeña Obra. Ni que había estudiado en el Colegio La Inmaculada. A lo que le respondí que hiciera lo que quisiera que ya a esa altura del partido me daba lo mismo. Obvio que no fui a buscar la plata y al otro día salió el aviso chiquitito en el diario donde decía que había fallecido en La Plata, no decía que sus restos eran velados en Ferrandi, una cosa chiquita sin trascendencia.

Hubo mucha gente a la que no conocíamos en el velorio. Suponíamos que era de seguridad y vigilancia pero ya a esa altura no nos importaba nada.

El 16 de marzo había sido incorporado al servicio militar mi hermano. En Bahía. Inmediatamente lo destinaron al Regimiento de Colonia Sarmiento. Cuando ocurre lo de mi hermana papá decide que a Gustavo no hay que contarle nada porque estaba en un lugar crítico. Hicimos todos los trámites y Gustavo no sabía lo que estaba pasando. Cuando terminamos con todo, nos vamos al sur. Había que ir a avisarle pero papá había decidido que no había que contarle los hechos tal cual habían sucedido. Él tenía 18, 19 años, estaba en el regimiento y no sabíamos cómo podía reaccionar.

Vamos al regimiento, al principio no lo encontraban porque estaba con gastroenterocolitis en enfermería. Hicimos todo el trámite sin entrar en mayores detalles. Dijimos que había fallecido la hermana, que pedíamos si podía pasar unos días con nosotros. Nos lo llevamos a Esquel con el compromiso de que el médico de Esquel lo fuera a controlar. Estaba deshidratado.

Vuelve al Regimiento, evidentemente cuando vamos la primera vez a buscarlo la noticia no había llegado. Cuando se reintegra, la noticia había llegado. Ahí lo llaman a declarar. Le preguntaban a un chico de 18 años de esa época cuál eran sus contactos, cuál era su grupo. Cosas que mi hermano no sabía qué contestar.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted apuntó en la instrucción una discordancia entre el certificado de defunción y la fecha real?

- Creo que la noticia de la muerte en el supuesto enfrentamiento no coincide con el certificado de defunción. Creo que el certificado es del día anterior.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿La señora de Serio les dio una prueba de vida?

- Recuerdo que papá le pidió. Ella preguntó si quería algo de mi hermana y papá le dijo que no. Que nos mande a pedir algo. Mando a pedir dulce de leche que era lo que siempre pedía. También María Angélica pedía dulce de leche.

(Los encuentros con la esposa de Serio) Fueron en esas oportunidades. Después de la muerte de mi hermana la buscamos incansablemente.

Esa prueba para nosotros era suficiente porque era a lo que quería llegar mi papá. Sí recuerdo, y no lo declaré anteriormente -en estos últimos meses me han llegado un montón de cosas a la memoria-. El esposo de esta señora trabajaba en ENTEL. No sé si esta señora estará viva. Y no sé si ella había trabajado o tenía alguna relación con ENTEL.

La buscamos mucho y después desistimos...

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué edad tenía Elisabeth cuando la secuestraron?

- Mi hermana cumplió los 25 años estando en cautiverio el 16 de marzo del 77. Cuando la secuestran 24.

- Juez Jorge Ferro: ¿Qué llegada tenía la señora Serio al V Cuerpo?

- Ella no lo especificó. Me da un poco de pudor... Esta señora tenía una vida un poquito ligera y tenía determinados contactos de tipo amoroso.

- Juez Jorge Ferro: ¿Con gente del Ejército?

- Nosotros conocíamos que era una señora de una vida de tipo licenciosa.

- Juez Martín Bava: ¿Supone que tenía contactos con gente del Ejército?

- Yo no me acuerdo si dijo contactos o clientes. No sé quiénes pueden ser.

- Juez Martín Bava: ¿Quiere agregar algo más?

- Me gustaría agregar dos cosas que no he declarado con anterioridad. En el mes de septiembre hago un pedido a la Comisión Provincial por la Memoria a ver si puedo acceder -porque sigo investigando cosas que me puedan aclarar por qué mi hermana ya no está conmigo- y pido acceder a los archivos que se abrieron de la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires, en realidad, no me mandan cosas de relevancia, yo tengo mejores documentos pero por indicación mía los familiares de José Antonio Cortez van a ver si pueden conseguir información sobre la desaparición de su hermano y a ellos le entregaron dos o más hojas de ese archivo donde dice que a mi hermana la secuestran -en el informe dice 'ahí se detiene'- el día 5 de febrero. Después de la muerte de José Cortez allanan su domicilio en Pedro Pico 465 y ahí la detienen a mi hermana y es todo lo que sé.

Es un informe policial. Está redactado con el formato de una redacción policial. Tengo un informe de todos los hechos que ocurren entre el 3 y el 5 que son de la Dirección de Inteligencia. Hoy antes de venir, certifiqué que es un informe cierto. A mí la Comisión no me lo había dado, me enojé por enterarme por otras personas. Hoy pregunté por qué no me lo habían entregado y me llamaron por teléfono, el señor Scotti, pidiéndome disculpas y me preguntó si el informe que tenía se refería a los acontecimientos en Bahía Blanca entre el 3 y el 5 y hablaba de todos los secuestros y detenciones del grupo al que pertenecía mi hermana.

Después quiero agregar también que otro testimonio de que mi hermana realmente estuvo detenida en La Escuelita, que hay muchas pruebas, pero hace menos de 30 días tengo oportunidad de estar en la casa de un familiar y hablando de estos hechos. Un familiar que en ese momento era secretaria del doctor Sticker en Bahía Blanca me dice 'Vos sabes que una vez estuvo María, la sobrina de la abuela, María Morel que era enfermera en el V Cuerpo y ella estando un día, viniendo por razones de salud a verlo al doctor Sticker. Me dijo vos sabes que la vi a Eli cuando se la llevaban. No me supo precisar a dónde, supusimos que era cuando se la llevaban a Buenos Aires.

María Morel viene a ser una sobrina de mi abuela. Me dijeron que está muerta, todavía no he dado con sus familiares. A lo mejor puede ser otra prueba.

Lo único que pido es justicia. Esta gente destrozó a mi familia. No quiero venganza ni nada. Quiero justicia. Que les den la pena que les corresponde porque nunca voy a poder medir el dolor que nos causaron.

Gustavo Adolfo Frers

53 años, separado, comerciante. Bahía Blanca.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Podría relatar cómo estaba constituida su familia en 1976?

- Mi familia estaba constituida por mi papá, mi mamá, mi papá viajante y mi mamá ama de casa. Mi hermana mayor Cristina, estudiante de Geografía y empleada de una empresa de amueblamientos de cocina y mi hermana Elisabeth, estudiante de bioquímica en la UNS.

Promediado el 76 yo ya perdí contacto con mi hermana Elisabeth y la vi solo arriba de un auto, luego de buscarla porque estaba escondiéndose en la navidad del 76. Charlamos junto con mi padre y mi madre.

Creo que en ese momento la perseguía el Ejército y la Policía, el Estado.

El 14 de marzo del 77 fui incorporado al servicio militar. Fui la primera clase incorporada con 18 años. Estuve dos o tres días en el Batallón hasta que nos llevaron a Espora, nos subieron a un avión con más conscriptos, bajamos en Comodoro Rivadavia y llegamos a Colonia Sarmiento en el Grupo de Artillería 9 que era mi destino como soldado.

Conocía plenamente la actividad de mi hermana porque desde el 75 ambos concurríamos a la agrupación scout San Pio X que pertenecía a la Pequeña Obra y hacíamos tareas sociales y teníamos mucho contacto. Cuando ella tuvo su militancia en la Juventud Universitaria Católica dejé de verla porque yo ya me había ido con mi padre a Esquel.

Perdemos contacto en enero del 77 donde mi padre comienza la búsqueda para encontrarla de alguna manera. Encontró a una vecina que se ofreció para verificar si mi hermana estaba en el V Cuerpo, después de un tiempo esa vecina le dijo que estaba allí y que iba a ser blanqueada, presa legal.

Es una vecina de apellido Serio de casada. Aparentemente tenía vínculo con gente del V Cuerpo. Era una mujer que trabajaba en la noche. Era solo una vecina nuestra.

Cuando comienza el servicio militar. El 14 me incorpora, me trasladan y era muy difícil la situación para decir dónde estábamos, nada más que por carta que fue lo que hice. Pero pensando que mi papá buscaba a mi hermana y no sabía dónde estaba yo, la situación era caótica, se enteró donde estaba yo y por el diario se entera que en La Plata habían sido abatidos subversivos.

Estaba el nombre de mi hermana cambiado, Engel, pero rápidamente lo identificó porque estaba María Angélica Ferrari que era íntima amiga de mi hermana. Viaja y en la puerta de la comisaría se encuentra con el hermano de María Angélica que le preguntó qué hacía ahí. 'Vengo a reconocer a mi hija'. Le dice que no, que su hija estuvo muchas veces en casa. 'Pedí ver el cadáver, no es'. Sin contentarse con eso, aun con el pedido para que no entre por el taxista que le decía que no vaya porque lo iban a matar. Entró igual. Verificó que el enfrentamiento no existió.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo dónde estuvo su hermana entre el secuestro y la aparición del cuerpo?

- Conocí que estuvo detenida en La Escuelita por informaciones de gente que escribía y gente que estuvo adentro como la señorita Partnoy.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo cómo estaba el cuerpo?

- Sí, en forma muy dificultosa logran entregar el cuerpo, según cuenta mi padre, y fueron con patrullero. Mi padre fue con ambulancia, le preguntaron por qué la llevaba si no sabía si era mi hermana. Después de cavar unas tumbas la reconocieron por los dientes y la ropa. Tenía un solo tiro. La pudieron exhumar, la trajeron a Bahía Blanca, quisieron velarla, les dijeron que no y mi padre la veló igual. No pudieron publicar la necrológica en el diario porque si no la modificábamos se negaban. Solo decía 'trágicamente'.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Mientras estaba en el servicio militar algún oficial le hizo referencia al hecho de su hermana?

- Cuando mi padre me va a comunicar que había encontrado muerta a mi hermana y que la habían enterrado, hasta ese momento nadie me había preguntado nada pero después empezaron las indagatorias por parte de un teniente coronel que se llamaba Fontaine Navarro que quería que cuente quiénes eran los amigos de mi hermana. Había fotos que estaban en mi casa arriba de la mesa, eran amigos y familiares y querían que les cuente cuál era la historia. No había historia éramos ciudadanos que desarrollaban sus actividades normales. Como no podía conformarlos con la información pasé a vivir en un calabozo de un metro por un metro, con las condiciones climáticas de Colonia Sarmiento, se me produjo una infección estomacal, para ir a la enfermería me hacían ir a salto en rana por lo cual preferí no ir más y seguir enfermo.

Yo caminaba unos 40 o 50 metros desde el calabozo hasta la Mayoría, había tenientes coroneles, mayores y capitanes. Ahí tenía que declarar, siempre me preguntaban si tenía algo más para decirles. Ya iba solo... me encontré con una persona con la que jugaba al básquet, se llama Fasanelli de apellido, le decíamos Japo. Logré encontrarlo y le dije si podía llamar a mi papá para decirle en qué condiciones estaba.

Gracias a dios lo hizo y mi padre en pocas horas estuvo en el regimiento. Cuando llegó me sacan del calabozo a bañarme, me dan ropa limpia y nueva, me pararon en la guardia, papá pasó por al lado mío y no me reconoció. Cuando vio mis condiciones le pidió al guardia sacarme de franco, era una situación común. Como la situación de mi declaración parece que era escondida el guardia me dejó. Al otro día le preguntó al teniente coronel por qué estaba en esas condiciones y le dijo que había una intención de llevarme a Campo de Mayo. A mi papá lo enojó mucho esa situación y dijo que si era así yo no iba a volver más al regimiento. Se ofuscó porque no sabía que yo no estaba dentro del regimiento. Y después de una pelea mi papá logró llevarme a Esquel. Le sacó que si a mí me iban a mover de Sarmiento el primero en enterarse era él, pero no le dijeron que no me iban a mover. Cuando vuelvo pasé a ser un soldado pasivo y que no usaba armas, no hacía guardias, solo abría puertas y estaba supeditado al desayuno y buen humor de cada cabo o sargento que entraba.

Creo que cambiaron de estrategia porque después el sargento Ledesma se empezó a hacer amigo mío, me llevaba al círculo de suboficiales para ver si le podía contar algo. Como no tenía qué contarle un día me puso una pistola en la cabeza. Salí corriendo y fui a ver al capitán Giménez a decirle qué era lo que estaba pasando, prometió que no me iban a molestar más y así sucedió.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿La razón específica de estas situaciones era la situación de su hermana?

- Me preguntaron quién creía que mató a mi hermana. Les dije que no sabía quién en particular pero que creía que había sido desaparecida, torturada y matada por ellos. Fui el último que recibió el documento para irse de baja.

En ese momento, después de los 4998 soldados se fueron con su documento por la puerta, tuvimos que ir a ver al teniente coronel Fontaine Navarro que nos dio un discurso muy alentador diciendo que empezábamos otra vida, que teníamos que olvidar todo. Yo le dije que no me iba a olvidar nunca más porque mi familia nunca más se iba a poder recuperar de lo que habíamos pasado. Y realmente fue así. Nuestra familia nunca más pudo recuperarse de esa falta y nunca más fue esa familia feliz que en el 76 o el 75 cuando todos estábamos expectantes y cada uno tenía su opinión referente a qué pasaba en el país y lo podíamos expresar. Nunca más lo pudimos hacer.

- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Sabe si estaba embarazada?

- Tenemos conocimiento ahora de esa situación y estamos indagando con Abuelas de Plaza de Mayo.

- Defensa pregunta si le consta que Elisabeth haya estado en el Batallón. Dice que sí, que estuvo en La Escuelita y que La Escuelita dependía del Batallón.

- El libro Dossier Secreto cuenta el mecanismo de los falsos enfrentamientos y toma el caso de su hermana como ejemplo.

- Abogado defensor particular Hernán Vidal: ¿Qué cantidad de efectivos tenía el regimiento?

- Había dos, uno era el nueve y el otro el jefe era Seineldin. Esta cantidad de soldados lo dirigía el teniente coronel Fonteine Navarro que creo que está fallecido.

- Juez sustituto Oscar Hergott: ¿Quién es el autor del libro Dossier Secreto?

- Es un inglés, no lo recuerdo.

- Juez sustituto Oscar Hergott: ¿Algún familiar suyo habló con Alicia Partnoy?

- Mi hermana, le dijo que sí, que había estado detenida en La Escuelita.

- Juez Jorge Ferro: ¿Recuerda si su hermana tenía militancia?

- Era militante de la JUC con una tendencia peronista.

- Juez Jorge Ferro: ¿Tenía algún apodo?

- No que yo lo sepa, ahora encontré algunos alias en la Dirección de Inteligencia. En la vida familiar 'Eli'.

- Juez Jorge Ferro: ¿Vio el certificado de defunción?

- El certificado decía que había fallecido el 21 de abril.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted estudió en la ENET 1?

- Sí. Desapareció el presidente del Frente de Estudiantes un chico que se llamaba Paiva. Yo estudié hasta el 75. Fui delegado de curso y formaba parte del centro de estudiantes. Hubo una toma del colegio por parte del centro de estudiantes, sé que era por irregularidades en el manejo de la escuela. Después de esa toma entró un director nuevo que se llamaba Herrero. Después me fui a vivir a Esquel.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿En qué momento fue el secuestro?

- No me acuerdo bien si Paiva o Paira, eran dos hermanos. Creo que en el 76. Creo que la causa era por pensar. Era terrible pensar. Se puso tan feo pensar, más cuando uno crece con libertad de pensamiento, mi papá era un radical de raza y mi hermana era una peronista de raza. Recuerdo las mesas familiares con todo detalle. La elección de Perón donde mi papá votaba a Balbín, mi hermana que me antecedió en la declaración votó a Alende, mi mamá a Manrique y mi hermana Elisabeth a Perón. Quiero decirles, yo que no voté porque era menor, eran charlas enriquecedoras donde se podía ver el pensamiento de cada una, después nos encontramos con una Argentina donde pensar era peligroso.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Era peligroso estudiar en la ENET?

- Mientras yo estuve en la ENET no, no sé después. En ese momento vino hasta el Ejército pero después se fue. No sé quién lo llamó.

- Del centro de estudiantes recuerdo a María Clara Ciochini que aparte era compañera mía en la Pequeña Obra, era de los scouts, pertenecía a guías argentinas...

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Sabe si la designación de Herrero fue algo alentado desde el sector estudiantil o fue para desalentar las tomas?

- Aparentemente fue una designación para desalentar la toma del colegio.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Él tenía alguna relación con alguna fuerza?

- Se comentaba que con el Ejército pero no estoy seguro.

- Juez Jorge Ferro: ¿Recuerda cómo era la personalidad de Eli?

- Absolutamente solidaria. De los tres hermanos Elisabeth y yo que concurríamos a los scout teníamos mucha relación o sea que conozco y conocí claramente la personalidad de mi hermana. Era muy solidaria, con un desprendimiento hacia los que menos tenían muy grande, mi hermana en realidad fue una persona muy digna de esta sociedad.

Miguel Ángel Pascual

63 años, casado, comerciante, es de Necochea.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué parentesco tenía con María Angélica Ferrari y qué sucedió con ella?

- Primos hermanos. Recuerdo que alrededor del mes de febrero del 77 yo tenía un negocio cerca de la casa de mi tía y como a eso de las diez y media, once de la noche, vino mi tía a decirme que se habían llevado a María Angélica. Me sorprendió, me dijo que habían entrado unos hombres armados. Ella daba clases de particular en una de esas casas típicas de White. Pasaron enfrente de donde estaba mi tía, como salió la metieron de prepo adentro. Alcanzó a ver un falcon verde. Vino a un bar que tenía yo y me comentó.

Fuimos a la comisaría de White a preguntar, a hacer la denuncia, nos dijeron que había que hacerla en Bahía Blanca, creo que en calle San Martín que había una sede de no sé qué.

Mi tía hizo la denuncia, estuvieron preguntando en las comisarías qué había pasado, en los lugares donde podía haber estado detenida y no tuvimos ningún tipo de respuesta.

Fue Siches 3942 de Ing. White.

Lo de San Martín creo que pertenecía al Ejército. Fue la mamá fallecida y la hermana fallecida también. Le dijeron que no tenían nada, que no sabían, que no, que nada que ver. Que se habría ido con algunos amigos, habrán sido los compañeros, creo que algo así. Le dieron muy poca importancia al tema.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo se entera la familia del desenlace?

- No sé si habrán pasado dos meses, habían hecho trámites, venía gente que les decían que se queden tranquilas, que estaba en tal lado, si podía aportar unos pesos. Yo le decía que eran mentiras. Yo tenía una relación casi de hermana y ella no tenía nada que ver con nada. Yo militaba en esa época en la Juventud Peronista podría haber hablado conmigo tranquilamente.

Mi tía me comunica que una vecina le dijo que en la televisión hablaban de un enfrentamiento en La Plata donde habían caído cuatro subversivos, entre ellos, María.

Viajó la mamá, el hermano, la cuñada de ella y yo. Decía más o menos donde había sido el enfrentamiento, preguntamos a qué comisaría correspondía y la gente de La Plata nos dijo qué comisaría era. Llegamos cerca de la medianoche, había un falcon afuera todo agujereado a tiros. Pregunté si era el coche de los enfrentamientos, qué tenían, me mostraron unos panfletos, me decían que teníamos que ir a Campo de Mayo porque ellos no nos podían decir nada. Fuimos a Campo de Mayo y cuando nos atendieron nos dijeron que no tenían información que debíamos ir al edificio libertad y preguntar no sé por quien en una dirección del edificio. Cosa que hicimos y le preguntamos que no solamente teníamos lo que decía la radio sino también el periódico donde decía que María Angélica Ferrari había muerto. Tenemos cuatro NN dos masculinos, dos femeninos, lo que puedo hacer es autorizarlos para ir a reconocer el cadáver.

Nos dio un papel, fuimos a La Plata, la reconocimos. Estaba completamente lleno de cadáveres. Nos dijo el enfermero de quien se trataba, le dijimos que había sido dos días antes, nos llevó. Mi primo reconoció a una amiga de ella que estaba ahí que también figuraba como NN. Tenían bombacha y corpiño... él la conoció a una amiga de ella que era de Neuquén o Roca. No parecía, nos dice el enfermero 'lo que tengo para mostrarle ahora es muy poco'. Ahí fue donde estaba el cadáver de María Angélica Ferrari, le faltaba la cara completa, los chicos tenían un tiro en el pecho, el otro un disparo en la cabeza y la chica también.

Cuando lo reconocimos volvió mi tía con mi primo a Buenos Aires y yo fui a una cochería por si autorizaban a sacar el cadáver y traerlo a Bahía Blanca. Lo autorizaron, sacamos el cadáver y lo velamos en Ferrandi. Le dije a mi primo que lo conveniente era que cerraran el cajón en la cochería porque le faltaba la cara. Eso fue lo que puedo decirles.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿El auto que vio frente a la comisaría la policía lo relacionaba con el hecho?

- Sí, a mi me llamo la atención porque semejante enfrentamiento no podía haber quedado nada de los que estaban adentro. En la comisaría nos mostraron unos panfletos.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Descreían de los panfletos?

- Me parecía que era una tontería, unos papeles, montoneros, no recuerdo pero no justificaba que si estuvieron repartiendo esos papeles semejante enfrentamiento.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Quién les dio el papel en el edificio libertad?

- Era personal del Ejército pero no sé qué grado tendría.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Los cuerpos de la morgue eran de jóvenes?

- En su gran mayoría eran jóvenes. Casi todos jóvenes.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Tiene presente el nombre de su primo?

Carlos Alberto Ferrari.

- Fiscal Abel Córdoba: ¿Y la compañera que identificó?

- No recuerdo.

- Si hubiera habido un enfrentamiento no estaría con la misma blusa que se la llevaron. No me entra en la cabeza.

- Abogado querellante Walter Larrea: Pascual, refirió que tenía un trato frecuente con su prima, ¿sabe si tenía conocimiento de manejo de armas?

- Absolutamente para nada. Absolutamente para nada.

- Juez Jorge Ferro: ¿Sabe quién los derivó a San Martín?

- Quiero creer que de la misma comisaría tercera.

- Juez Jorge Ferro: ¿Le dieron detalles del enfrentamiento?

- No, los detalles nos enteramos por los medios.

- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Sabe si concurrieron a una oficina en Chiclana?

- Sí, es lo que dice usted. Era Chiclana al 300, no era San Martín. No sé con quiénes hablaron. Me parece que era del Servicio de Inteligencia.

- Juez Martín Bava: ¿Desea decir algo más?

- No, simplemente que me pareció que fue una muerte demasiado absurda. Injustificable. Nada más que eso.

- No se presentó la testigo Claudia Marcela Martellini.

Bahía Blanca, 06dic11
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