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01sep11


Kadafi rechaza el ultimátum y los rebeldes juran que lo matarán


Cuotas parecidas de ignorancia y desprecio le dedicó ayer la acorralada dirigencia de lo que queda del régimen kadafista al enérgico ultimátum lanzado por los rebeldes para que rindan de una vez y antes del sábado la ciudad de Sirte. Los jerarcas revolucionarios reaccionaron doblando la apuesta al sostener que reservaban el derecho de matar al dictador Muammar Kadafi cuando lo encuentren, algo que consideran inminente.

En Trípoli ayer a la mañana se alzaban de hombros ante las novedades que se consideraban previsibles. Uno de los choferes que suele transportar a este enviado, un universitario muy informado y de estilo moderado, Muhammed, me dijo en la Plaza Verde que “serán dos o tres días de combate y todo eso va a caer, nadie quiere morir sin motivo”.

Musa Ibrahim, el vocero más persistente de Kadafi, se comunicó ayer desde la clandestinidad con las oficinas de la agencia Associated Press en Nueva York para rechazar en toda la línea la intimación rebelde.

“Ninguna nación honorable aceptaría un ultimátum de una banda armada”, sostuvo. Y agregó que los aviones de la OTAN “mataron con sus misiles a más de mil civiles en Sirte” en las últimas horas, una denuncia no verificada por otras fuentes y difícil de comprobar en el terreno aunque de poco impacto por ahora debido a las acostumbradas exageraciones y distorsiones en las que suele incurrir el vocero. Sus palabras de todos modos tuvieron un doble blanco: fueron hacia el interior de Libia, pero también al exterior, apuntando a la cumbre internacional a realizarse hoy en París para analizar a nivel de las capitales del norte mundial el futuro de este estado petrolero que antes de la crisis bombeaba 1,5 millones de barriles diarios destinados en su casi totalidad al mercado europeo.

Nadie sabe aquí qué peso o influencia aún tiene Ibrahim y si su palabra refleja la del huido ex dictador. Pero esa actitud se combinó con un silencio muy perceptible por parte de las fuerzas acantonadas y sitiadas en Sirte, una ciudad muy modernizada junto al mar, con más de cien mil habitantes.

El general Charles De Gaulle solía decir que a los ejércitos enemigos no hay que aplastarlos sino demostrarles que han perdido. Y eso es quizá lo que aún resta en este drama libio.

El dirigente del Consejo Nacional de Transición Ali Tarhouni, una de las más altas jerarquías de este cuerpo rebelde que ya opera desde Trípoli y tiene el reconocimiento de sesenta países, aseguró que la batalla es inevitable.

“A veces para evitar una matanza hay que derramar sangre”, sostuvo explícito.

Otros de los dirigentes de esta coalición que volteó a la dictadura arremetió sosteniendo que les asiste el derecho de matar a Kadafi, escalando un poco más la presión sobre el otro lado. La idea hasta ahora era detener al coronel libio y juzgarlo por sus crímenes de guerra. “En todo el mundo, si un criminal no se rinde es derecho de aquellos que deben hacer respetar la ley matarlo”, buscó aclarar aquí Ahmad Darrad, autoridad del área de Interior del Consejo.

Nadie sabe dónde está escondido el ex hombre fuerte. Las versiones lo dan simultáneamente en diversas zonas del país. Y se sostiene que prefería caer en manos de la Alianza Atlántica que en las de los rebeldes. De todos modos, la OTAN insistía ayer con su teoría de que Kadafi aún mantiene control sobre sus hombres, aunque en realidad estén sitiados en las únicas dos ciudades que aún no han caído, Sirte y el oasis Sabha en el desierto del sur.

“Tenemos una buena idea de dónde se encuentra Kadafi, ya lo vamos a atrapar”, aseguró Tarhouni. Y Abdelhakim Belhaj, un militar de alto rango también conocido como Abdelhakim al-Hasadi, que apareció como responsable castrense de Trípoli aunque se le cuestiona su fuerte cercanía con sectores islámicos muy duros, reveló a la cadena Al Jazeera que uno de los hijos del dictador lo llamó para anunciar su intención de rendirse. Se trata de Saadi, el tercer hijo del coronel quien también se mantiene en la clandestinidad. Pero el otro hijo, Al Islam, dijo a través de un video que envió a las cadenas de TV que la resistencia continuará y que estaban en Libia.

La crisis en esa familia es de nivel tal que trascendió que la huida el sábado pasado de la segunda esposa de Kadafi, tres de los hijos del sátrapa y una legión de nietos y sirvientes, fue tan desordenada que se equivocaron de ruta, casi entran en Túnez, hostil para ellos, hasta que finalmente pudieron llegar a Argelia todavía en manos de una dictadura aliada del régimen libio virtualmente ya derrocado.

Sin que se acate el ultimátum, el arenero militar diseña un futuro previsible. Las tropas de la milicia rebelde muy reforzadas con tanques y otros blindados y la cobertura del fuego de la OTAN ya están alistadas para el asalto final sobre Sirte. Eso ocurrirá el sábado, no antes, respetando no sólo el lapso de la intimación, sino las tres jornadas festivas del asueto del Eid-el-Fitr que rige desde el final del mes sagrado del Ramadán cumplido la noche del 30 y que se vencerán justamente en esa jornada.

[Source: Por Marcelo Cantelmi, Clarín, Bs As, 01sep11]

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